El Bosque de Los Espejos

Capítulo 15

‎Aranza

‎ Me mira sin expresión pero sus ojos brillan.

‎ —¡Ian!–mis mejillas se sonrojan y él soltó el agarre.

‎ —¡De verdad cuánto lo siento!¡No era mi intención!¿Está bien?–dijo el chico de cabello rojo y ojos amarillos aterrizando con sus alas transparentes de mariposa al piso y recoger los libros caídos. Un hada.

‎ —No te preocupes–respondí con una sonrisa–No salí lastimada.

‎ —Ten más cuidado la próxima–respondió Ian neutro y el chico hada se ha ido volando con sus muchos libros en sus brazos. Miré a Ian.

‎ —¿Qué haces aquí? Me dijeron que ibas a trabajar hasta tarde.

‎ —Terminé la misión más rápido de lo que pensé y regresé–encoge sus hombros–Iba a buscar un libro para leer un rato pero sentí un instinto y ví unos libros cayendo hacia tí.

‎ —Yo podía moverme para evitarlo, te lo agradezco pero no necesitaba ayuda.

‎ —Pero igual lo hice.

‎ —Y gracias, pero no era necesario.

‎ —Si era necesario.

‎ —¿Y por qué es necesario?–alcé una ceja.

‎ —Porque no se sabe lo que te pudo pasar.

‎ —Pero si son solo libros.

‎ —Lo sé, pero no se sabe. Tal vez la próxima vez ya no serán libros, sino otra cosa que es peor. Solo digo que no siempre puedes hacerlo tú sola. Tendrás nuestra ayuda cuando lo necesites.

‎ —De acuerdo, gracias–dije con una sonrisa amable. Cambio de tema–Entonces, ¿buscabas un libro para leer?¿Te gusta leer?

‎ —Sí, desde niño me ha gustado leer. ¿Te ha interesado uno de estos libros?–sonríe de lado.

‎ —¿Cómo me va a interesar si no entiendo el idioma que tienen?

‎ —¿Idioma?–agarré uno de los libros y lo abrí enseñando las páginas–Ahhhh, ese idioma. Es Idioma Antiguo. Casi todo los libros tiene ese idioma.

‎ —¿Es en serio?–me quejé.

‎ —Sí, pero si tú lo aprendieras, sería más fácil leer estos libros que contiene historias y conocimientos asombrosos.

‎ —Entonces enséñame.

‎ —¿Qué?–se sorprende un poco.

‎ —Como escuchaste, enséñame.

‎ Suelta una risita.

‎ —Sería mucho gusto enseñarte, pero voy a aprovechar mi día de descanso.

‎ —Pero quiero que me enseñes ahora.

‎ —En otro momento, Aranza. Solo quiero relajarme un poco. Por cierto¿Con quién fuiste acompañada? No podías haber venido aquí sin alguien que te acompañe–preguntó serio.

‎ —Salí con Rachel para que me enseñara la cuidad y solo me ha enseñado la escuela y aquí–sonreí alegre.

‎ —¿En serio? No me digas–dijo pensativo–¿Y dónde está?

‎ —Ella está...

‎ —¡Hey, mira lo que encontré!¡Otra damisela solitaria en la biblioteca!–Liam había llegado con Rachel a su lado–espera, ya no está sola. Creí que seguías trabajando–miró a Ian burlón.

‎ —Terminé rápido ¿Y tú?–respondió neutro.

‎ —Lo mismo, fue más fácil de lo que pensé. Más o menos, pero está hecho. Y díganme ¿Qué hacen aquí?

‎ —Rachel me enseñó este lugar y quise leer uno de estos libros–respondí.

‎ —Yo buscaba un libro de hechizos–respondió Rachel.

‎ —Yo solo quiero leer–respondió Ian.

‎ —¿En serio? Oigan, como que soy el único que no lee. Hagamos algo b¿Qué si en vez de leer vamos a un lugar a comer algo? ¿Les parece? Yo invito–preguntó Liam alegre.

‎ —¡Genial!–Rachel se alegra.

‎ —Me encantaría–sonreí contenta.

‎ —Por mí está bien–respondió Ian tranquilo.

‎ —¡Excelente!¡Vamos!

‎ —Shhhh–alguien silenció a Liam.

‎ —Perdón–susurró.

‎ Salimos de la biblioteca caminamos hacia un restaurante. Entramos, nos sentamos en una mesa, pedimos lo que queríamos en el menú y nos sirvieron la comida con nuestros vasos de agua. Los gemelos y yo pedimos espagueti con albóndigas y Rachel pidió ensalada.

‎ —¿Y cómo les fué en su misión?–pregunté mientras doy mi primer bocado.

‎ —A mí me fue bien–explicó Liam–hemos encontrado tres vampiros que secuestraron humanos para beber su sangre, pero yo los maté con gran facilidad y los quemé hasta quedarse en cenizas. Y los humanos están a salvo, borramos la memoria para que no recuerden lo que sucedió y llegaron a sus casas a salvo.

‎ —¿Y tú Ian?–preguntó Rachel.

‎ —Me fue bien–respondió tranquilo–reportaré a la reina Videl a regresar.

‎ —Oye Liam, necesito hacerte una pregunta y quiero que seas honesto–dijo Rachel.

‎ —Claro. Dime.

‎ —¿Yo... tengo arrugas?–dijo avergonzada y Liam se sorprendió tanto la pregunta que casi se ahogaba con la comida.

‎ —¿Qué?¿Por qué lo preguntas?

‎ —¿Tengo arrugas o no?–se queja.

‎ —¡Por supuesto que no, eres muy joven y hermosa!¿Por qué lo preguntas?

‎ —Déjame adivinar, te encontraste con María¿Verdad?–Preguntó Ian sin darle importancia.

‎ Liam agranda sus ojos de sorpresa.

‎ —¡¿Ehhhh?!¡¿Es por eso que buscabas un hechizo de rejuvenecimiento en la biblioteca y pediste ensalada?!

‎ —¡Eso no importa!¡¿Cómo supiste que buscaba un hechizo?!–sus mejillas se sonrojan mucho.

‎ —¡Te escuché algo referente de un hechizo y rejuvenecer mientras buscabas en un libro!

‎ —¡Eres muy chismoso, Liam!–chilla.

‎ —¡Y tú eres muy inocente!¡Creíste en las bromas de María!

‎ —Oigan chicos, basta. Que nos pueden sacar del restaurante por hacer tanto ruido–dije sonriendo incómoda tratando de calmarlos.

‎ Ambos se calmaron y el silencio llegó a nosotros un rato.

‎ —No puedo creer que estén peleando por arrugas–dijo Ian sereno.

‎ —Ya cállate Ian–dijo Liam avergonzado–Por cierto ¿A quién te llevarás para el evento de mañana?

‎ Ian agranda sus ojos de sorpresa y se queda tieso.

‎ —¿Qué evento?–pregunté confundida.

‎ —Mañana habrá un evento especial en el Bosque de Los Espejos–explicó Rachel–esa noche llegará la Luna de las Flores y es un evento que se celebra cada año. Además, celebramos cuando hay Luna Azul y más Lunas excepto la Luna de Sangre. Tanto seres vivos como fantasmas que también estarán allí y celebraran con bailes y mucha alegría, tal vez con algo de vino para animar la noche. Sé que puede ser muy pronto para tí ya que llevas muy poco tiempo aquí pero ¿Qué dices?¿Quieres ir?




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