El beso del Fantasma

Llantos en la oscuridad (parte 2)

Seguía corriendo hasta que llegue a la puerta de mi habitación, desesperadamente intente abrirla pero la estúpida puerta se trabo y no quería abrir, no dudé y empecé a correr. Oía las pisadas detrás de mí cada vez más cerca, de repente pararon, mire hacia atrás y ya no la vi, pare de correr y la busque desespera por todo el lugar, pero no la vi.

Me sentí aliviada y trate de recuperar un poco el aliento. Algo tibio calló en mi frente
para luego deslizarse lentamente por mi cara. Era sangre. Eché la cabeza hacia atrás para tratar de descubrir lo que era mire hacia  arriba y aquella cosa que me perseguía estaba en el techo, su piel ya no era blanca sino que ahora la tenía toda desfigurada y los pequeños agujeros que tenia se hicieron más grandes y de ellos emanaba sangre, empecé a correr de nuevo pero, esta vez no tenía rumbo, solo quería llegar a un lugar donde me sintiera segura y esa cosa desapareciera.

Mire hacia arriba y aun seguía persiguiéndome, esa cosa estaba corriendo en el techo del hospital con sus manos y patas, mientras me perseguía sólo me gritaba " vamos a jugar. vamos a jugar", corrí más rápido, pero, ella era más rápida que yo, mientras corría vi una habitación abierta y no dude entrar en ella, mire a todos lados para ver donde me podía ocultar pero no había nada. Entonces una cama de hospital estaba abultada al parecer alguien estaba durmiendo allí cubierto(a) con sábanas blancas. No me importo y sin pensarlo dos veces me subí a la cama y me tumbe al lado izquierdo de esa persona y como si fuera un impulso incontrolable lo(a) abraze fuertemente.

La sábana blanca era fina y pude ver cómo aquella cosa entro a la habitación buscándome.

—solo quiero jugar contigo.- dijo mientras caminaba lentamente por toda la habitación, mi corazón latía tan fuerte que podía escucharlo.— ¿vamos a jugar?.- repitió pero esta vez enojada.

Sin querer  moví un poco mi brazo y un pequeño vaso de cristal que había a mi lado calló al suelo y se rompió produciendo un sonido que llamó la atención de aquella cosa,  ella miró hacia donde yo estaba, empezó a acercarse lentamente a la cama, tomo la sabana blanca y la empezó a levantar lentamente "hasta aqui llegue, ya estoy muerta" fue lo único que pasó por mi cabeza en aquel momento.  Cerré mis ojos rápidamente y de repente se escucharon unos gritos horribles que resonaban en mis oídos haciéndome sentir un pequeño dolor en estos, apreté mis puños y ojos  fuertemente  y lo último que escuche fue un portazo.

— Oye niña ya deja de abrazarme, esa cosa ya se fue.– escuche una voz profunda, masculina y grave que se me hacia conocida, abrí los ojos de golpe y eché la cabeza hacia atrás para ver de quien se trataba. Mis ojos se abrieron como platos al ver de quien se trataba de la sorpresa me sobresalte y caí al suelo al instante.—¿estas bien?.– dijo mirándome fríamente.

—s-si estoy bien.– "mentira" no estaba nada bien, pensé que todo había sido un sueño, pensé que "ÉL" había sido un sueño. Lo mire un poco sorprendida mientras que el sólo me miraba como si fuera un objeto extraño.— ¿que haces aqui?.
— estoy trabajando que no vez.– se bajó de la cama, encendió  la luz de aquella habitación y clavó su mirada en mi.
— ¿cómo supiste mi nombre?.– dijo acercándose hacia  donde yo estaba, me levanté del suelo y nuestras caras quedaron muy cerca y cuando digo muy cerca es porque podía sentir su respiración. Mi respiración se entrecorto, mi color cambio a un tono pálido, mi garganta se secó y tuve que tragar saliva.
— n-no se tu nombre.– dije en susurros casi inaudibles incluso para mi misma.
— eso no es cierto, porque en el bosque me llamaste y te oí claramente.– no sabia que decirle estaba confundida, no entendía de qué me hablaba, entonces recordé, mi madre me había dicho que estaba llamando a alguien pero no- Uriel ¿ese es su nombre ?.
— ¿u-Uriel?.– dije mirándolo a los ojos.

— si.– dijo  acercándose aun más.— ¿quien te lo dijo?.– retrocedí un poco hacia atrás para alejarme un poco de él para que no notara que estaba nerviosa hasta el punto de casi desmayarme.
— no lose.– me miró con los ojos entrecerrados y luego retrocedió diciendo un" digamos que te creo" lo mire a los ojos pero él evitó la mirada y salió por la puerta de aquella habitación, me quede paralizada por un momento pensando en lo que me había dicho.

Reaccione y sali detras de él. Estaba parado de espaldas en el pasillo, movió un poco su cuello y pude ver su tatuaje de dragón, de repente se escucharon unos saltos que resonaban por todo el lugar haciendo eco, aquellos saltos me recordaron a "esa cosa" que me percesia mi corazón se aceleró y casi caí al suelo, pero, él, detuvo la caída enredandome suavemente en sus brazos, la verdad es que en ese momento ya no supe si estaba asustada por los sonidos o por estar tan cerca de él. Los pasos se acercaban cada vez más y mientras más cerca estaban más crecía mi miedo, cerré los ojos y me aferre a él como nunca antes lo había hecho con nadie.




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