El Bosque de Los Colosos Sombrios

La Verdad Encubierta

Víctor se encontraba arrestado en la parte trasera de un carro policial, con las muñecas apretadas por las esposas y la mente sumida en un torbellino de pensamientos. A través de la ventana, podía ver la biblioteca y los rostros familiares del pueblo, pero todo parecía distorsionado por la realidad oscura que había descubierto.

La bibliotecaria, con una expresión de aparente preocupación, hablaba con el oficial de policía que lo había detenido.

—Lo siento mucho, oficial —decía ella, con una voz llena de aflicción fingida—. Víctor ha perdido la razón. Afirma que el bosque está maldito y que intentó quemarlo para "salvarnos". No sabíamos qué hacer con él.

Víctor gritaba desde el interior del carro, intentando hacer oír la verdad, pero sus palabras eran ahogadas por el motor y la cerradura de las puertas. Sentía una impotencia desesperante mientras el carro se alejaba del pueblo.

Mientras se adentraban en la carretera, Víctor lanzó una última mirada hacia el bosque. Entre los árboles oscuros y retorcidos, distinguió las figuras espectrales de Elena, Marcos y muchas otras sombras que lo observaban. Sus rostros eran tristes y resignados, una visión que se grabó en su mente para siempre. Las lágrimas se acumularon en sus ojos, sintiendo la pérdida de sus seres queridos y la desesperación de su propia situación.

El bosque lo había atrapado, y ahora, el secreto oscuro que tanto había luchado por desvelar se mantendría oculto una vez más.

El carro policial continuó su camino, dejando atrás La Sombra y su terrible misterio. En el asiento trasero, Víctor se sumió en el silencio, con la determinación de luchar por la verdad, aunque estuviera solo en su conocimiento.

Días después, un nuevo agrónomo llegó al pueblo. Su rostro mostraba curiosidad y entusiasmo por su nuevo entorno. Los habitantes de La Sombra le dieron la bienvenida con sonrisas amables, pero sus ojos escondían una verdad que nunca compartirían.

—El anterior agrónomo enloqueció —le comentaron—. Nadie sabe exactamente qué le pasó, pero es mejor no pensar mucho en eso.

El nuevo agrónomo asintió, sin comprender la magnitud de las palabras. Mientras tanto, la vida en La Sombra continuó, con el bosque observando silenciosamente, siempre listo para reclamar lo que consideraba suyo.

Y así, la historia de Víctor y el oscuro secreto del bosque llegó a su fin, con el equilibrio entre el pueblo y la oscuridad restaurado, aunque a un costo inimaginable.




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