"Todo va a cambiar, así que no tengas miedo de los cambios, al revés, intenta aprender de ellos todo lo posible ya que son inevitables".
🚫🚫🚫
Hana.
Las palabras de Andrew aun resuenan en mi cabeza.
Después de todo ¿Quién me garantiza que me ayudaría a buscar a mi hermano? En mis manos mantengo el sobre que esa noche dio Max, ¿Por qué es tan importante esto? ¿Por qué Max me pidió con desesperación que lo guardara? Y la más importante ¿Por qué los Góluvek y Andrew lo anhelan tanto?
Observo el reloj de la pared que indica que son las 9:00 ocasionando que aumente más mi ansiedad. El sonido de un auto estacionándose al frente de mi casa me indica que es la hora. El vino por mí, tal como dijo. Guardo el sobre en mi maleta de regreso llevándola conmigo.
Me despido del cachorro por ultima vez antes de voltear al gran auto en donde un chofer abre la puerta y me indica que ingrese.
El viaje se hace un poco eterno desde que partimos desde mi casa, por alguna razón el camino se me hace reconocido, entonces recuerdo que es el mismo que tome cuando Sali de aquella mansión, nos dirigíamos ahí, a la casa de Andrew.
— Hemos llegado — abre la puerta en chofer señalándome la mansión, le agradezco por el gesto caminando hasta el interior del lugar.
La misma señora, a la que la otra vez el llamo nana, Cecilia me da la bienvenida con una cálida sonrisa, me indica que lo espere en la sala, mientras que el termina unos asuntos.
Los minutos pasan y cada vez me siento más incómoda. Cecilia me ofrece una taza de té mientras espero por él.
— ¿Seguro vendrá? — pregunto.
Ella suspira apartando la mirada.
— En unos minutos termina —- avisa, decidida a no aburrirme más le pido que se quede y de inmediato comenzamos a platicar.
— Enserio no puedo creer que... — mis palabras son interrumpidas por unas risas que cada vez se escuchan desde las escaleras.
Andrew baja acompañado de una chica muy hermosa, con un cuerpo asombroso ajenos a nuestras presencias. Cecilia llama su atención cuando este está dispuesto a besarla y cuando su mirada se centra en mi la aparto de inmediato, sintiendo un ardor en mi pecho.
¿Acaso esto es molestia?
Debo estar delirando, al pensar lo que esa persona haga. Andrew despide a la chica, a lo que esta clava su mirada en mí puedo ver claramente el veneno en sus ojos y la mueca de desagrado me lleva a la conclusión de que no le caigo nada bien.
Entonces Cecilia se retira dejándonos solos en medio de la sala.
— Acompáñame — pide caminando hasta una puerta en la planta baja.
Le doy mi ultimo sorbo a la taza de té antes de seguirlo. Ingresamos a la habitación que resulta ser un estudio, detrás de mi cierra la puerta con seguro.
— ¿Por qué el seguro? — cuestiono alarmada.
— Tranquila, así tendremos más privacidad — dice sentándose en aquel sillón detrás del escritorio.
Mostrando la gran postura que posee.
— Necesito que me des detalles — empieza —. ¿Cómo paso? — Al principio no entendía a qué se refería, pero luego supe que se trataba de la desaparición de Max.
— No lo sé, cuando llegué a casa encontré la sala hecha un desastre y con un pequeño charco de sangre junto a esta nota.
Le entrego el pequeño papel en donde menciona a la mafia Góluvek.
Este aprieta su mandíbula repitiendo el nombre en sus labios saboreando con lentitud cada palabra plasmada en el papel.
— Fuiste muy descuidado Max — murmura arrugando el papel —. Escucha, Max está en peligro y dudo que a estas alturas este con...
Lo interrumpo cuando sé a lo que se refiere —. Ahórrate esa palabra, ni tú, ni Edgar me dirán si mi hermano vive o no. Necesito comprobarlo y para eso debo hallarlo.
Parece que el hecho de que nombrar a Edgar lo sorprende.
— Los Góluvek no son un juego — pronuncia con seriedad.
— Lo sé
— No Hana, los conozco a la perfección, si Max les quito los papeles, créeme no lo tienen en una silla de oro — se sirve un vaso de whisky.
— ¿Cómo sabes eso?
— Trabajé un tiempo para ellos — musita bebiendo aquel liquido en un solo trago. Hace una ligera mueca ante el sabor—. Sé como es su forma de pensar, en especial de Shadow.
¿No entiendo quién es Shadow?, pero cada cosa que me ha contado me desespera más al saber que Max podría estar siendo torturado en alguna parte de Londres.
— Ami dijo que la cosa que más le fascina a los Góluvek es negociar.
— Tiene razón, pero no siempre es confiable.
— ¿Por qué? Es lo que más les encanta.
— Digamos que Shadow no juega limpio, siempre le ha gustado los juegos sucios.
Entonces ¿Qué podemos hacer para salvar a mi hermano del mandato de Shadow?
Sus siguientes palabras llaman mi atención —. Pero hay algo que puedes hacer.