El Audio de Dev

Capítulo 5.

 

 

                                 ●♡♡๑♡⌓     TARTA DE LIMÓN      ●♡♡๑♡⌓

 

Nunca en mi vida me había sentido tan avergonzada cómo me estoy sintiendo ahora

Apagó todas las luces y subo corriendo hasta llegar enfrente de la puerta de Leah. Al entrar a su habitación, me ve con sus ojos achinados sosteniendo mi teléfono. Lo voltea y en efecto, está en el chat de Lays.

Dónde efectivamente hay un audio.

Suelo una risita nerviosa, mientras me quito los zapatos y camino hacia su cama.

—No es lo que crees— es lo primero que le digo.

—Puerca— ataca rápidamente.

—¡No lo soy!— le digo acostándome a su lado — le dije a Lays que no lo quería...

—¿Son del novio de Lays? — pregunta y yo le quitó mi teléfono.

—¡¿Cómo crees?! ¡Noo! — le digo sorprendida. Pero al parecer ella espera una explicación, por la forma en la que me ve, se que quiere una — Ella insistió en enviármelo, yo no lo quería, pero espera…tu me debes una explicación de por qué tenías mi teléfono.

La miro con reproche y ella solo se da la vuelta, ignorándome.

—Duerme bien Air. Te quiero mucho hermanita — dice inocentemente. Jalo de su almohada que está debajo de su cabeza y le doy un golpe en el torso.

—Descansa Leah— me despido y me levanto de la cama.

Apago las luces y antes de que salga ella me habla.

—¿Podemos ir a Mac mañana?— me pregunta dándose la vuelta para verme.

—Pero fuimos hoy— le recuerdo.

—Pero no fue Daffy. A ella le encantan los panqueques de Mac— sonrió y asiento.

—Lo pensaré. Ahora sí, a descansar — me da una última sonrisa y salgo de su habitación y cerrando su puerta.

Miro la hora en mi celular, 9:12 pm.

Solo doy unos pasos y llegó a mi habitación, entro y camino hasta a mi cama donde me tiró de espaldas. Cierro mis ojos, y recuerdo algo que me dan tremendas ganas de llorar.

Abro mis ojos y volteo para ver la silla donde está mi mochila. Dónde están los cuadernos de Lays y que debo pasar muchas copias por faltar a clases.

Ruedo los ojos. Maldita directora.

Me levanto de la cama con pesadez y en vez de ir, y agarrar mi mochila y ponerme al día con mis apuntes, me dirijo hacia el baño donde me quito la ropa y me pongo mi pijama; me cepillo los dientes y vuelo a la cama.

Suspiro y cierro mis ojos.

Una oveja

Dos ovejas

Tres…cuatro…diez ovejas.

A la mierda, tengo que oírlo.

Abro mis ojos y estiro mi mano hacia la mesita de noche para tomar mi teléfono y la estiró aún más para llegará al segundo cajón de la mesita para abrirla y sacar mis audífonos. Los conecto a mi teléfono, y voy directo al chat de Lays, donde el único mensaje del día es el audio.

Vuelvo a suspirar, y niego con mi cabeza.

No puedo creer que este audio me genere curiosidad.

Entro al link que me lleva a otra ventana: YouTube. Lo pauso, y me preparo mentalmente para escuchar gemidos de un total desconocido.

Con el botoncito de los audífonos, le doy inicio al video-audio. Cierro mis ojos, y lo primero que escucho es… nada, absolutamente nada, o más bien estática. Abro mis ojos y confusa tomo mi teléfono para ver qué pasa.

El audio ya lleva quince minutos y yo sigo sin escuchar. ¿Será una broma por parte de Lays? No puede ser, veo el título y esto no podría ser una broma de su parte. Le subo todo el volumen hasta que llega al máximo y nada.

Hasta que escucho un suspiro.

Agrando mis ojos al escuchar los primeros suspiros del chico, que sepa mierda quien es.

Suspiros y gemidos.

Eso no es lo único. Lo que ahora me genera mariposas en el estómago, es el sonido que se crea cuando su mano baja y sube por su miembro. Cierro mis ojos, me dedico a escuchar el audio que es malditamente diferente al primero que me mandó Lays, el que mato mis ganas de volver a escuchar uno.

A medida que el audio avanza, logro captar el cambio de velocidad de su mano bajando y subiendo por su miembro, al principio era tranquilo, ahora es rápido y muy, muy rápido.

Se escuchan todos los detalles, y si te concentras bien, llegarás a sentir que ese desconocido esta está allí, tocándose a la par de ti.

O por lo menos eso era lo que yo estaba sintiendo. Honestamente era algo nuevo, y cuando digo que es algo nuevo, me refiero a muchas cosas.

Una de de ellas es que, cuando deslizó mi mano hasta llegar a la orilla de mi pantalón de pijama y la meto y me tocó, descubro que estoy mojada, algo que no pasó con el primer audio que escuché.

Así que, cierro mis ojos y abro mis piernas para poder tocarme mejor. Pero luego, caigo en que cuenta de lo que voy a hacer y la saco rápidamente y aprieto mis ojos.

Por otro lado, el audio sigue.

El chico no para de gemir, tampoco le ha bajado la velocidad inhumana a su mano.

En medio de sus gemidos, se escucha un suave mierda salir de su boca. Solo escuché eso y mi mano se deslizó hasta llegar a mis bragas, que las hice aun lado y empecé a tocarme.

Nada fue lento, las ganas eran grandes.

Mis caderas se elevan y empecé a moverme involuntariamente. Me mordía fuertemente mi labio para no hacer ruido. Pasaron unos minutos hasta que el chico dejo de gemir por unos segundos y luego solito un gruñido seguido de un suspiro. Con ese sonido, yo llegue al orgasmo.

Y también la culpa llegó a mí.

Abrí mis ojos y saque mis mano llena de mis fluidos. Me quite los audífonos y me levanté para ir al baño y limpiarme.

Al salir, me volví a acostar a mi cama y tome mi teléfono donde vi que había un mensaje.

“¿Lo disfrutaste?” — decía el mensaje que Lays me había mandado.

Por un momento mi mente imagino cosas, ¿Cómo ella sabía lo que había hecho? ¿Lo sabía en realidad?

Empiezo a escribir con una mano mientras que con la otra me tapo con mi manta.



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En el texto hay: humor, juvenil, romance

Editado: 16.08.2022

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