Algo grande se asomaba en el lago; era como un cuerpo humano, pero gordo y sin ser humano.
Tenía dos manos grandes y regordetas de color azul, su cabello era como el de la Llorona; tapaba su rostro, sus pies eran cortos y flacuchos, extraño, ya que todo de él era gordo.
Aquella cosa o monstruo salía del lago, su cuerpo de color café y sus manos y pies azules; ni idea tenía de quéía de qué era eso, pero de su gran estómago salían los gritos. No quería ni imaginar lo que pasó.
Muchos monstruos estaban en aquel lugar y cada vez salían más del lago.
Si bajaban de los árboles, era una muerte asegurada.
Así que lo que tenían que hacer era estar en las ramas de manera callada y esperar que todo pasara.
Varios minutos pasaron.
Los monstruos seguían saliendo y, a medida que pasaba el tiempo,, se colocaban de manera más y más agresiva.
Miré a Ryan; si esto seguía así, moriríamos.
Él solo tenía una cara relajada.
Cómo podía estar relajado ante esta situación.
Miles de monstruos alrededor, un paso en falso y sería el game over para siempre.
Me estaba entrando un ataque de pánico; la situación me ponía muy ansiosa y me estresabaaba mucho. Quería cerrar los ojos y que todo estuviera bien.
Lo cual no pasaría porque todo parecía una pesadilla. Comencé a hiperventilar; los gritos y rugidos ayudaban a esconder los ruidos que hacía. Ryan me observaba fijamente y no hacía ni una pizca por ayudar; eso no me agradó.
Intenté poner mi atención en otro lado.
Para tratar de calmarme, lo cual parecía funcionar, o eso quería creer.
Miré el árbol donde estaban los demás y por fin me percaté de de que estaban teniendo problemas. No veía muy bien, pero alguien estaba colgando de las ramas y el monstruo regordete se acercaba a ese lugar.
Le hice señas a Ryan de que mirara al otro árbol, pero seguía mirando de manera relajada.
En serio que él en estos momentos no ayudaba en nada.
Miraba cómo cada vez más aquella cosa se acercaba a ellos.
Quería ayudar; algo tenía que hacer.
Ya sé, si esto fuera un libro o película, el lector pensaría que estoy siendo una idiota que quiere ayudar a todos y que piensa que por el poder de la amistad los salvará.
Tal vez otros cuestionen mis actos, pero sabía de primera mano la horrible desesperación que era saber que estabas a punto de morir.
Intenté bajar con sumo cuidado del árbol, un plan patético sabiendo que había una tonelada de monstruos allá abajo.
Una mano me impidió bajar; lo sabía, era Ryan.
Él me miraba de una manera extraña; quise soltarme, pero él me sostuvo fuertemente.
Me quedé quieta observando sus acciones.
Él tomó una gran rama y empezó a bajar con sumo cuidado. Cuando estuvo en el suelo, empezó a esquivar a los Simm tratando de no hacer ruido, cuando estuvo lejos del árbol donde yo estaba partió la rama en dos y pensé que era un idiota su plan era una muerte suicida.
La atención de los monstruos fue hacia él, el corrió lo más rápido esquivando y subió a un árbol cercano.
En este momento yo me preguntaba quien era Ryan y porque parecía saber tanto, eso que había hecho era una muerte asegurada, pero allí estaba el vivo y coleando.
El monstruo barrigón se alejó del árbol de los chicos y cambio de dirección, eso me alivio por unos segundos, no me duro mucho el alivio ya que parecía dirigirse hacia donde me encontraba yo.
Oh Shit.
Porqué todo aquí sale de mal a peor.
Esa cosa venia corriendo hacia nosotros.
El ambiente se coloco mas tenso y tenebroso, aquellas cosas parecían locas, sus ojos se iluminaban en violeta y por si la mala suerte estuviera de mi lado, los demás monstruos tomaron una dirección.
Adivinen cual es.
Es el árbol donde yo estaba.
¿Qué abre hecho en mi vida pasada para merecer esto?
Me aferre fuertemente al árbol ya que todas aquellas bestias comenzaban a mover el árbol, porque solo me querían a mí.
No lo comprendía.
"Pronto lo sabrás"
Esa maldita voz no ayudaba en nada y menos en esta situación.
Poco a poco el árbol iba cediendo, tenia que encontrar una salida, pero no había una.
La ansiedad me invadía además de los gritos, los llantos desgarradores, mire a mi alrededor buscando la ayuda de los chicos o de Ryan, pero nada, por que todos al final parecían abandonarme o darme como sacrificio.
También soy una persona un ser humano que tiene sueños, metas, propósitos, anhelos, yo también quiero salir de aquí.
Tal vez por eso el rey quería acabar con los seres humanos, al final todos piensan en si mismos, están enfrascados en su mundo donde no les importa sacrificar por vivir o dañar por seguir.
No importa al final tal vez me llene de falsas esperanzas, nadie vendrá a salvarme.
Al final soy solo yo en este lugar.
Una pequeña lagrima salió y abrí mis ojos viendo mi destino final.
Aquella criatura panzona abría su boca llena de dientes, tratando de comerme.
No valía mi esfuerzo si al final era yo sola.
Me solté de la rama me dejaría caer, tenía que aceptarlo.
Era el final de Cailin.
Mi final.
Antes de terminar de caer en su boca miré a la luna y dije.
—Soy Cailin Darcelle Bronwen, tenía 17 años cuando por mi curiosidad entré al bosque prohibido, este lugar que al final terminó siendo mi perdición y sería el lugar de mi muerte; espero que no duela.
Un fuerte movimiento del árbol me hizo resbalar.
Cerré mis ojos.
Todo terminaría y tal vez algún día me reencontraría con mi familia o eso quería creer.
—Al final, la curiosidad sí mató al gato; en este caso, la curiosidad fue mi perdición, la que me llevó a mi... muerte.
Un liquidó viscoso me abrazo y me desvanecí.