El Autor

Sin respuesta

Jueves, 23 de enero de 2020

No entendía muy bien la razón de su comportamiento, como tampoco, la de su visita. De cierto modo le intrigaba verlo ahí asomándose a los pies de su cama mirándola con ojos de intenso deseo.

¿Qué es lo que deseaba ahora su anterior amor? ¿Por qué se aparecía ahora pasada la media noche y en la ciudad? El Autor de este relato no lo entendía, de alguna forma se acomodó y sentó sobre la cama para poder siquiera conversar con él.

Cosa que no ocurrió.

Contrario a ello, dicha criatura solo optó por subir lentamente a la cama de la pelinegra y, tomándola por sorpresa, la jaló de los tobillos para así posicionarla entre sus piernas.

Apresándola de cierta forma, para que no escape.

—Cariño…- susurró—, estás prohibido para mi-. comentó a duras penas, intimidada por la cercanía de sus cuerpos.

Este por su lado, hizo caso omiso, sonriendo seductor ante ella. Tomándola de las muñecas, observó con atención los labios contrarios y se agachó a una distancia prudente hasta rozar narices.

¿Estaba intentando provocarla? Porque si era así, el Autor estaba a punto de perder. Le encantaba ese tipo de juegos y más si eran provocados por aquella criatura que se mostraba de algún modo salvaje. No obstante, este era una situación demasiado diferente, en donde a ellos no les unía absolutamente nada.

Ya no se pertenecían.

— ¿Qué es lo que tratas de hacer?- interrogó con firmeza, haciendo notar su enojo y evidente tristeza.

O quizá, decepción.

Evitando a toda costa mirarlo a esos ojos tan hipnotizantes, porque sabía muy bien que este estaba utilizando su encanto con ella para tratar de 'tomarla' en su intento fallido de besarla.

Lástima que el Autor no era así de sencillo.

—¿Por qué ahora y no antes?- interrogó nuevamente al sentir como este se aproximaba a su cuello para…— ¿Por qué pecar ahora y aquí en mi habitación? ¿Por qué yo y no ellas? ¿Por qué jugar un poco siendo nada? ¿Por qué..?

Se detuvo, quedándose unos segundos en esa posición mientras abría suavemente la boca y volviéndolo a cerrar de igual forma porque no sabía qué responder. Soltando el agarre de las muñecas contrarias y apartándose en silencio de ella.

Apenas y pudo pronunciar el verdadero nombre del Autor, quizá por vergüenza.

Quizá por…

Entonces se largó, sin decir más nada. Dejando al Autor un poco confundido y triste ante su comportamiento. Trató de dormir.

Sus preguntas, al final, no obtuvieron respuesta.



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En el texto hay: escritos, naturaleza, desconocido

Editado: 28.12.2021

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