— "Estás aquí".
— "Es el momento".
—Momento. ¿De qué? —pregunté.
El lugar estaba oscuro; no veía nada y tampoco de quién era aquella voz.
—"El momento de despertar".
—No entiendo, todos quieren que despierte, pero no sé qué, ya estoy despierta.
—"No, despierta aquello que llevas dentro."
No entendía.
—"A ti misma"
Se escucharon pasos, se acercaban hacia mí, quise retroceder, pero no pude, estaba inmovilizada.
—"No huyas de aquello que eres".
—Soy una humana común, eso lo sé.
—"Oh, claro que no, no eres una humana, Darcelle, eres más que solo eso".
—No sé de qué hablas.
Sentí una respiración en mi oreja.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo.
—"Despierta"
Terminó por decir y de pronto la celda se llenó de luz y pude ver cómo a mi alrededor había miles de golins con sus ojos morados, sus dientes afilados y esas sonrisas tétricas.
Eso me recordó al momento en el que llegué aquí, cómo esas cosas me acorralaron y llevaron a Untergang.
Todos mis recuerdos de lo que había pasado en el bosque comenzaron a reproducirse como si de una película se tratara.
Los observé; ellos se iban a abalanzar sobre mí, tenía que escapar.
Corrí, esquivándolos y golpeando a los que querían morderme.
Corría por los pasillos de la cárcel.
La horda de goblins me seguía por detrás.
Voces y risas se empezaron a escuchar.
"JAJAJAJA, va a morir, es débil".
No, no lo soy.
"Es una cobarde".
No.
"Es una asesina".
No lo soy, yo no he matado a nadie; de pronto a mi mente llegó la pelea con Julie. Yo solo la había golpeado, Ryan dijo que estaba bien.
Ese pensamiento me hizo chocar con una pared que no visualicé.
Caí al suelo, sangre corría en mi rostro y la horda de golins se aproximaba.
Las voces seguían hablando.
"Nadie te extrañará".
"Eres un simple estorbo".
"Una inútil, buena para nada".
"Asesina"
"Enferma"
"Estúpida"
"Odiosa"
"Patética"
"Ingenua"
—¡CÁLLENSE, YO NO SOY NADA DE ESO!
Grité con pánico, no era nada de eso, yo soy Cailin...
Antes de poder terminar, las mordidas de los golins llegaron a mí.
Todos ellos se lanzaron a mí; otra vez volvía este a ser el inicio de la perdición.
Cerré mis ojos; era mi destino.
—¡NO!
Este no será mi final.
~OMNISCIENTE~
Los Golins habían logrado atrapar a Cailin; estaba hundida en la horda de los Golins cuando un grito se escuchó.
De pronto, una luz azul empezó a iluminar la horda de golins.
Algo estaba sucediendo.
El cuerpo de Cailin empezó a salir de la horda.
Sus ojos iluminados de un azul parecían estar controlados por otra persona.
No era ella misma.
Alzo una de sus manos e invoco una de sus llamas azules, la cual lanzo hacia los golins, quienes quedan pulverizados por aquella llama.
Cailin comenzó a acabar con todos los golins.
Cuando acabó con todos ellos, una sonrisa se dibujó en su rostro.
Luego ella dijo.
—Eso fue divertido.
—Ahora salgamos de aquí.
Invocó dos llamas azules en sus dos manos y las unió y lanzó hacia arriba; esto traspasó el techo de la celda y reventó el estómago de aquel monstruo, el cual horas antes se lo había tragado.
La llama siguió subiendo hasta que explotó en el cielo.
El eclipse entonces empezó a desvanecerse y los monstruos alrededor empezaron a explotar.
Una completa explosión de monstruos.
Cailin estaba desmayada en el suelo con los restos de aquel monstruo panzón.
Había quedado inconsciente.
Ryan y los demás chicos comenzaron a bajar de los árboles y se encontraban sorprendidos, ya que aquella llama había salido de la nada y había acabado con todos los monstruos.
Ninguno de ellos sabía que aquella llama azul había sido lanzada por Cailin.
Ryan fue el primero en acercarse al cuerpo de Cailin, verificó su pulso y la levantó.
La llevaría con los guardias ya que tenía una herida en la cabeza y varias mordidas en su cuerpo, además de que su pulso era débil.
Aunque para él era extraño que siguiera con vida.
Tal vez ella era aún más especial e importante de lo que creía.
Llamo a uno de los guardias; en vez de aparecer un humano fake, llegó el guardaespaldas del rey, el cual la tomó cuidadosamente y se la llevó.
Antes de irse, Ryan le preguntó.
—Julie. ¿Cómo se encuentra?
Esa pregunta hizo que el guardaespaldas detuviera su andar solo para decir.
—Ella está bien.
Y luego marcharse.
Eso solo dejó algo claro en la cabeza de Ryan: ella ya no existía para este mundo.