El Bosque de Los Espejos

Capítulo 5

Aranza

Me quedé sin palabras, continué caminando y regresé a casa. Me cambié la ropa, lavé mi camisa cubierta de café, hice la cena, hice mis deberes y me preparo para acostarme a dormir. No pude dejar de pensar lo que dijo Ian. No sé si está diciendo la verdad, pero sus ojos muestran mucha sinceridad. ¿De qué estaba hablando Ian?¿De verdad puede ver los fantasmas como yo?¿Cómo supo que tengo ese don? ¿A qué se refería cuando dijo que no estoy sola? Tengo muchas preguntas en mi mente que fueron interrumpidas cuando escuché algo afuera. Me asomé por la ventana para ver qué fue ese sonido. Nada. Entonces salí de mi habitación y bajé las escaleras para ir a la sala a confirmar si la puerta tiene seguro. Me acerqué a la puerta, toqué la perilla y la giré. Está cerrado. Cuando iba regresar a mi habitación, escuché la ventana romperse y una persona encapuchada entra de golpe. No tuve tiempo de reaccionar, agarró mi cuello y me llevó a una pared.

—Ni se te ocurra gritar, o te mato–la voz de la persona encapuchada me provocó un escalofrío en mi cuerpo. Intento defenderme, intentando soltar el agarre de mi cuello.

—¡Suéltame!

—¡Te dije que te callaras!–aferró el agarre y lanzó hacia la otra pared cayéndome al suelo.–Para ser la elegida, eres más necia de lo que pensé, pero bueno, terminemos con esto y tu Alma Divina será mía–el intruso se va acercándome con las largas garras en su mano muy pálida como una hoja de papel, listas para rasgar y dañar cualquier superficie que los tocara.

Por el dolor de espalda y cabeza no pude levantarme rápido para poder escapar. Después escuché a madera romperse sobre la cabeza del intruso.

—¡Deja a mi hija en paz!–gritó mi padre y con el bate destrozado siguió intentando atacar al intruso que lo esquiva con facilidad.

—¡No te metas!–el intruso prepara sus garras y se acerca a mi padre a una velocidad increíble y atacó a mi padre rasgando el pecho de mi padre.

El grito de dolor de mi padre resonó en mis oídos y me impulsé a levantarme y correr hacia él.

—¡Papá!–grité de dolor con mis lágrimas salidas de inmediato.

Mi padre está inconsciente y la herida en su pecho es profunda y está sangrando mucho, intento parar el sangrado presionando la herida pero es imposible.

—Llegó la hora, Elegida–dijo el intruso. Alcé mi vista hacia él y aunque las lágrimas de mis ojos nublan la vista, veo su rostro descubierto.

Ya no tiene la capucha puesta y ver su rostro me aterró. Su cara es demasiado pálida con venas negras siendo totalmente notables desde el cuello hasta las mejillas, y sus labios, su cabello y sus ojos son totalmente negros. Sus manos también llevan venas negras con sus garras negras. Es inhumano el intruso, parecido a un demonio. El intruso se va acercando con sus garras listas y con una sonrisa malicia continuó hablando.

—¡Tu Alma Celestial será totalmente mía!

Me lo volvió a repetirlo ¿Alma Celestial?¿Qué es eso?¿Por qué soy la elegida? No lo entiendo. A ver a mi padre sangrado mucho seguí llorando sin saber lo que voy hacer a detener la hemorragia y no sé qué voy a hacer para salir de esto. Yo sin saber que hacer, cerré mis ojos y esperé que la muerte llegara. Pero de repente, escuché algo que entró de golpe a la casa.

—¡¿Quiénes son ustedes?!–gruñó el intruso.

—Somos los que te vamos a matar, demonio.

Abro mis ojos de golpe y giro mi cabeza hacia el sonido de la voz muy familiar.

¡¿Liam e Ian?!¡¿Qué hacen ellos aquí?!

—¡No me van a detenerme en agarrar lo que lo conseguí y será mío!

—Eso no pasará, demonio–dijo Ian furioso–primero tienes que pasar sobre nuestro cadáver para conseguirlo.

El intruso gruñe enojado y se acerca a Ian para atacarlo con sus garras y empezaron a pelear a una velocidad super humana, mientras que Liam se acercó a mí y revisa a mi padre muy mal herido. Puso su mano en la herida, lo miré y ví que como sus ojos ámbar cambian lentamente a azul, y con eso salió fuego rojo mezclado con azul en la palma de su mano, y unos segundos después, el fuego desaparece y retira su mano en la herida. Veo a mi padre y noto que la herida ya no está. Se había curado.

—Él estará bien–Liam sonríe con los ojos todavía azules pero brillantes en la oscuridad. Me recordó al uno de los chicos que ví en la tarde. Sus ojos azules son exactamente iguales a los de chico ángel. ¿Es él? Liam continuó hablando–está inconsciente pero despertará en poco tiempo–Sus ojos azules volvieron a ser ámbar de nuevo. Se levanta para ayudar a su hermano entrando en la pelea.

Los esquivan con facilidad y les dan golpes muy rápidos en todo el cuerpo del intruso sin tener tiempo de reaccionar, lo que el intruso chillara de dolor y se alejara de ellos con toda la velocidad que pudo su cuerpo muy golpeado con alguna sangre negra en la cara y la cabeza.

—Tú debes ser uno de los secuaces de los Shadow Faith¿Verdad?–dijo Liam con el ceño fruncido–De alguna manera, te haremos sacar toda la información que necesitaremos.

—No sé qué mierda estás hablando, ¡pero nunca me renunciaré este poder estoy a punto de tener...!

El intruso no pudo terminar su oración ya que Ian furioso, agarró su túnica y lo arrojó por la pared con mucha fuerza mezclada con ira, haciéndolo que el intruso estuviera afuera con la pared destrozada.

—¿Qué de...? ¡Ian!, era nuestro única oportunidad de interrogarlo y saber algo para poder protegerla–dijo Liam sorprendido por la acción que hizo su hermano.

—Lo siento–dijo Ian sin una pizca de remordimiento–me dejé llevar.

Liam suspira.

—Voy a ir a buscarlo mientras tú vigílalos hasta que vuelva.

Ian asiente y Liam salió de la casa corriendo a toda velocidad. Solté el gran alivio que tenía a saber que mi padre estará bien, seco mis lágrimas y mi corazón se aceleró cuando Ian se arrodilla frente a mí y me mira con una expresión indescriptible.

—¿Estás bien?¿Te lastimó?




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