El Bosque de las Almas Perdidas

Diana v/s Sanael (Capítulo 9)

El Bosque de las Almas Pérdidas estaba ardiendo en llamas. La malvada reina hada oscura, Diana, junto con sus guardianes de sombras, Wálber, Heráspin y Grethel, invadieron los dominios de la bruja Sanaél, causando dolor y sufrimiento a las criaturas del bosque, a los árboles y a las almas que los circundan.

Sanaél estaba consciente de que enfrentarse a su antigua alumna no sería tarea fácil. Los poderes de aquella se habían incrementado considerablemente y ello suponía un serio peligro para la vida en el lugar. Sin embargo, la ancestral bruja no iba a dejar que Diana lograse su cometido: Convertirse en la gobernanta suprema de todo el bosque.

Y mientras la batalla por el bosque estaba a punto de iniciar, Amy y sus amigos corrían a toda velocidad de vuelta a los dominios de Sanaél para salvar a todo el bosque de la destrucción total.

Cuando finalmente dieron con las fronteras de los dominios de la vieja bruja, se encontraron con la enorme barrera de fuego creada por Diana y los guardianes de sombras que impide la entrada a dichos territorios.

 

— ¡Maldición! —Exclamó Travis—. ¡Es demasiado intenso el fuego como para pasar al otro lado!

— Es cierto, hay que buscar la manera de atravesar esa barrera o todo el territorio de mi maestra será destruido por la locura de Diana. —Decía Lilian.

— ¡Atrás! —Exclamó Troy—. Voy a atravesar esa barrera.

— ¡No celosín, es muy peligroso! —Le advertía Travis.

— ¡No le temo al fuego y ya deja de llamarme celosín!

— Espera Troy —Lo detuvo Amy un segundo—. Déjame intentar algo...

Y en eso la joven empezó a acercarse hacia la barrera, con la intención de usar algún tipo de magia. Troy, por miedo a que le pasara algo, la detuvo por un instante, pero ella insistió.

 

— Troy, está bien, no me pasará nada, tranquilo.

— ¿Segura? —Preguntó Troy.

— ¡Sí! —Afirmó Amy—. Confía en mí.

Luego de aquel paréntesis, Amy continuó hacia la barrera de fuego, y estirando su brazo derecho, una misteriosa brisa apareció de la nada intentando dispersar el poderoso fuego. Para cuando Amy extendió su mano, el aire se convirtió en un sorprendente ventarrón que finalmente logró disipar aquella colosal barrera, dejando expedito el camino para entrar a los dominios de Sanaél.

Troy, Travis y Lilian, se sorprendieron con el sorprendente poder desplegado por la joven, con la boca abierta por la gran demostración realizada por ella.

 

— ¡Amy, eso fue increíble! —Exclamaba feliz Lilian.

— ¡Sabía que Amy era muy poderosa, no lo dudaba ni un segundo! —Exclamaba Travis.

— ¡Oigan, no digan eso, que me pongo colorada! —Se reía Amy.

— Lo hiciste bien Amy, eres buena, me dejaste sorprendido. —Decía Troy.

— ¿De verdad? —Preguntaba Amy.

— ¡Sí!

— ¡Oigan enamorados! Tenemos una misión, ¿recuerdan? —Los interrumpió Travis.

— ¡No seas aguafiestas Travis! —Le retaba Lilian.

— ¡Qué! Solo decía...

— Como sea, Travis tiene razón. Ahora que el camino está abierto, debemos ir a por Sanaél y enfrentar juntos a Diana para salvar el bosque. ¡Vamos!

Y de inmediato los cuatro entraron a los dominios de Sanaél, dispuestos a enfrentar no solo a los maquiavélicos guardianes de sombras, sino también a la mismísima líder de ese grupo, quién ahora estaba a punto de enfrentarse a su antigua maestra por el control de este lado del bosque.

 

— Sanaél, de verdad me sorprendes —Decía la reina hada oscura—. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez y aún conservas esa mirada tuya de seriedad. Me sorprende que a estas alturas sigas siendo, tan imponente como siempre.

— ¡No me hagas reír! —Ironizaba Sanaél—. No recuerdo haberte dado la confianza para que me halagaras de esa forma Diana. Tu ironía malévola es tan notoria como tu falta de consideración y respeto por todas las criaturas de este bosque. Vienes aquí, destruyendo todo lo que yo amo y protejo con mucho esmero, a desafiarme, ¿y todo por un simple capricho?

— ¡No es tan solo un simple capricho Sanaél! ¡Es un sueño que he querido cumplir por mucho tiempo! ¡Tú misma me dijiste que con la magia se podían hacer los sueños realidad!

— ¡Sí, así es! Pero también te dije que para hacer realidad los sueños, hay que hacer ciertos sacrificios. Te enseñé magia para que comprendieras el real significado de la esencia que le da vida a este bosque. Sin embargo, tu obsesiva ambición por el poder te cegó de comprender dicha verdad.

— ¿Crees que a mí me importa cuidar de este mugriento bosque? ¡No soy como esa estúpida de Lilian que siempre se preocupa por los demás y menos por ella misma! ¡Para qué disponer de la magia, cuando la tienes a tu alcance para lograr aquello que puedes alcanzar!

— ¡Ay Diana! —Exclamaba decepcionada Sanaél—. Fue por eso que nunca llegaste a tu máximo potencial. La magia no es una mera herramienta que te sirva solo para cumplir sueños y anhelos, sino una energía que existe desde el interior de cada uno de los seres que habitamos este bosque. Utilizarla como un simple medio para tus fines te llevará a la perdición.



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En el texto hay: espiritus, brujas, hadas

Editado: 12.11.2020

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