El bosque de la perdición.

~Amor y odio~

~KHAOS~

¿Acaso ella creía que yo, un rey alto, bello, malvado y poderoso, era un pervertido que la había tocado mientras se bañaba, en un baño? ¡SOLA!

No era un maldito pervertido.

No.

Jamás caería tan bajo.

Sentí como la sangre me subía al cerebro y como el calor se mantenía en mis mejillas, si quería sonrojarme, así que desvié la mirada.

Sí, había entrado mientras se daba un baño; solo fue un impulso, no era un pervertido en absoluto, había sentido una atracción hacia ella.

A quien engaño, soy un maldito.

Pero esta vez sí me pasé.

Ash, ¿por qué hice eso?

En mi mente mi yo angelito golpeaba a mi yo demonio por pervertido.

Sentí una mirada sobre mí, era Ojitos Verdes; lo sabía, ya que solo ella miraría tan persistentemente. Pasé una mano por mi cabello, di un suspiro y me relajé.

Es momento de pensar con la cabeza fría y de un rey malvado.

Alcé mi vista y mis ojos conectaron con esos verdes orbes.

Como las esmeraldas,

Tan bellos, tan hipnotizantes, tan atrayentes, emocionantes.

Sentí mi corazón latir.

Nadie podría matarme.

Y una maldita taquicardia sería lo que acabaría conmigo.

No puede ser.

Ojitos verdes estas llevándome a mi propia perdición.

Y eso no parece una mala idea.

Me di una bofetada mental; debo estar muriendo como para creer que eso suena bien y me agrade.

Por favor, alguien, ya médíqueme, inyécteme maldad; este no soy yo, me falta odio.

~CAILIN~

No tengo ni la menor idea de qué tipo de situación estoy metida, pero es incómodo.

Demasiado.

El rey parece estar metido en sus pensamientos; el espectro solo me observa de manera seria.

Observo al rey; nuestras miradas conectan.

Ojos oscuros como la noche, aquel pequeño atisbo de brillo, una mirada de vacío, dolor y angustia, difícil de interpretar y aún más de comprender, una oscuridad que te absorbe y no te suelta, aquella que absorbe tu brillo, apaga tu alma y carcome tu ser, te lleva a una desesperación sin aparente final.

Difícil de comprender y difícil de seguir observando, desvió la mirada.

Siento en mi corazón los latidos, los cuales interpreto como una señal de odio: no te quiero, te desprecio.

Me hundiste en tu perdición, mi curiosidad me arrastró a ella, pero tu existencia fue el detonante y el inicio de mi dolor.

Pesadillas, miedos, vacíos, lágrimas, arrepentimiento y odio embargan mi alma.

No me importa si me llegaste a conocer; tal vez en otra vida te odié o a lo mejor te amé, pero en esta has sido mi perdición.



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En el texto hay: romance, aventura accion, enemiestolovers

Editado: 30.12.2025

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