Aranza.
Salimos del palacio caminando hacia la cuidad.
—Okey, Aranzita–dijo un poco animada–Empecemos con algo muy valioso para mí ¿Quieres que te enseñe?
—Me encantaría–sonreí intrigada.
—Entonces no se diga más, vamos–caminamos de casa en casa con gente de buen humor y llegamos a una lugar parecido a una mansión pero repleto de jóvenes de diferentes especies–Bienvenida, a la escuela de la cuidad Earth–dijo alegre y nostálgica. Es un lugar muy elegante. Ella continúa mientras entramos y seguimos caminando–tal vez para tu punto de vista es solo una escuela, pero no es una escuela común, es una escuela donde enseñan y entrenan a los jóvenes que quieren ser agentes. De día los enseñan educación y de noche los entrenan para ser agentes. Y para ello, la agencia de esta escuela enseñarán todo para que ese sueño se haga realidad. Claro, yo fuí una de las mejores–dijo orgullosa–aquí, muchos de los estudiantes fueron graduados como los mejores agentes de la escuela. Yo, algunos amigos y los gemelos fuimos uno de ellos.
—¿Los gemelos se graduaron como los mejores agentes?–pregunté con asombro.
—Así es. Fueron uno de los mejores estudiantes de esta escuela. Y a pesar de ser entrenados, sus habilidades, destreza y agilidad eran increíbles. Claro que eran dos de un solo grupo de mitad ángel y mitad demonio, pero no les dieron tanta importancia. Y mira ahora, ellos se han vuelto muy buenos en su trabajo a medida que avanza el tiempo.
—¿Y tú aún sigues trabajando como agente?
—Por supuesto, pero aún no me asignaron una misión, así que aprovecho todo el tiempo que me queda de descanso. Aunque últimamente no ha habido mucho descanso debido a los movimientos de los demonios. Hay muchos demonios en el mundo humano y es muy cansado lidiar con ellos, pero es nuestro trabajo después de todo.
—Genial, suena increíble ¿Los humanos pueden ser agentes?–dije emocionada.
—Por supuesto. Dependiendo de la capacidad que tienen, pueden hacerlo.
—¿Capacidad?–pregunté confundida.
—Me refiero a su resistencia, agilidad, destreza–dijo numerándolos con sus dedos–¿Quieres que continúe?
—No hace falta. Ya entendí–sonreí–¿Esta bien entrar a esta escuela sin motivo?
—Aquí también pueden trabajar algunos agentes. Así que no hay problema.
Nos detuvimos en uno de los salones donde ella escuchó la voz de una mujer que es familiar para ella. Nos acercamos al de donde proviene esa voz.
—¿No sería malo entrar a un salón en clase? Podría llamarnos la atención.
—Tranquila, están en receso. No habrá problema. Tranquilízate.
—¿Cómo lo sabes?
—Los horarios no han cambiado–Rachel abrió la puerta y me agarró el brazo para entrar al salón.
El salón es muy grande, con muchos estudiantes estaban ahí, algunos estaban hablando con sus amigos, otros están leyendo libros, y otros jugando juegos de cartas, y uno de ellos están jugando en el escritorio del profesor y Rachel y yo nos acercamos. Vimos tres chicas jugando Uno, una es de piel algo bronceada, con cabello ondulado color morado oscuro y ojos del mismo color; otra es una chica de piel clara, con cabello liso color fucsia y ojos de color celeste; ambas son híbridas pero diferentes; la de cabello morado tiene las orejas y cola de un perro, y la de cabello fucsia tiene las orejas y cola de un gato. Y la tercera chica es como una humana, de piel clara, con cabello castaño rizado y ojos del mismo color. Es muy hermosa y tiene la misma edad que tiene Rachel. Aunque no sé exactamente su edad.
¿En este mundo también existe el juego de Uno? o ¿Lo obtuvieron en el mundo humano?
Veo que la de cabello castaño saca una carta de +2 de color rojo, la de cabello fucsia sacó otra carta de +2 amarillo, sumando a cuatro cartas que tendrá que llevar a que no puede defenderse con la misma carta o con la de +4 según lo que recuerdo. La de cabello morado saca otra carta de +2 azul, sumando 6 cartas. La de cabello castaño saca una sonrisa de satisfacción mezclada de diversión con una carta de +4, lo cual suma a 10 cartas. Me quedé tiesa a sentir el ambiente denso. Este juego se puso intenso. La de cabello morado se quedó tiesa también y miró a la de cabello fucsia de mucha súplica. La de cabello fucsia la miró con pena y sacó la carta.
—Lo siento amiga, no elección–puso su carta en la mesa, viendo que es otra carta +4. Suma un total de 14 cartas que tendrá que llevar la de cabello morado.
—¡Ya no juego!–dijo la de cabello morado dejando sus cartas en la mesa y miró hacia el otro lado.
—P-Pero Marcy, no puedes dejar el juego, apenas estamos empezando–dijo la de cabello fucsia un poco sorprendida mientras que la de cabello castaño pone las 14 cartas en la mesa de donde está la que se llama Marcy.
—Pues por eso. Apenas estamos empezando el juego y ya quieren que coma muchas cartas–hizo un puchero.
—Listo aquí están las 14 cartas. Buen provecho–dijo la de cabello castaño con una sonrisa burlona y divertida. La de cabello fucsia agarró las 14 cartas con las de Marcy y se las pasó, pero Marcy las niega.
—Marcy, juega–suplica.
—No.
—Pero si aquí llevas buena mano–dijo viendo sus cartas.
—Te he dicho que no.
Me reí esa escena, así estaba mi padre suplicando las primeras veces que jugué ese juego. Las tres chicas se dieron cuenta de nuestra presencia y nos miraron confundidas.
—¿Puedo ayudarlas?–preguntó la de cabello castaño. Me miró a mí y luego miró hacia Rachel y la sonrió amable–Hola Rachel.
—Hola María–saludó con la misma sonrisa amable.
—¿Cómo has estado?–preguntó serena.
—Bien ¿Y tú?
—Yo muy bien. Trabajando de profesora ¿Y tú?
—Yo digo lo mismo. Aún sigo trabajando de agente.
—¿En serio? Creí que te habías retirado–dijo en tono burlona.
Aunque Rachel aún tiene su sonrisa, noto una vena palpitando en su frente.
—¿Y por qué lo dices?–preguntó guardando la calma.
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Editado: 22.11.2025