Capítulo 12

Mi acosador
Bailey
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Abro mi taquilla guardando algunos libros y viéndome en el pequeño espejo para acomodar mi cabello y retocar mi labial. Mientras esperaba que Angelic apareciera llegaron el grupo de nuevos y Romeo me vio antes de apartar su mirada pasando su brazo por encima de los hombros de Adrienna. Ambos del mismo grupo de los nuevos, su cercanía no me afecta no es como si me gustara Romeo. Volviendo la vista a mi espejo guardo mi labial para luego cerrar mi taquilla con un golpe suave.

Doy un brinco al ver a Alec parado frente a mí, cerrando mis ojos intento calmarme el desgraciado apareció de la nada sin hacer ningún ruido. Al abrir de nuevo mis ojos con una mano en mi corazón miro con reproche al castaño. El esta recostado contra una de las taquillas con los brazos cruzados viéndome como si fuera un trozo de carne.

– ¿Es que acaso no tienes otra cosa que hacer aparte de molestarme? – gruño pasando alado del castaño ignorándolo olímpicamente junto al grupito de nuevos. Sentía varias miradas en mi nuca además de la mirada de Alec, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo y viendo por encima de mi hombro el grupo de Chicago estaba viéndome de manera sospechosa.

– Que puedo decir me gusta molestarte Clark, verte furiosa se está volviendo mi pasatiempo favorito – pasando su brazo por encima de mis hombros me atrae a su costado llamando la atención de todos a nuestro alrededor.

– Aléjate invades mi espacio personal y manchas mi reputación – tomando su mano con dos de mis dedos la aparto de mis hombros alejándolo de mi persona. Con una sonrisa en mis labios camine al salón para alejarme de Alec y de todas las miradas.

– Bai-Bai - el grito de Angelic llama aún más la atención de todos y antes que pueda decir algo la castaña me abraza. – Ayúdame Demian está siguiéndome como si fuera mi sombra y me está volviendo loca – al separarnos veo a Demian custodiando a mi amiga desde los casilleros. Siendo su fiel acompañante Alec estaba a su costado y cuando me vio observarle me giño el ojo. Ese gesto me hizo enojar y quise devolverle su gesto de manera no tan dulce, alzando mi mano derecha en forma de puño levanto lento mi dedo medio. Con una sonrisa burlona ladeo un poco mi cabeza para luego girarme hacia mi amiga que caminaba al salón.

– Angi tengo una idea para que Demian no te persiga cuando salgamos a la siguiente clase – viendo uno de los ventanales la idea descabellada comenzó a plasmarse en mi cabeza – El profesor de biología siempre acepta ayuda para guardar los materiales que se usan podemos aprovechar eso para quedarnos en el salón y escapar por la ventana – mi amiga miro la ventana y luego me miro a mí con cara de póker. Se reclino en su asiento pensativa eso no le duro mucho cuando se enderezo para ver la puerta del salón. Allí paradas y con sus brazos entrelazados estaban Chanel y Adrienna riendo como dos chicas de comercial a cámara lenta. No entendía por qué, pero algo raro tienen esas dos chicas que no me termina por convencer.

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Salir por una ventana es fácil ahora lo difícil es el aterrizaje y mi trasero experimento el duro golpe de la gravedad. Mi amiga se levantó frotando sus manos en su espalda que fue la que recibió el golpe contra el suelo. Al menos nos libramos del cuidado se Demian y la cara de idiota de Alec. Caminamos juntas hasta una de las salidas de emergencia y entramos siendo sigilosas de que ese par de tontos nos encuentren. Nos separamos porque a ambas nos tocaba una clase distinta.

La clase de arte me gusta porque al igual que el diseño de modas creamos nuestras obras a partir de cosas que imaginamos. Y el hecho que uno de los chicos nuevos de Chicago se sentara conmigo le dio un plus extra a la clase.

Renzo Danvers, alto y con el cuerpo bien trabajado. Con la piel algo morena cabello negro y ojos color ámbar. Su actitud positiva me agrado apenas su trasero se sentó en el asiento junto mí. De reojo pude ver algunos de sus bocetos de dibujos y eran materiales dignos para crear historias de miedo. Otros eran una muestra de su increíble talento, había dibujos de Chanel Greco con distintos paisajes. Puedo atreverme a decir que la morena es su musa inspiradora.

– Lindos bocetos – gire mi vista al muchacho que mantenía sus ojos ámbar en mi bloc de dibujo. Mis mejillas se tornaron calientes y le permití seguir viendo mis demás dibujos. En su gran mayoría eran de personas utilizando distintos atuendos que me parecían bien combinarlos, otros dibujos simplemente eran cosas que me gustaban. – Tienes talento para la moda – sus delicados dedos cerraron mi bloc devolviéndomelo con una sonrisa amigable.

– Gracias – no entiendo por qué Alec me prohibió acercarme a ellos, Renzo no parece ser una mala persona.

El resto de la jornada escolar nos las pasamos con Angelic intentando sin éxito alguno alejarnos de Demian, pero él siempre nos encontraba. Comienzo a sospechar que le puso un chip a mi amiga o algo porque otra razón no le encuentro a que nos encuentre hasta en el baño. Tampoco pudimos irnos a mi casa ya que Angelic seguía sin tener permitido salir por lo del incendio en el bar.

Fue que estando en casa sola como tantas otras tardes me cambié y fui a caminar al bosque. Había lugares lindos que pocas personas conocían y los cuales me ayudaban a inspirarme para bocetar o solo para relajarme. Fui siendo cuidadosa porque uno de mis lugares favoritos era cerca del río donde encontraron a los campistas descuartizados. Si a papá le llegan a notificar que su hija estuvo cerca de una escena del crimen puedo asegurar que estaría castigada hasta que entre a la universidad.

Cuando finalmente llegue a mi lugar especial me senté en una roca y mire el paisaje. Un lugar tranquilo con una hermosa vista y… un enorme lobo negro estaba viéndome desde unos árboles a pocos metros de donde me encontraba.