El bosque

Capítulo 15

Baje la guardia
Alec
🌸🌸🌸

Viernes y un mensaje de fiesta en casa de Eve me hizo dudar si asistir a esa fiesta o quedarme en casa jugando videojuegos. Lo que me ayudo a decidir fue que medio instituto asistiría lo que quería decir que Bailey también iría. Ella no se pierde casi ninguna fiesta y mucho menos las de Eve. Por lo que enfrascado en esa idea loca de verla me prepare para ir a la fiesta.

– ¿Vas a salir? – pregunta Megan tirándose en mi cama para ver el techo. Yo estaba terminado de ponerme algo de colonia y verificando que estaba presentable ante el espejo.

– Me invitaron a una fiesta y me debatí si quedarme en casa jugando videojuegos o ir a una fiesta y pasarla bien un rato – giré para que mi hermana me viera ella no es una gran fanática de la moda, pero sabe cómo vestirse bien. Me había puesto una chaqueta de jean negra, remera blanca, un jean gris y un par de Vans negras.

– Te queda lindo creo que a Bailey le gustara vete así – una sonrisa burlona apareció en su rostro sabía que si decía algo solo afirmaría lo que dijo. Por lo que solo tome una remera que estaba en el suelo y se la tire a la cara. – Aah esto apesta. Ya no te diré nada sobre la hija del comisario, pero no me arrojes otra bomba nuclear como esta – me rio viendo como mi hermana arroja la remera al suelo apenas tomándola con los dedos. Megan tiene un olfato muy desarrollado y en consecuencia los aromas son más intensos para ella que para una persona normal.

– No me esperes despierta es una fiesta de Eve ya sabes que duran hasta la madrugada – solo espero que Bailey también se quede hasta la madrugada no me gustaría estar en esa fiesta solo. – Sabes las reglas no puedes traer a Conor y continua virgen hasta el matrimonio – en parte es broma en parte es verdad, pero no quiero imaginarme que estoy de fiesta y mi hermana y su mate montan una privada en mi casa. Confió en la inteligencia de Meg pero no en sus hormonas o instinto animal.

– Claro hermanito lo que tu digas ahora ya no te eches más colonia que se huele desde aquí – se tapa la nariz bromeando un poco – Prueba no ser tan dominante y sobreprotector con Bailey tal vez así logres que baje la guardia – levantándose de la cama se fue tarareando una canción que no llegue a entender del todo.

🌸🌸🌸

En la fiesta se encuentran muchas personas entre ellas algunos vampiros, lobos de la manada de Haider, otros de mi manada y hasta los valius estaban apestado con su aroma el lugar. Si no se tuviera un tratado entre las tres especies que son peligrosas para los humanos esta fiesta se volvería un banquete sobrenatural. Me paseo por la sala buscando a Bailey o su peculiar aroma, pero no parece estar en la fiesta, desanimado me siento con algunos amigos míos de la manada a beber.

No paso mucho cuando el aroma a orquídeas llego a mis fosas nasales, respire profundo ese dulce aroma y mire la entrada de la sala. Viendo a todos lados apareció ella con un vestido corto de mangas largas color rojo en terciopelo y botas negras un poco más altas de encima de sus rodillas. Demasiado arreglada para una fiesta como está, pero no parecía desentonar por la actitud que traía. Fue directo a saludar a Eve que estaba con su inseparable amiga Linsday.

Deje mi cerveza de lado para ver disimuladamente a la castaña hablando con las dos chicas. Bailey se despide de las chicas para girarse en otra dirección, pero choca de frente con Diego. El vaso que tenía el chico se vuelva sobre su camisa y la castaña se cubre la boca para no reírse. Me levante para defender a Bailey del ataque de furia de Diego.

– Es mi camisa favorita Clark ¿siempre eres así de tonta? – hablo el chico la música de la casa paro y las personas se volteaban a ver la escena.

– Deberías agradecerme esa camisa es horrenda y respondiendo a tu pregunta no, no soy tonta el problema es que atraigo a los tontos – la multitud vitoreo la respuesta de Bailey que hizo una reverencia a su público y volvió a mirar al lobo que apretaba sus puños – Mira por dónde vas Haider la próxima vez tu camisa no va a estar manchada de cerveza – con su mano tomo el mentón de Diego y movió su cara para besar su mejilla. Soltó al chico con una sonrisa triunfadora y sacándole un shot de tequila a un jugador del equipo de americano se lo tomo de un trago.

La música volvió a sonar y Bailey se aleja de la sala y de todos saliendo directo al enorme patio del fondo de la casa. Camine esquivando personas y empujando a otras hasta que logre llegar al patio de fuera donde alejada de todo estaba Bailey mirando al cielo. Respiro profundo antes de acercarme y siguiendo el consejo de mi hermana decido guardarme mi comentario acerca de su pelea con Diego.

– Hola gatita – la castaña ni se inmuta por mis palabras su respiración no cambia manteniendo su serenidad. Antes de que pueda volver a hablar pensando que me está ignorando ella me responde.

– Hola Alec – ella se abraza a si misma viendo ahora a la nieve y luego en mi dirección. Sonríe y para mi lobo es como si la diosa luna le estuviera cantando. – Bonita fiesta ¿no crees? – toda la seguridad que había mostrado al hablar con Diego desapareció, su voz era forzada para no temblar y evitaba verme a los ojos.

– Sí, pero tú no pareces estarlo pasando tan bien ¿quieres hablar de ello? – me acerco un poco más a ella colocando mi mano en su hombro. Bailey vuelve a mirar al cielo antes de suspirar y verme a los ojos. Desasiendo el cruce de sus brazos que tenía sobre su pecho ella me rodea y esconde su rostro en mi cuello. Siendo torpe la rodeo con mis brazos y no pregunto más cuando ella responde.

– Gracias.

Bailey
🌸🌸🌸

Las manos de Alec estaban en mi espalda acariciándome con lentitud mientras respiro a profundidad su colonia. Cuando siento que fue suficiente aflojo el agarre de mis manos y me separo de su cuerpo. Pasando un mechón detrás de mi oreja lo miro con la tenue luz que nos ofrece la casa. Su mirada está conectada con la mía, pero lo veo descender hasta mis labios, humedeciéndolos con mi lengua acerco mis manos tras su nuca. Las manos de Alec toman mi cintura, pero no se mueven más, lo que me permite ser yo la que dirija mis labios a los suyos. Nos besamos primero lento y después con violencia dejando ver que era algo que ambos extrañábamos. Tiro de su cabello mientras que sus manos suben por mi espalda, muerdo su labio tirando un poco de él haciendo que un gemido se le escape. Nos separamos viéndonos a los ojos, pero con una sonrisa en los labios.




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