Mathew - La Verdad Negada
El murmullo de felicitaciones y buenos deseos había sido un ruido de fondo constante durante toda la noche, una sinfonía de expectativas que había intentado abrazar. Lyra a mi lado, su mano cálida en la mía, era la confirmación tangible de mi futuro. La veía como mi igual, mi compañera lógica, la reina que gobernaría a mi lado. La idea de que el lazo de apareamiento simplemente sellara lo que ya era, me llenaba de una satisfacción tranquila.
"Estás radiante esta noche," le susurré a Lyra, atrayéndola más cerca. Ella sonrió, sus ojos verdes brillando con una posesividad que siempre había encontrado… apropiada.
-"En una semana, todo será oficial,"- respondió, su voz suave pero con un tono de certeza inquebrantable.
-"Siempre lo ha sido,"- repliqué, aunque una pequeña punzada de algo indefinible me molestó por un instante, una sombra fugaz en mi mente. Nox, mi lobo, había estado inquieto toda la noche, un gruñido bajo y constante vibrando en mi pecho sin razón aparente.
Cuando la luz de la luna llena inundó el salón, sentí la presión de las miradas sobre mí. Era el momento. El lazo. Cerré los ojos, esperando sentir la familiar atracción hacia Lyra intensificarse. Pero en cambio, una punzada diferente me recorrió, un tirón inesperado, sutil al principio, pero que crecía con cada latido de mi corazón. Abrí los ojos, mi mirada buscando instintivamente la fuente de esa conexión. Y allí estaba ella, Nefthally Simons.
Fue como si el mundo se hubiera detenido. El lazo, que esperaba dirigirse hacia Lyra, se había desviado, un cable incandescente conectándome a ella, a la silenciosa, casi invisible chica. Su belleza etérea, la intensidad silenciosa de sus ojos que siempre había intentado ignorar, ahora brillaban con una claridad deslumbrante. Ella. Mi compañera. La verdad me golpeó con la fuerza de un maremoto, dejándome sin aliento.
De repente, Nox se agitó dentro de mí, un torrente de alegría pura y salvaje inundando mi mente.
¡Ella! ¡Ella es nuestra, Mathew! ¡Por fin! ¡Es hermosa, es perfecta! No importa que no tenga loba aún, ¡la amaremos, la protegeremos! ¡No te atrevas a rechazarla! ¡Es nuestro Destino! Su júbilo era tan intenso que casi me tambaleo.
-"Cállate,"- siseé mentalmente a Nox, mi mente luchando contra la repentina y abrumadora verdad. -"Esto no puede ser. No ella. Es Lyra. Siempre ha sido Lyra."-
¡No! ¡Mientes! ¡La sientes, Mathew! ¡El lazo! ¡Es ella! ¡Mi corazón la reconoce, mi alma la anhela! ¡No cometas este error! ¡La amaremos juntos!, La insistencia de Nox era implacable, su alegría palpable.
Sentí una punzada de algo parecido a la verdad en sus palabras, pero el miedo, la imagen de mi futuro cuidadosamente construido con Lyra, era demasiado fuerte. -"Lo siento, Nox,"- pensé con una firmeza que no sentía. -"Pero no la quiero cerca. Ella no es para nosotros. Es Lyra."-
Con una determinación fría y antinatural, dejé la mano de Lyra, ignorando su mirada confundida, y caminé hacia ella. Cada paso se sentía pesado, antinatural, como si estuviera traicionando algo profundo dentro de mí. Me detuve frente a ella, mi voz fría y distante, intentando borrar la conexión que acababa de sentir.
-"Ante todos ustedes,"- dije, mi mirada recorriendo brevemente a nuestros padres y a la multitud reunida, antes de volver a clavarse en la intensidad silenciosa de sus ojos. -"En esta noche en que mi lazo de apareamiento se revela, debo ser claro. Mi compañera... no eres tú, Nefthally Simons."- Cada palabra era un puñetazo, una negación brutal de la verdad que mi lobo gritaba. -"El Destino se equivoca. Mi corazón, mi lobo... no te reconocen. Mi compañera es Lyra Blackwood."- Tomé la mano de Lyra, que se había acercado con una mezcla de confusión y alivio, y la levanté en alto. -"Ella es mi futuro, mi presente, mi todo."-
-"Yo, Mathew Moon, futuro alfa de la manada luna oscura, te rechazo a ti Luna Nefthally Simons, cómo mi compañera predestinada y futura luna de esta manada."-
Vi una única lágrima resbalar por su mejilla, un testimonio silencioso de su corazón roto. Una punzada fría de algo parecido al remordimiento me atravesó, pero la enterré bajo mi miedo y mi obstinación.
Nox gimió en mi interior, un sonido de profundo dolor y traición.
Ella me miró, su rostro pálido pero su postura sorprendentemente erguida. No había súplica en sus ojos, solo una tristeza profunda y una dignidad inquebrantable. Su voz, cuando finalmente habló, era suave pero resonaba con una claridad que silenció a toda la sala.
"Entiendo, Mathew,"- dijo, su voz apenas un susurro cargado de una tristeza inmensa. -"Si tu corazón no me reconoce, no puedo obligarlo, -Acepto tu rechazo."-
Sentí como mis piernas se debilitaron y caí de rodillas ante ella con un dolor en el pecho que nunca había sentido en mi vida.
Su mirada se mantuvo firme en la mía, sin rastro de rencor, solo una profunda decepción. -"Pero recuerda mis palabras, Mathew moon. "-El Destino rara vez se equivoca. Y hoy... hoy has cometido un error que lamentarás."-
Se giró, su porte majestuoso a pesar de la visible fragilidad de su corazón, y comenzó a caminar hacia la puerta. La vi alejarse, y una punzada fría de pánico me recorrió. ¿Qué estaba haciendo? Nox aullaba en mi mente, un lamento de pérdida y furia.
-"Luna... espera,"- intenté decir, mi voz quebrándose.
Ella se detuvo en el umbral, sin volverse. Su voz, cuando finalmente habló, era suave pero resonaba con una claridad glacial que heló la sangre en mis venas. -"Es tu pérdida, Alfa Mathew."- Y con esas palabras, salió de la mansión, Inmediatamente cruzo el umbral de la puerta el cielo se estremeció con un relámpago que nos asustó a todos avisando de una tormenta que nadie esperaba, ella se fue dejándome allí, con el eco del aullido de dolor de mi propio lobo resonando en mi alma. La magnitud de mi error comenzó a asentarse en mi interior, fría y pesada como una lápida, mientras la figura solitaria de Luna desaparecía en la noche lluviosa.
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Editado: 05.06.2025