El Bosque de Los Espejos

Capítulo 7

Aranza

Ella era de mi misma estatura con piel reluciente, cabello y ojos de color rosado, un vestido rosado y un gorrito que cubre sus orejas de color rosado también.

Le gusta mucho ese color. Parece una muñeca de Barbie. Un momento, me recuerda a alguien.

Una imagen me llegó en la mente. Es la chica maga que estuvo en mis sueños.

Le mira a Liam con el ceño fruncido y ojos entrecerrados.

—La carta era para tí Liam–gruñe–Y no me culpes a mí por no saber que ibas a venir con alguien más. Y en especial a una mujer.

—Cálmate, no es momento para escuchar tus quejas–dijo Ian devolviendo la carta y ella lo agarró de mala gana. Me señaló para presentarme y luego señaló a ella para presentarla–Ella es mi amiga, Aranza. Aranza, ella es mi amiga, Rachel.

—Eres una maga¿Verdad?–dije y Liam y Rachel se sorprendieron.

—Hechicera, me sorprende que una humana como tú sepa quién soy ¿Liam te lo dijo?–Iba a decirle que no pero miró a Liam de nuevo–¿Qué es lo que quieres? Nunca vienes a visitarme a menos que sea algo que tú necesitas.

—¿Podemos hablar adentro? Es privado.

—¿Qué tan privado es?

—No es tan privado, pero muy privado a la vez.

Ambos se miran a los ojos que imagino que lanzan rayos entre sí ¿Son amigos o rivales?

—Pasen–Rachel abrió más la puerta y entramos. La habitación era grande y elegante, con paredes blancas, piso de madera encerada, un candelabro en el techo blanco y una enorme ventana con una vista increíble. Nos sentamos en el sofá y Rachel se sentó en el sillón frente a nosotros. Me ofreció una taza de té con una sonrisa amable.

—¿Quieres té?–preguntó alzando su mano con la taza.

—Muchas gracias–agarré la taza y dí un sorbo.

—A mí también quiero–dijo Liam alegre.

—No hay para tí –dijo seria y Liam puso una mueca de alguien que fue herido sentimentalmente.

—¿Así es como tratas a uno de tus invitados?

—Tú no mereces ser tratado como un invitado, ni siquiera vienes a menudo para verme después de tantos años sin vernos–da un sorbo de su té y continuó–¿Y ustedes cómo se conocieron?

—Mi hermano y yo somos sus ángeles guardianes–respondió con una sonrisa amable.

—¿Qué no hay una regla que dice que ningún ángel guardián no puede ser visto en los humanos y en especial a los que los protegen?

—Así es, pero ella es muy especial. Es la portadora del Alma Celestial.

Rachel se sorprendió a escucharlo.

—¿Alma Celestial?¿Pero qué no fue destruido hace años desde el incidente de...?

—¡Shhh! Ni lo menciones. Nos acordamos de no decir ese suceso–dijo un poco alterado–pero sí, al principio creímos que se había destruido pero solo el cuerpo del portador y no el alma.

Rachel me miró determinadamente.

—¿Y ella lo sabe?–rodeó sus ojos hacia Liam y susurró tan bajo que no escuché muy bien.

—No, pero se lo diremos eventualmente–dijo Liam serio.

¿De qué están hablando?

—Y cuando dices eventualmente...¿Significa que nunca lo dirás?

—¡No digas eso! Si lo diremos.

—¿Qué es lo que me van a decirme?–me atreví a preguntar de una vez.

—De algo que te lo diremos luego, tú has pasado por mucho en un solo día.

—¿Como qué?–preguntó Rachel.

—Un demonio fue a su casa e intentó matarla para conseguir el Alma Celestial.

—¿En serio?¿Y por eso vinieron aquí?

—Sí, tenemos planeado ir a nuestro mundo para que ella esté más a salvo sin arriesgar la vida la de los humanos...

—¿Y que hay de los que no son humanos? ¿En eso si arriesgarán sus vidas por ella?–gruñe.

—No. Lo que intento explicar es que...

No pudo terminar la oración ya unas cuatro cartas fueron lanzadas hacia Liam a una velocidad increíble que no pude verlo a simple vista. Él los esquivó con facilidad las cartas agarrándolas.

—Vas vale que des una buena explicación–dijo molesta–, porque no volveré a ver gente inocente morir por un bendito alma que lo vuelve poderoso a lo que lo poseyó. No quiero que ese "suceso" vuelva a suceder de nuevo y será peor que antes.

—Voy a eso, así que cálmate–puso las cuatro cartas en la mesa y continuó–Lo que intento decirte es que tenemos un plan que concluye que ella pueda estar a salvo en nuestro mundo para no poner a los humanos en peligro y los demonios no sabrán más de su existencia si la entrenamos en un lugar muy lejos de los no humanos.

—¿Y qué es lo que quieres de mí?

—El portal se abrirá en dos días con la luna llena y los demonios se apresuran en buscarla. Así que si nos puedes hacer el favor de usar uno de tus hechizos tuyos para irnos sin esperar la luna llena ¿Puedes ayudarnos?

Rachel se tranquiliza y cierra los ojos pensando durante un rato. Después los abre y pregunta.

—¿Qué gano yo a cambio?

—No lo sé. Lo que tú quieras, pero ayúdanos.

—¿Lo que yo quiera?–sonríe desafiante–¿Sabes lo que estás diciendo?

—Sí–suspira–¿Y?¿Puedes hacerlo?

—Mmmmmmmm, está bien. Puedes ayudarles.

—Gracias–sonríe alegre–sabía que eras gentil.

—Pero lo hago por el bien de todos. Y también por que quiero hacer contigo.

—No en frente de una jovencita, por favor–dijo con sonrisa alegre pero con una vena inflamada en la frente.

—Como sea, abriré el portal esta noche si no te importa.

—No hay problema.

—Ya pueden irse.

—¿Nos estás echando?

—Si no tenemos nada más que hablar, entonces pueden irse.

—Bueno, nos iremos entonces–Liam y yo nos levantamos y fuimos hacia la puerta.

Nos despedimos de Rachel y salimos del edificio. En el camino a casa, Liam me preguntó.

—A ver, hay algo que quiero preguntarte–dijo Liam–¿Cómo supiste que Rachel es una hechicera?

—La ví en mis sueños.

—¿La viste en tus sueños? Interesante.

—¿Qué se supone que significa eso?–alcé una ceja.

—Nada. Solo que me sorprende que ella estuviera en tus sueños ¿Hay algo más que soñaste?

—Si, muchas cosas–dije pensando–pero lo que es más frecuente es una noche en un bosque de cerezos. Iluminaba muy bonito con la luna de flores y-




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