Miércoles, 16 de octubre de 2019
Era otro de esos días, el Autor, se encontraba sentado en medio de su jardín. Cabizbajo y con la mirada perdida. Una de las abejas, al ver su dolor, se acercó luego de terminar su trabajo. Se posó en una de sus manos y se quedó ahí. Quieta sin siquiera moverse, observando al de cabellos negros quien tomaba con delicadeza una de las flores que se encontraban presentes.
— El sentimiento nació, floreció y luego fue arrancado bruscamente por la persona quien lo comenzó.
No hacía falta más palabras, las pérdidas son parte de la vida. El Autor lo sabía, así que, solo se dejó caer para luego levantarse y seguir adelante.
Porque el Autor es fuerte, porque el Autor...