Sábado, 26 de octubre de 2019 | 16:40 p.m
Visitó el lugar que alguna vez soñó ir con el de cabellos largos. Donde él prometió llevarla, y a su vez, soñaron visitarlo juntos un verano a inicios de año.
Si bien disfrutaba del momento, también sentía melancolía al hacerlo. Observaba con detenimiento todo a su alrededor lanzando un suspiro triste mientras lo imaginaba ahí, a su lado. Tomándole de la mano y sintiendo la suavidad de su piel para luego oírlo pecar al mencionar con cierto morbo su nombre, deleitándolo.
Entonces el Autor sonrió y quiso llorar en su momento, mas solo meneó suavemente la cabeza para así disipar dichos pensamientos. ¡Tenía que olvidarlo! Tenía y debía de hacerlo.
Pero el amor no se va de la noche a la mañana.
— No, claro que no.