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Había caído, no por debilidad, sino que también tenia sus necesidades, también tenia ganas de probarlo a pesar de ser ajenos uno del otro.
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Viernes, 29 de octubre de 2021
Sus ojos comenzaban abrirse lentamente, aferrándose luego al cuerpo contrario siendo este un movimiento suave, delicado, para tratar de no despertarlo. Cosa que fue inútil, pues ese de cabellos largos, comenzó a recorrer con sus manos el cuerpo del Autor, haciéndole saber que sin importar qué, estaba al tanto de cualquier movimiento.
Quizá y no quería que se le escape como la ultima vez.
Es por ello que comenzó a ejercer un encanto desapercibido, como un sedante, relajando con sus manos todo el ser que implicaba el Autor. Encanto que si bien, hacia una única tarea, también encendía los sentidos de su contrario, quien se daba cuenta de sus intenciones y trataba de irse.
Escapar, huir...
Aunque siempre le fue un deleite romper sus propias reglas y normas.
— Tanto tiempo evadiéndote y aquí me tienes, a tu merced- empezó a recitar totalmente inspirado por la situación, olfateando el cuello de su amante—, sintiendo tus caricias, besos cálidos y- lamió y besó aquella zona, dándole después pequeñas mordidas hasta sentir—, …tu cuerpo que me tenia tentado estando yo enamorado hace mucho, mucho tiempo.
[…]
Despertar, despojado de sus ropas, con un corazón que le palpitaba a mil con el afán de salir de sus entrañas gracias a una pesadilla que tuvo hace segundos, no era del todo agradable. Odiaba esa sensación y buscó calmarse aferrándose a lo que creía ser su almohada, mas el frío intenso que este mismo emanaba y su textura, hizo que reaccione con rapidez para acomodarse sobre la cama.
No se trataba de otro de sus sueños.
El Autor realmente se encontraba ahí junto a él.
Junto al cuerpo inerte de...