Domingo, 16 de junio de 2019
Se encontraba corriendo por el bosque, buscando a su amado con desespero. Cuando por fin lo encontró, gritó su nombre y fue a parar en los brazos de su contrario. Él preguntó la razón de su búsqueda, mas ella solo lo miró para luego acariciar su mejilla con dulzura.
¿Debería confesarle que ya no sentía puro gusto sino algo más profundo que ello? ¡No lo sabía!
En ese momento solo quería huir, volver a correr y desaparecer entre los árboles. Pero le fue imposible, los ojos que se encontraban frente a ella la hipnotizaban, eran bellos, bonitos para su gusto. Suspiró y sonrió como toda una idiota.
Él aún no entendía la situación hasta que…
— Te amo.- se lo confesó finalmente. — Me enamoré, perdóname.
Y huyó, sin siquiera decirle que fue él quien le robó el corazón.