El beso de la Luna

6. La noche de la revelación. Parte 1

Luna - El Silencio Roto

El aire en la Mansión Alfa moon era denso, cargado de una expectación palpable que me oprimía el pecho como un corsé invisible. La decoración era exquisita, flores blancas y plateadas dispuestas con una precisión casi dolorosa, la luz de las lámparas de cristal reflejándose en las copas llenas de un vino tinto oscuro. Era una celebración íntima, me habían dicho mis padres, solo la élite de la manada reunida para marcar el decimonoveno cumpleaños de Mathew, el momento en que su lazo de apareamiento se manifestaría.

Yo me movía entre la multitud como un fantasma, sintiéndome fuera de lugar en mi sencillo vestido azul oscuro, un contraste sombrío con los elaborados trajes y las joyas brillantes que adornaban a las demás lobas. Había intentado, con una insistencia casi desesperada, evitar esta noche.

La excusa de la migraña selectiva había sido mi último recurso, pero mis padres, con esa mezcla de cortesía inquebrantable y una curiosidad que no podían disimular, me habían convencido de asistir.

"Es importante, mi cielo,"- había dicho mi madre, su voz suave pero firme. -"Debemos mostrar nuestro apoyo."- Rob, a mi lado, me había lanzado una mirada que hablaba de secretos compartidos y una comprensión tácita de mi tormento silencioso.

La noche avanzaba lentamente, cada conversación educada, cada brindis entusiasta, cada mirada cómplice entre Mathew y Lyra era una pequeña astilla clavándose en mi corazón. Lyra brillaba, su vestido verde esmeralda resaltando sus ojos oscuros, su mano entrelazada con la de Matt como una promesa tangible de su futuro. Él sonreía, una sonrisa cortés para los invitados, pero sus ojos volvían constantemente a ella, buscando su aprobación, su complicidad.

Cada vez que sus miradas se encontraban, un dolor agudo me atravesaba, un recordatorio de lo que nunca sería mío. Tea, mi loba interior, permanecía en un silencio inquietante, una calma tensa que presagiaba la tormenta.

-"¿Estás bien, cariño?"- La voz suave de mi madre a mi lado me sobresaltó. Asentí, forzando una sonrisa que sentí tan falsa como una moneda de madera. -"Solo un poco cansada."-

"Es una noche importante para Mathew," continuó mi padre, su mirada siguiendo al joven alfa mientras recibía las felicitaciones de un anciano miembro de la manada. -"Un buen muchacho. Y él y Lyra... hacen una pareja excelente."- Sus palabras, aunque bien intencionadas, fueron como un puñal.
-"Sí,"- fue todo lo que pude responder, mi voz apenas un susurro.

Entonces, la atmósfera cambió. Un silencio expectante se extendió por el salón cuando la luz de la luna llena, un disco plateado y majestuoso que ascendía en el cielo estrellado, comenzó a inundar la estancia a través de los amplios ventanales.

Era el momento. El aire pareció cargarse de una electricidad invisible, la respiración de los presentes contenida. Todas las miradas se posaron en Mathew, esperando la señal, el brillo en sus ojos que confirmaría a Lyra como su compañera destinada.

Mathew cerró los ojos, inhalando profundamente. Sentí un escalofrío recorrer mi propia piel, una mezcla de temor y una esperanza irracional que me avergonzaba. Cuando abrió los ojos, su mirada recorrió el salón lentamente, deteniéndose en cada rostro conocido. Y entonces, sus ojos se clavaron en los míos.

Por un instante fugaz, sentí una conexión, una chispa inexplicable que encendió una llama tenue en la oscuridad de mi corazón. Su expresión era de sorpresa, casi de incredulidad. Pero luego, sus ojos se endurecieron, su mandíbula se tensó. Una negación fría y rotunda cruzó su rostro. Para mi horror, comenzó a caminar hacia mí, dejando a una Lyra confundida con la mano extendida.

Cada paso de Matt hacia mí se sentía como un clavo más en mi ataúd emocional. Se detuvo justo frente a mí, su mirada fría y distante, sin rastro de la calidez que a veces, en mis sueños más osados, creía haber vislumbrado. Su voz, cuando habló, resonó con una claridad cruel en el silencio expectante.

-"Ante todos ustedes,"- comenzó, su mirada recorriendo brevemente a nuestros padres y a la multitud reunida, antes de volver a clavarse en mí con una frialdad glacial. -"En esta noche en que mi lazo de apareamiento se revela, debo ser claro. Mi compañera... no eres tú, Luna Simons."- Cada palabra era un golpe, destrozando la frágil esperanza que aún anidaba en mi interior.

-"El Destino se equivoca. Mi corazón, mi lobo... no te reconocen. Mi compañera es Lyra." Tomó la mano de Lyra, que se había acercado con una mezcla de confusión y alivio, y la levantó en alto. -"Ella es mi futuro, mi presente, mi todo."-

-"Yo, Mathew Moon, futuro alfa de la manada luna oscura, te rechazo a ti Luna Nefthally Simons, cómo mi compañera predestinada y futura luna de esta manada."-

El mundo a mi alrededor se desdibujó. Sentí mi corazón romperse en mil pedazos, un dolor tan intenso que apenas podía respirar. La humillación me quemó, la vergüenza de ser rechazada tan públicamente, tan brutalmente, delante de toda la manada.

Una única lágrima caliente se abrió paso entre mis pestañas, deslizándose silenciosamente por mi mejilla como un testimonio solitario de mi corazón destrozado.

¿Creen que fue lo correcto rechazarla delante de todos?

Me responden en los comentarios

Los quiero Adioooos ❤️




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