El aroma a café recién hecho y pan tostado llenaba la cocina, mezclándose sutilmente con la inconfundible fragancia de Arick, ahora tan familiar para Luna. Se sentaban uno frente al otro en la mesa de madera maciza, los restos de un desayuno abundante esparcidos entre ellos. La luz matutina se filtraba por las ventanas, iluminando el brillo travieso en los ojos de Luna.
-"¿Sabes?"- comenzó Luna con una sonrisa dulce, llevando una taza de café a sus labios, -"nunca pensé que un Rey Alfa podría ser tan... adicto a los besos matutinos."-
Arick gruñó suavemente, aunque sus ojos dorados brillaban con afecto. -"Solo estoy asegurándome de que mi Luna comience el día de la mejor manera posible."- Extendió una mano y acarició suavemente su mejilla. -"Y tú, pequeña loba, pareces bastante complacida con el arreglo."-
Luna rió, inclinándose en su toque. -"No me quejo en absoluto."- La conversación fluyó hacia su pasado. Arick escuchaba atentamente mientras Luna le contaba sobre su antigua manada, sobre los campos verdes y el río serpenteante que atravesaba su territorio.
-"¿Tenías muchos amigos de niña?"- preguntó Arick, su curiosidad genuina.
Luna suspiró ligeramente. -"No realmente. Siempre fui un poco... diferente. Y luego estaba Tea. Para protegerla, para protegernos a ambas, me mantuve alejada. Mi familia era mi mundo."-
Arick apretó su mano sobre la mesa. -"Ahora tienes una familia mucho más grande, mi Luna. Y siempre te protegeré."-
-"Lo sé,"- respondió Luna, sus ojos plateados llenos de una certeza inquebrantable. -"Y me siento segura en tus brazos, Arick. Pero también necesito... necesito seguir adelante con mis propios sueños."-
Arick le dijo con la mirada que continuará hablando.
-"Sí,"- asintió Luna. -"Antes de... todo lo que pasó, estaba a punto de empezar la universidad. Han pasado cinco meses desde que terminé el instituto, y anhelo volver a estudiar."-
La expresión de Arick se endureció ligeramente. -"No me gusta la idea de que estés lejos de mi lado, sin que pueda protegerte directamente."-
Luna se inclinó hacia adelante, su voz suave pero firme. -"Puedo cuidarme sola, Arick. Tea y yo somos más que capaces. Pero quiero ser doctora. Siempre ha sido mi sueño."-
Arick permaneció en silencio por un momento, su mirada intensa. -"Doctora... es una ambición noble. Pero la seguridad es primordial."-
-"Y lo será,"- insistió Luna. -"Pero necesito esto para mí. Necesito sentir que estoy construyendo algo propio."-
Arick suspiró, cediendo ligeramente. -"Investigaré sobre las universidades cercanas. Si decido que un lugar es seguro para ti, entonces... estaré de acuerdo."-
Los ojos de Luna se iluminaron. -"¿De verdad?"-
-"Con mis condiciones,"- añadió Arick con una sonrisa apenas perceptible. -"Yo decidiré dónde estudiarás, mi Luna. Necesito saber que estás a salvo."-
Luna sonrió, aceptando su compromiso. -"Es justo."-
En ese preciso momento, la puerta de la cocina se abrió de golpe, revelando a una Aurora radiante. -"¿Lista para irnos, Luna? ¡Tenemos muchos pequeños lobitos que organizar!"-
Arick frunció el ceño, su mirada interrogante hacia Luna, teñida de una posesividad repentina y un gruñido bajo que resonó en su pecho. -"No quiero que se vaya, no la dejes ir idiota, que se quede con nosotros. "-gruñó Apex en el vínculo, su tono sorprendentemente ansioso.
Luna notó la tensión en Arick. Se levantó de la mesa y se acercó a él, rodeando su cuello con sus brazos y depositando un beso suave pero profundo en sus labios. El contacto pareció calmar instantáneamente la rigidez en sus hombros y el murmullo de Apex se aquietó. -"Volveré pronto, mi Alfa,"- susurró contra sus labios. -"Es importante. Y siempre estaré segura mientras piense en ti."-
Arick la abrazó con fuerza por un instante antes de soltarla, aunque sus ojos dorados seguían cada movimiento. -"Ve entonces, mi Luna. Pero vuelve pronto."-
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Editado: 14.06.2025