El Bosque de Los Espejos

Capítulo 8

Aranza

A caer la noche, ya estamos en el bosque, listos para irnos. Caminamos desde la cafetería hasta el bosque, estaba tan lejos que nos cansamos al llegar y nos sentamos en las raíces de un árbol. Le había preguntado por qué teníamos que caminar en vez de montarlos como caballos y que corran a su velocidad sobrehumana y me respondieron que aún hay humanos despiertos en ese momento y sería mejor que nadie sospeche. Entonces así pasamos una hora caminando. Ahora estamos esperando que llegue Rachel.

—¿Agua?–preguntó Ian entregando un pote de agua.

—Gracias–sonreí y agarré el pote de agua y empecé a beber. Después lo miré y le pedí que se sentara lado para hablar con él. Paso más tiempo hablando con Liam que Ian, y es hora conversar algo, siento curiosidad hacia él sin saber el por qué. Ian suspiró, se sentó a mi lado y empecé–Y dime, Ian¿Cómo es su mundo?¿Qué tipo de seres hay?¿También hay humanos?

—¿Nuestro mundo?–dijo pensando–Mmmmm...digamos que es antigua.

—¿Qué antigua es?–pregunté curiosa mientras presto mucha atención.

—Muy antigua.

—¿Estilo prehistórico?–bromeo.

—Demasiado antiguo–dijo neutro y continuó–digamos que es al estilo medieval. Nunca ha cambiado. Las casas, las culturas, la vestimenta, los estatus, todo es medieval. Allá hay humanos obviamente. La mitad de los habitaciones son humanos, mientras que la otra mitad son seres mitológicos.

—¿Seres mitológicos?¿De verdad existen?–dije un poco emocionada.

—Claro que existen ¿Creíste que fueron creados por humanos para crear historias o algo parecido?

—Más o menos–dije avergonzada.

—¿Más o menos? En tu cara dice lo contrario.

—¡Sigue hablando!–chillé.

—Como digas, todo lo que dicen en las historias mitológicas son reales. Está los elfo, onis, híbridos, hadas, y entre otros.

—¿Incluso vampiros?

—Sí, también. Pero está en el mundo de los demonios. ¿Por qué lo preguntas?

—Solo por curiosidad.

—Ya veo, eres una persona muy curiosa ¿Qué te trajo eso?–me mira.

—Es personal. Nadie debe saberlo, no por el momento.

—Ya veo. No solamente eres curiosa, sino también eres una reservada muy curiosa. Interesante personalidad tienes–sonríe burlon.

—Y mira quién habla irónicamente.

—¿Te refieres a mí?

—Sí.

—Pero yo no soy curioso.

—Pero eres reservado.

—Gracias.

—¿Eso fue sarcasmo?

—Tal vez. Escucha, no sé si lo sabes o no, todo el mundo tienen secretos muy personales para ellos mismos. Cómo tú los tienes con el don de ver fantasmas y tu vida personal, como yo tengo los míos muy personales. Tanto positivo como negativo.

—¿Como cuántos secretos tienes?

—Shhhh, eso es personal. Nadie puede saberlo.

—¿Imitaste mi respuesta?–reí un poco.

—No hace falta responderlo, porque ya lo hice.

Solté otra risa y sentí mis mejillas enrojecer y mi corazón latiendo fuerte cuando me mira y veo algo de brillo en sus ojos, brillan casi lo mismo que los de Liam pero mejores.¿De verdad lo está disfrutando? Me doy cuenta de que Ian no siempre es neutro ni gruñón, solo que me da mucha curiosidad hacia él.

Es la primera vez que le veo sus ojos ámbar brillando y eso me da la sensación más hermosa que he sentido en mi vida. ¿Por qué actúa así de repente?

—Awww, que lindos–Liam nos interrumpió y nosotros desviamos nuestras miradas rápido e Ian volvió a su expresión neutral pero el poco brillo en sus ojos sigue ahí–¿Los dejamos solos, románticos?

—¿Tú no tienes nada que hacer?–preguntó Ian con un tono incómodo.

—Literalmente no

—¡Ey!¡Aquí están!

Una persona extra nos aparece

—Bueno, pues ahora sí.

—Si que eres gruñón–miró quién llegó–¡Llegas tarde, Rachel!–dijo Liam con una sonrisa burlona.

—¡Pues lo siento por llegar tarde, solo que me acabo de darme cuenta de que literalmente ha muerto la caballerosidad!–gruñe Rachel rastreando una maleta rosada, grande y pasada.

—¿De verdad vas a llevar todo eso? Tú tienes tus propias cosas allá¿Por qué tienes que llevar tanto equipaje?

—¡¿Por qué mejor no te callas y me ayudas un poco?!

—Okey, okey. Lo haré, deja de quejarte–se levanta y camina hacia Rachel y recoge su maleta.

—¡Y tú deja de quejarte por mi equipaje y ayuda a una señorita en vez en cuando!

—Y tú deja de quejarte por falta de atención, señorita.

—¡¿Qué dijiste?!¡Ya verás por lo que te voy a hacer por decirme eso!

—Pero si es cierto–sonó inocente.

—¡Cállate...!

—¿Ellos siempre se pelean?–mi padre miró a Ian y le preguntó riendo de la situación. Ian suspira fastidiado.

—Constantemente.

—Interesante amistad que tienen.

—Ni me lo recuerde, ellos tienen una amistad rara–se levanta–¡Oigan!–alzó la voz y Liam y Rachel detuvieron su discusión–¿Pueden hablar de eso después? Tenemos que estar allá lo más pronto posible.

—Okey, Ian. Como tú digas–dijo Rachel fastidiada acercando al árbol. Sacó una carta naipe con algo escrito en ella–Con esto solo haré un paso y...–no pudo terminar la oración ya la carta fue arrancada de su mano rápido llevando hacia el otro árbol, pegado con telarañas. Los demás se sorprendieron–¿Qué fue..?

Rachel gritó siendo llevada rápidamente hacia hacia el otro árbol con telarañas pegado en todo su cuerpo. Rachel intentó liberarse pero no puede. Liam sacó su espada en la palma de su mano y fue hacia donde está ella e intenta cortar las telarañas, pero no puede. Eran duras como acero que chocan electricidad a tocar con la espada.

—¿Hilo de Acero Adhesivo?–dijo Liam a darse cuenta.

—Hay un demonio en el bosque–dijo Rachel alterada–no dejen que la mate...–lo último, una telaraña llegó tapando a su boca para que no hable más.

Los gemelos se estremecieron de sorpresa, Liam regresó y ambos se pusieron delante de nosotros como escudos. Ian miró alrededor igual que Liam




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.