El Beso Venenoso

DOCE NUEVO EMPRENDIMIENTO

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Ya han pasado seis meses que se casaron, en lo interno y externo de su vida matrimonial se desarrolla en la cúspide grande del amor. Se sienten bendecidos por estar en un sitial colmado de glorificaciones, enalteciendo ese afecto que se expresan el uno al otro. Es un regocijo de paz y sosiego, el que viven bajo el manto cobijador del amor, en esa unión sagrada que ostentaron para el resto de sus vidas.

Ellos viven una felicidad, donde el amanecer y el anochecer, se conjugan para bridarle mutuamente lo mejor a cada uno de ellos, en el que la felicidad brilla permanentemente de noche o de día. La radiación que emana de los dos, indica la gran satisfacción que sienten, intensificando esa alegría al sentirse congratulados por los brillantes del amor, haciéndolos orgullosos de tan preciado momento.

El pájaro de la suerte canta, ella oye el lírico tono que emite, se acerca a él para cuchichearle como agradecimiento, pareciera que la comunicación fluye entre los dos, él se ha inspirado en ofrecerle un canto más armonioso. El asombro deja a ella sin palabras, llevándose las manos a la cara, preguntándose ¿Quisiera saber que me canto en su melódica inspiración?

—ÉL se acerca a su esposa, dándole un beso y pregunta ¿Qué haces?

—Cariño, estoy consintiendo al ave de la suerte, me ha obsequiado un melodioso canto, el cual ha llenado gozosamente a mi corazón, No entendí lo que canto, supongo que lo dedicó a nuestro matrimonio.

—Yo también le he oído su cato, pero no he estado tan cerca de él, para apreciar su cantar.

—Espero que lo que nos ha cantado, sea para beneplácito de nuestras vidas.

— Estoy de acuerdo contigo, esa melodía nos la dedicó a nosotros.

—Te invito a que visitemos, el parque de los pelicanos, ya que tengo tiempo que no lo visto, pasaremos un día muy divertido. Viendo de cerca esas bellas aves.

—Si cariño, iremos a visitar el parque, nos hace falta estar en contacto con los animales.

—¡Qué hermoso esta este parque! Exclama ella, mirando unos hermosos cisnes, que se acarician dulcemente juntando sus picos, parecido a un ardiente beso. La historia cuenta que los cisnes, se profesan amor eterno, cuando uno de la pareja muere, el otro no busca más pareja, vive el resto de su vida solo.

—¿Qué bello el amor, el que existe en los cisnes? Es una reflexión para el humano donde debería existir lo mismo, pero nosotros no llegamos a cumplirla, porque estamos llenos de ambiciones que nos coartan hacerlo, como ellos.

—¿El humano es un trazador de metas? Algunas las logra, otras se quedan en el inicio, no se puede aferrar a cumplir, con algo que no se va a cumplir.

—¿Te entiendo querida esposa? No estamos hechos como los cines, nosotros no estamos aptos para hacerlo como ellos, aunque se intente no hay sustentabilidad en el humano para hacerlo.

—¿Qué te parece cariño? Si compramos un jarrón donde su figura sea de dos cisnes.

—Comparto contigo la idea, son hermosos.

—Me agrada amor, ¿Compraremos ese jarrón de cisnes rosados? Con reflejos en blanco, semejará al color del velo que te pusiste el día que nos casamos.

—¿Me agrada bastante su idea? Lo colocaremos en el salón de invitados, tendremos otro símbolo más de nuestro matrimonio.

—¡No lo puedo creer! Que detalle tan especial, jamás pensé que tendría algo tan recordatorio, estoy muy emocionado.

—¿Yo también estoy emocionada? Tu felicidad es mi felicidad, este símbolo revive lo hermoso de nuestro matrimonio.

Jean solo piensa en la felicidad, no quiere saber más de ese misterio del beso venenoso, pero ese fantasma se pasea, aunque lejos, está rondando perennemente para clavar sus garras nuevamente sin piedad. Se semeja como el cazador que dedica el tiempo y el momento para cazar a su presa, hasta cumplir su cometido. No quiere que el fantasma lo case como el cazador. Pondrá detectores especiales para que lo retiren, de esa aria donde se pasea a la espera para atacar.

Ella toma un café y observa desde la terraza, el diverso florecer de las plantas en primavera, que belleza trae la naturaleza es un espectáculo de gran esplendor, que hace que los ojos acaricien visualmente lo encantador de su colorido. El amor también florece sus características son diferentes a las de las plantas en primavera. Su florecer es de ternura extendiendo sus matices, haciendo embellecer más el vergel del amor. Coloca la tasa del café en la mesa, y se va al salón “Del peinado”

Él se desocupa de sus haceres se va a buscar a su esposa, que se está haciendo un peinado, por el trayecto va escuchando una canción, que le trae muchos recuerdos, y tararea la letra “Adoro el día en que nos vimos, la noche en que nos conocimos…” Él adora esa canción de un conocido cantante mexicano “Armando Manzanero” Dicen que recordar es vivir, él está aprovechando el momento para recordar.

Suena una sirena de alto sonido, de inmediato la ciudad queda a oscuras, él se pregunta ¿Qué habrá pasado? Trata de comunicarse con su esposa, pero le es imposible. Por su mente corren unas cuantas hipótesis, decide seguir la marcha al encuentro con ella, las calles están llenas de gente que corre de un lado a otro sin dirección, es un caos de dimensiones aterradoras.

Bajo diferentes dificultades, llega hasta donde está ella, y la rescata, los invade la incertidumbre, están ansiosos por obtener información de lo sucedido, pero solo se oye el mormullo de la gente haciendo conjeturas. Llegan a su hogar y encienden las lámparas manuales, la comunicación satelital no funciona, la situación está llegando a convertirse en un estado de emergencia.




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