Capítulo 15: La Propuesta de los Dioses

Después de la tormenta, nos encontramos con los padres de Daniel en la orilla, sus rostros llenos de una mezcla de alivio y preocupación. Su madre, la diosa del mar, me sonrió, pero había un rastro de tristeza en sus ojos que no pude ignorar. Su padre, el dios del cielo, observaba a Daniel con una mirada cargada de orgullo y melancolía.

"Has luchado valientemente, hijo", dijo su padre, con un tono de voz que resonó con el poder de los truenos que había invocado durante la tormenta. "Has demostrado tu valía no solo a nosotros, sino a todos los dioses."

"La tormenta fue la furia de los dioses de la tierra", explicó su madre, su voz suave pero fuerte como las olas del mar. "Estaban furiosos por tu unión con una mortal. Pero tu victoria ha calmado su ira... por ahora."

"Sin embargo, tememos que su ira pueda resurgir en el futuro", continuó su padre. "Por eso te ofrecemos un regalo. Si eliges, puedes convertirte en un mortal, para vivir tu vida en la Tierra con Sofía, sin la amenaza de la ira de los dioses."

Las palabras de su padre me dejaron atónita. ¿Daniel, un mortal? Mi corazón latía con esperanza y miedo. Esperanza por la posibilidad de un futuro juntos, lejos de las iras de los dioses. Pero también miedo por lo que significaría para él renunciar a su divinidad.

Miré a Daniel, buscando alguna indicación de sus pensamientos. Pero su rostro estaba inescrutable, sus ojos oscuros reflejando la profundidad del océano y llenos de decisiones por tomar. Su mano encontró la mía, sus dedos entrelazándose con los míos en un gesto de consuelo y apoyo.

"Cada decisión tiene su precio", murmuró, sus palabras apenas perceptibles por encima del susurro del mar. "Y esta... no es una excepción."