El Beso del Demonio

Cap. 11

“― ¿Crees que nos encuentre pronto? ― pregunta acomodando su vestido al dejarse caer en césped verde.

― No lo sé, esperemos que no, odiaría que nos encuentre ahora que recién podemos vernos ― responde el joven cayendo de espaldas en el césped, clavando la mirada en azulado cielo y suspirando.

― ¿Tienes miedo? ― pregunta repentinamente viéndolo, aunque por alguna razón su rostro no es claro.

― ¿Y tú? ― voltea a verla.

― Un poco, temo perderte tantas veces que olvide lo que siento por ti ― susurra respirando con pesar ― ¿Sabes que te amo?

― ¿Vas a despedirte ya? ― se incorpora preocupado.

― No, pero, no quiero dejar las cosas a media ― desvía la mirada.

― No importa cuántas veces tenga que buscarte, ni cuánto tiempo tenga que esperar por tu próxima vida, no hay manera de que olvides lo que sentimos, no hay forma en que tú y yo no tengamos otro final que no sea estando juntos, Luciana ― besa sus labios ― Yo vivo gracias a ti, no lo olvides.

― Te amo ― susurra la muchacha para apoderarse de sus labios en un beso cargado de sentimientos y emociones, las mismas que llevan años revoloteando en su pecho como mariposas en un campo.”

 

Se incorpora rápidamente, observa su recámara encontrándola vacía y solitaria, frunce el ceño llevando su mano a la cabeza, ¿Qué fue todo eso? ¿Un recuerdo? ¿Quién era el joven? ¿Por qué su rostro no estaba definido en su mente? Las últimas palabras resuenan sin parar, “Te amo”, realmente así lo sintió y fue la sensación más bonitas de todas pero desapareció rápidamente.

Sacude la cabeza, quita las mantas de su cuerpo y pronto está de pie buscando su ropa y sus cosas para retomar su rutina universitaria, no tiene ninguna intención de dejar de ser quien es por una loca historia, se supone que a quien amó alguna vez falleció por lo que ya no debería haber problema puesto que no ama a nadie, ni siquiera es capaz de recordar a ese hombre, en todo caso, podría intentar razonar con Lucifer… Descabellado, lo sabe, es completamente loco y ridículo pero teniendo en cuenta todo no puede ser peor.

Toma su bolso revisando los mensajes de sus amigas, antes de poder llegar a la puerta del cuarto se ve con el camino obstruido por Tamiel quien la observa serio sin saber bien que decir al respecto pero dispuesto a llevar a cabo su misión a cualquier precio.

― Debo asistir a mis clases ― comenta suspirando.

― Necesito que te quedes aquí, no puedes salir sola porque corres peligro y lo sabes ― responde el chico intentando razonar con ella.

― No importa donde este o quien me acompañe, lo estaré siempre, no puedo vivir encerrada ― lo observa ― No quiero vivir así.

― Podría ser tu última oportunidad para vivir ― suelta rápidamente.

― Entonces tengo que aprovechar cada minuto ― sus miradas se sostienen sin problema ― Puedes acompañarme si gustas pero no voy a quedarme aquí. ― pasa por su lado decidida.

Mientas baja las escaleras escucha atenta los improperios del joven y sus respectivos pasos detrás de ella, suspira, temía que hiciera alguna especie de escena que la pudiera poner en una situación comprometedora con su madre y hermano; de pronto se ve inmóvil en el lugar, volteando lentamente en dirección a Tamiel puesto que no puede dejarlo aparecer en la sala de estar, ¿Cómo explicaría la presencia de un hombre en su casa? ¿Y en su habitación? Para su sorpresa, Marcos se encuentra bajando detrás de ella, pasa por el lado derecho del ser sobrenatural sin siquiera notarlo y levanta la cabeza viéndola extrañado.

―  ¿Todo en orden? ―  teclea en su móvil rápidamente.

―  Sí ―  asiente terminando de llegar a la sala de estar. ―  Ya me tengo que ir.

―  No deberías ir, descasa, aprovecha la casa para hacer algo con tus amigas ―  suspira el joven.

―  ¿Por qué todos intentan mantenerme encerrada? ―  pregunta molesta.

―  ¿Todos? ―  frunce el ceño.

―  Olvídalo ―  rueda los ojos mientras se dirige a la salida, toma el picaporte de la puerta y una vez fuera de la casa lo azota con furia.

Sabe que su hermano intenta mantenerla en casa debido a los medicamentos que cree que ella está ingiriendo, sabe que su madre probablemente le haya dicho que debe convencerla de que lo mejor es quedarse en casa y esperar a que no suceda nada más o, por el contrario, asegurarse de que si algo se sale de control puedan ser capaces de solucionarlo ellos mismos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.