El bosque

Capítulo 32

Lluvia de meteoros
Alec
🌸🌸🌸
 

Alejando su mano de mi nuca Bailey las apoya en mi pecho haciendo que nos separemos, sus ojos marrones me miran y yo bajo mi mirada a sus labios hinchados. Por más que me obligue no puedo soltarla, siento que si eso pasa la volveré a perder, mi lobo esta feliz con respirar su aroma a orquídeas y tenerla frente a mí me emociona.
 

— Alec despacio, necesito volver a confiar en ti – apartando mis manos de su cuerpo ella hace que me siente — Creo en tus palabras, pero necesito iniciar de cero contigo, mis padres no están muy felices de que volvamos a estar juntos por eso te pido tiempo. Ellos respetan mi decisión y no me quiero volver a equivocar ya ambos hemos sufrido por mi inmadurez – colocando unos mechones de su cabello tras sus orejas Bailey me miro con una sonrisa esperando mi respuesta a todo lo que ella me planteo.
 

— Está bien lo entiendo y empezaremos desde el principio, no podremos borrar el pasado pero si iniciar un nuevo futuro. Sé que será difícil con tus padres y lo que pase entre ambos, pero te aseguro que haré mi mejor esfuerzo para enmendar todo lo que paso. Solo te quiero a ti gatita a nadie más – tome su mano y ella no se alejó de mí, levante mi mirada a sus ojos y sonreí, había esperado tanto para tenerla cerca. Poder tocar sus manos sin que ella me rechace, verla sonreír y ver sus radiantes mejillas teñirse de rojo.
 

— Es hora de que me vaya a casa mi padre se preocupara si no llego antes de que él se vaya – soltando nuestras manos Bailey se pudo en pie acomodando su ropa y me saludo con un beso en la mejilla que me dejo algo descolocado.
 

En cuanto escuche la puerta de mi casa cerrarse me tire en el sofá de mi casa mirando el techo porque aún no me estaba creyendo lo que acababa de pasar. Pero la risa estruendosa de mi hermana hace que salga de mis pensamientos y me siente para verla en el marco de la entrada de la sala. Megan se acerca cruzada de brazos hasta donde yo me encuentro y se sienta a mi lado para pasar su mano por mi cabeza desordenando mi cabello.
 

— Hermanito esa humana te tiene comiendo de su mano – se burla ella dándome un golpe en el brazo y yo de inmediato me pongo en una postura de defensa.
 

— Eso no es cierto – me defiendo devolviendole el golpe en su brazo pero más suave para no lastimarla demasiado. — Bailey es especial, es muy diferente a las demás humanas que he conocido algo me atrae en ella, pero no sé que es – le digo a mi hermana que deja de reírse para verme con seriedad.
 

— Alec estás enamorado de Bailey, eso es lo que te mantiene tras de ella y creo que ella también esta enamorada de ti, pero deberás ganarte su confianza de nuevo – habla Meg sonando tan madura que de nuevo me hace pensar que ella es la mayor y yo soy el menor de los dos. Pasa su mano por mi cabello de nuevo y se va corriendo a la cocina en busca de comida.
 

🌸🌸🌸
 

Por la noche no paro de darle vueltas al asunto de Bailey, no puedo dormir y arto de estar dando vueltas en la cama me levanto. Me visto y salgo de manera sigilosa por la perta de la cocina saliendo al patio, mi lobo está dormido sin querer salir por lo que comienzo a correr por las calles. Mi cerebro sigue trabajando pensando una y otra vez en Bailey.
 

Sin darme cuenta termino corriendo por su calle y sin querer volverme porque aun el sueño no me ha llegado termino pro correr a su casa. Los Clark están dormidos o eso pensé hasta que la luz de la habitación de Bailey se enciende y a través de las cortinas de la ventana veo su silueta. Mi lobo despierta, ver tan solo su sombra hace que los latidos de mi corazón se aceleren y mi lobo comienza a aullar dentro de mí. Veo que se acerca a su ventana y corre las cortinas dejándome ver su rostro tan hermoso como siempre y la luz detrás de ella le da cierto aire angelical. Ella abre su ventana y saca la mitad de su torso dirigiendo su mirada hacia mí con una sonrisa en su bello rostro.
 

— ¿AHORA SERÁS MI ACOSADOR? – grita Bailey desde su ventana, verla ya era suficiente para mí, pero escuchar su voz y que esté bromeando conmigo me hace sentirme en confianza con ella nuevamente.
 

— EL PEOR ACOSADOR YA ME DESCUBRISTE – le grito de vuelta olvidándome por completo que estábamos en la calle o que su papá tiene un arma de reglamento en su casa.
 

— ESPÉRAME ACOSADOR – volviendo a meterse dentro de la casa Bailey cierra su ventana y las cortinas. Su luz se apaga y agudizando mi oído puedo escuchar sus pasos corriendo por la casa y deteniéndose al final de las escaleras.
 

Camino por la entrada de su casa, su puerta es abierta y la veo salir a ella envuelta en una manta de lana y con pantuflas. Sonriendo me acerco a ella y ambos nos sentamos en los escalones de su casa, ni muy lejos ni tan cerca en una distancia perfecta para ambos. Ninguno dice nada por un lapso de unos cinco minutos largos donde ambos nos quedamos mirando, la primera en bajar su mirada fue Bailey y yo lo hice después para ver al frente.
 

— No podía dormir y salí a correr – le digo jugando con uno de los cordones de mi zapato.
 

— Yo tampoco podía dormir, mis padres se irán de viaje dentro de poco y estaré sola. Pensaba en todas las cosas que podía hacer en su ausencia, pero nada me llama la atención – confiesa ella acercándose a mí un poco más, apoya su mano a un costado de ambos y mira el cielo. Por lo general en el pueblo no se ven mucho las estrellas en el bosque se ven mejor. — Las estrellas se ven lindas – habla ella suspirando al ver al cielo con los sus preciosos ojos cafés.
 

— En el bosque se ven mucho mejor, la oscuridad del lugar hace que se vean mucho más hermosas – le digo apoyando mi mano encima de la suya, Bailey deja de ver el cielo para verme a los ojos.
 




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