El Beso Venenoso

CINCO VIAJE A ÁFRICA ECUATORIAL

Despierta y haciendo unos estiramientos deja la cama, da una mirada por la ventana, observa que el día está espléndido, se preparara para cumplir con las actividades programadas. Será un día de mucha actividad, tendrá que visitar a su amigo Jender, los preparativos del viaje están bien avanzados. Hay que hacer un análisis bien determinado, de otros elementos que son necesarios, para partir al destino donde se encuentra el misterioso huevo.

Tendrán el tiempo suficiente para recabar, lo más mínimo que esté vinculado, con los requisitos que deben sustentar, para presentarlos en el país que van a visitar.

—Jean presiona el timbre —dice—. Espero que el este en su oficina.

—¡Quien será —dijo Jender!

—Discúlpeme amigo, no hice mi anuncio de que vendría, a visitarte.

—No te preocupes, bienvenido.

—Vine para que finiquitemos —lo del viaje.

—¡Excelente idea!

—Considero que debemos, conocer cuáles serán los requisitos, que hay que sustentar para obtener el huevo —dice Jean.

—Si estoy de acuerdo contigo, hay que recabar esa información, tenemos que justificar con qué fin es que necesitamos el huevo del ave —comentó Jender.

—Muy buena tu reflexión, debemos manejar una teoría razonable, que no vaya a crear dudas en las autoridades, que nos van a atender, debemos ser muy cautelosos —argumenta Jean—. Dando unos pasos.

—Podremos manejar la teoría, de que queremos hacer estudios biológicos, del huevo de esa ave exótica —dice Jender—. Señalando con un dedo a su amigo.

—Para hacerlo de esa manera, tendríamos que ser titulares en biología o ser enviados por el director de un parque Zoológico, con las respectivas acreditaciones —argumenta Jean—. Llevándose la mano a la barbilla.

—El director del Zoológico “Diversos animales” Que está a las afueras de la ciudad es mi amistad, sé que nos ayudara, para cumplir con esta misión —dice Jender—. En un gesto emocionante.

—Tendrás que contactar con esa amistad, cuéntale para qué se necesita, obtener el permiso —dice Jean—. Que mira fijamente a su amigo.

—Partiré para el Zoológico, le hablaré a mi amistad del caso, tendré que convencerlo, sé que lo voy a lograr, —afirma Jender—. Cogiendo su chaqueta de piel de cocodrilo.

—La suerte te acompañará para lograr su cometido —dijo Jean.

Jender llama a su amistad, para anunciarle que lo visitará, tendrá que aplicar una sustentable motivación y convencimiento, para recibir una repuesta favorable a su solicitud. El tema tratado dio los resultados que se esperaba, le van a dar las credenciales, como representantes del Zoológico, en recaudación de huevos de especies exóticas, para estudios específicos en la prevención de la diversidad de aves exóticas.

Entusiasmado por el logro obtenido, le notifica a Jean la gran noticia, invitándolo a que se reúnan en su oficina. Es de suma importancia intercambiar visiones, de carácter general relativas al viaje.

Jean está muy emocionado por la noticia, dice que la prudencia en lo que se va a hacer, es elemental e interesante, para que se dé con precisión, y hacer victoriosamente la entrada a esa cúspide donde se quiere llegar. Sale al encuentro con su amigo, va apresurado para cumplirle con la reunión pautada, en esa reunión se tratará todo lo que está relacionado, con la diligencia que Jender sostuvo con el director del zoológico.

—Jender está en la puerta de la oficina, observa —que Jean está llegando.

—Hola, Jender —dice Jean—. Soltándose la corbata.

—¡Estoy muy alegre! —Comenta Jender—. Mostrando la cita que tienen, con el director del Zoológico.

—El abraza a su amigo —dice gritando emocionado—. ¡Qué grande eres lo has logrado!

—Si es un logro, con las credenciales que recibiremos, aremos nuestro trabajo sin inconvenientes —comenta Jender—. Dando saltos de alegría.

Se dirigen al Zoológico, el director los espera para la entrega de las credenciales, el protocolo de entrega de los justificantes fue rápido. El director les presagio éxitos en la misión confiada, el agradecimiento dado por ellos a su personalidad fue recibido con gran afecto, debido al contenido de su mensaje, los dos están satisfechos. Se dan un apretón de manos, deseándose lo mejor en la misión que van a emprender, emocionados preparan el equipaje, para dar inicio al viaje, ordenan toda la sustentación recabada, información de suma importancia para dar cumplimento a esa interesante misión. Ya no existen obstáculos que les preocupe, solo queda preparar maletas, y volar en ese gigante pájaro de aluminio, que los llevara a donde está el milagro que solucionara el misterio.

Hoy es el día, en la tarde saldrán para África Ecuatorial, no hay más espera, retardarnos es perder el apreciado tiempo con que contamos, manos a la acción, que el tiempo lo exige —dijo Jean.

—Me comunicaré con la oficina de venta de boletos, para hacer el respectivo pago, no está permitido retrasar el tiempo, hay que hacerlo con la brevedad posible —dijo Jender—. En tono alegre.

—Me parece adecuado, hágalo lo más pronto que puedas, hay que tener los boletos en nuestras manos —indica Jean—. Viendo la guía de viajes.




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