El Baúl del Yo

introducción

Por uno mismo se hace el mal y uno mismo se contamina. Por uno mismo se deja de hacer el mal y uno mismo se purifica. La pureza y la impureza dependen de uno mismo. Nadie puede purificar a otro.

---DHAMMAPADA

 

 

 

       Gran porcentaje de la población mundial se ha cuestionado alguna vez: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Cuál es el objeto de la existencia? Obviamente esto nos ha perturbado, pero ¿quién querría sentirse de ésta manera?  Es por eso que elegimos la forma más fácil de resolver el asunto, optamos por un patrón de vida: una creencia, dogma, un maestro, una ideología, un paradigma, o hasta un sofisma que nos haga sentir la ilusiòn de seguridad. Cabe aclarar que eso no funciona de esa manera y las incògnitas nos acompañarán toda la vida.

 

       Recuerdo una ocasión en que una persona luego de leer uno de mis escritos, me sugiriò una solución: “lee la Biblia y ya”, así de sencillo. ¿Cree usted que esto soluciona todo? Siendo realistas esto no es la solución, se puede verbalizar, teorizar, imaginar sobre el significado de la vida y aún así seguiríamos con la misma incertidumbre, reemplazamos ése sentimiento por impresiones que nos hagan sentir la satisfacción de la ilusión de seguridad, una especie de placebo espiritual.

 

 

En tanto no busquemos el conocimiento propio a través del auto-descubrimiento, seguiremos viviendo en la ilusión de las creencias, las teorías y los dogmas.

 

En Mateo 7:7 dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.”  ¿Será que éste versículo se refiere a la búsqueda de las respuestas en una religión, secta, dogma o creencia? Desde luego la respuesta es no, más que eso, se refiere a la búsqueda libre de nuestro verdadero origen.

 

La investigación, el amor por la búsqueda de la verdad, el sentido crítico y no limitarnos a creer lo que dice un determinado sujeto, religión o secta e incluso un libro y mucho menos en alguien que dice haber encontrado la verdad; porque el acto de creer es una ilusión. Debemos experimentar aquello que está más allá de las creencias, los conceptos, las ideas; eso que es la verdad, y sólo es posible através del auto-descubrimiento.

 

Un día decidí sacar a la calle los objetos viejos de mi casa para que se los llevara el camión de la basura; me sorprendió ver la cantidad de cosas innecesarias que se acumulan, y que sólo ocupan espacios valiosos en nuestra casa, con la excusa de tenerles un posible uso a futuro o porque nos traen recuerdos de un pasado que murió y ya no existe, y que sòlo sirven para acumular polvo y plagas.

 

En ése momento recordé la frase de Emmanuel kant: "Lo exterior es el reflejo de lo interior". Así como acumulamos cosas en la casa, de igual manera las acumulamos en nuestro interior, guardamos emociones, pensamientos, recuerdos, sentimientos, malas y buenas experiencias, resentimientos, creencias, etc.

 

Éste cúmulo se almacena en la memoria, conformando al mí mismo. La práctica del auto descubrimiento abrirá la antigua puerta del sótano de la memoria donde yace extraviado el hombre.

 

 

Tendremos que comprender el proceso del mí mismo, para encontrar a nuestro verdadero ser, eso no lo puede hacer una creencia, religión, pastor o gurú espiritual. A través del conocimiento propio, que adquirido con la práctica del auto descubrimiento se puede alcanzar.

 

Esta obra se enfoca a aquellos que ambicionan por sí mimos evidenciar una respuesta verdadera, por eso, éste libro debe asimilarse con la práctica.

 

No más creencias, no más teorías, indaga, investiga, practica, experimenta lo eterno y lo inefable en cada momento.

 

 

 




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