Aranza
Volví a estar en el mismo sueño del bosque. Estoy en donde me quedé la última vez que estuve con la mujer encapuchada y ahora estoy sola viendo el hermoso lugar en donde estoy.
Entonces todo lo que soñé no era un sueño, todo era real...muy real. No sé qué decir.
Luego, una niña apareció pasando a mi lado corriendo hacia el más allá del sendero. Es la misma niña que la ví en el día antes del suceso de mi casa. Al estar más lejos de detuvo y me saludó. No entendía por qué me saludaba hasta que otros dos niños aparecieron pasando a mi lado corriendo. Sus cuerpo eran borrosos, pero pude notar que eran de unos 8 o 9 años y su cabello era rubio. Una vez que alcanzaron a la niña, ella continuó corriendo con ellos hasta perderlos de vista.
Eso es nuevo.
Después el bosque cambió lentamente hasta volver a un bosque con pocos árboles secos y el cielo rojo. Una imagen me llegó en mi mente.
Ojos rojos. Muy brillantes e intimidantes.
Me estremecí con solo verlos y el sueño termina abriendo mis ojos de golpe.
El bosque ya es de día, me senté mientras froto mis ojos y bostecé.
—Buenas tardes, dormilona–dijo alguien alegre. Volteé y veo que era Liam.
—¿Dormiste bien?–preguntó mi padre.
—Sí, tuve mucho sueño–respondí y miré a Liam–¿Dijiste buenas tardes?¿Qué hora es?
—Ya es mediodía.
—¡¿Mediodía?!–dije sorprendida. Nunca había dormido tanto.
—Así es bella durmiente–respondió Rachel que estaba arreglando su cabello con los dedos–Íbamos a despertarte temprano para continuar, pero por tantas cosas que has pasado, debiste estar muy cansada.
—Y además, no eras la única que seguía durmiendo–dijo Liam un poco preocupado y miró detrás mío. Volteé hacia esa dirección y veo a Ian despertándose. Sus ojos ya eran ámbar y se ve que ya está mejor. Ian me mira y sonríe de lado. Se levanta mientras que Liam se acerca a él–¿Cómo te sientes?
—Mejor–dijo serio–gracias por lo de la madrugada.
—De nada, hermano. Siempre y cuando te tomes la medicina como antes.
—Esta bien.
¿Medicina?¿Cómo lo consiguió tan rápido?¿Qué ocurrió mientras estaba durmiendo? Cálmate, lo que importa es que lo obtuvo y él ya está mejor.
—¡Bueno!, ya que todos están despiertos¿Están listos para continuar?–dijo Liam contento.
Mi padre y yo asentimos. Me levanto del suelo, agarro mi bolso y continuamos caminando en el sendero. Un largo rato después, llegamos a una hermosa cuidad medieval llena de personas, tanto como humano como seres mitológicos. Veo algunas hadas volando, un elfo enseñando magia con niños de diferentes especies, muchos vendiendo sus productos como comida, armas, plantas medicinales y flores, la mayoría disfruta su día hablando con amigos, familiares, conocidos, y el resto caminando por todas partes. Me quedé impresionada.
—Es un lugar muy bello–dije emocionada.
—¿Verdad que es hermoso? Bienvenidos a la cuidad Earth, donde todos los seres vivos viven aquí en paz y armonía–dijo Liam alegre.
—Había extrañado mucho este lugar– Rachel sonríe nostálgica–es como si pasara una eternidad desde la última vez que estuve aquí.
—Y en realidad si fue una eternidad. 100 años si no me equivoco–sonríe Liam bulón–trata no ser tan nostálgica cada rato.
—No empieces Liam–dijo a fastidiada.
—Es un bonito lugar–dijo mi padre sorprendido–¿Hay más lugares similares a esto?
—Así es–respondió Liam–, pero eso lo hablaremos luego de llegar al palacio que está al frente.
Veo el gran palacio. Es enorme. Parecido a un castillo. Era todo blanco con muchas ventanas incontables y una gran puerta de madera que abre y cierra la entrada principal del palacio. Llegamos a las puertas y de la nada fueron abiertas, donde entramos y nos detuvimos en una gran sala con paredes color gris un poco claros y unas decoraciones muy elegantes con grandes escaleras donde frente de ellas está una mujer adulta con vestido de color verde claro y verde oscuro, cabello de color verde con ojos del mismo color con unos lentes puestos y tiene orejas alargadas. Nos sonrió amablemente y se acercó a nosotros. Al lado está un chico híbrido de cabello negro y ojos dorados vestido con ropa marrón y una mujer con una niña híbridas parecidas con su cabello naranja, pero los ojos de la niña son dorados y no azabache como los tiene la mujer. La niña se ve muy nerviosa.
—Hola, bienvenidos al palacio de la cuidad Earth–se presenta con su mano y medio de las clavículas como forma de presentarse–Mi nombre es Videl Green, reina de la Nación Earth, es un placer conocerlos.
A pesar de que tiene la edad un poco avanzada, como la edad de mi padre, aún sigue siendo muy hermosa.
—Hola, soy Alejandro Valeuzen; y ella es mi hija, Aranza Valeuzen. Espero que nos conozcamos con el tiempo y que no seamos molestias para usted–dijo mi padre un poco nervioso.
—Lo mismo digo, señor Valeuzen. Ahora vámonos al comedor a comer algo. Ustedes deben tener hambre.
—Se lo agradecemos mucho, reina Videl.
La reina Videl suelta una risita.
—No hace falta me llamen "reina Videl". Sólo llámenme solamente "Videl" por los momentos.
—Entiendo, Videl.
La reina Videl y los otros nos acompañaron hacia el comedor. La mesa era muy larga con muchas sillas y en el techo hay un candelabro elegante y costoso. Nos sentamos lo más cercanos de la mesa. La primera silla se sentó la reina Videl y en las sillas derecha me senté con mi padre e Ian. En las sillas izquierda se sentaron el chico híbrido, la mujer y la niña híbrida, Rachel y Liam. Ya todos estamos sentados, llegaron unos sirvientes con comida lista y los pusieron en la mesa. Se hizo agua en la boca por lo delicioso que se ve. La reina Videl agradeció a los sirvientes y empezamos a comer.
—Y díganme–preguntó la reina Videl para iniciar una conversación–¿Ya saben todo lo que está pasando?
—Sí, ya nos explicaron el sucedido–respondió mi padre.
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Editado: 22.11.2025