-Entonces, ¿Que necesitamos?- interrogó Neimon.
-Bueno, a parte de comida, ropa, etc... creo que armas- respondió uno de los adolescentes.
-¿Armas?, bien, yo tengo un par- dijo para después volver con varias armas, metralletas, pistolas, escopetas, cuchillas, y hasta algunas granadas- esto es lo que tengo, escojan.
-Yo está- dijo Himun agarrando la escopeta.
-Yo quiero estás- dijo Izael tomando las granadas.
-¿Yo puedo está?- dijo Tai tomando las pistolas- son ligeras y fácil de llevar.
-Entonces yo me quedo con la metralleta- habló Neimon.
-¿Y que hacemos con las cuchillas?- preguntó Tai.
-Que cada uno lleve una, será más seguro por si se acaban las municiones- cada uno tomo una cuchilla y la guardo en su bolsillo.
Salieron de la cabaña y comenzaron a caminar, dibujando un mapa, para asegurarse de no pasar dos veces por el mismo lugar.
Caminaron un buen rato, unas horas mejor dicho, hasta quedar atrapados. Ya no había salida, a la derecha estaba "la muralla china de espinas y al frente...al frente se encontraba una horrible mansión abandonada hace tiempo al parecer, por lo mal cuidada que estaba.
-Solo queda entrar- habló el peli-marrón
Entraron a la casa y se separaron en grupos de a dos, se encontrarían al salir.
-N,Neimon, no me gusta este lugar- caminando lento
-No seas maricon Taion.
Comenzaron a escucharse risas agudas, seguidas del golpeteo incesante de una cadena.
-¿Escuchas eso?, ¿De dónde viene?- habló Neimon, volteando a todas partes.
-¿Escuchar qué?, Yo no oigo nada- se lamentó Tai.
En eso, de atrás de una puerta salió un horrible payaso con agujas en vez de dientes, con garras en vez de manos. Riendo como desquiciado, mientras arrastraba una cadena, la cual al final tenía cientos de cabezas humanas amarradas a ella.
-A la re pi- exageró Neimon echando a correr.
-¿Neimon?, ¿Neimon a dónde vas?- volteó al lugar en el que Neimon había quedado mirando, para encontrarse....¿nada?, No había nada allí, entonces, ¿que había asustado a Neimon?.
Neimon se encontraba corriendo sin descanso, tratando de alejarse de aquel monstruo, el cual ahora lo perseguía en cuatro. A lo lejos vio una pequeña habitación, se metió en ella y cerró la puerta con seguro.
Agotado por la corrida se recostó en una de la paredes, la cual quedaba frente con un inmenso agujero el cual lleva a quien sabe dónde.
Suspiró aliviado... cuando vio subir al payaso por el agujero, este abrió su boca hasta la desmesura, y continuó acercándose, dispuesto a matarlo. Pero no iba a ser tan fácil, el joven tomo una tabla de madera e intentó estrellársela en la cabeza...pero nada, la tabla solo lo atravesó, como si fuera un fantasma.
-¿Eh?- el monstruo continuó acercándose, hasta traspasarlo y seguir de largo- ilusiones- murmuró- ¡¡Son ilusiones!!- grito aliviado y levantándose para ir a buscar al resto.
Se encontraba caminando por la casa, cuando escucho lloriqueos y gritos, provenientes de una de las habitaciones. Entro en esta, para encontrarse a Taion pataleando y gritando, intentado espantar a...¿la nada?. Se acerco y lo toco en el hombro.
-Tae, soy yo Neimon, despierta, es una ilusión- Taion lo miro con una expresión de pánico y con lágrimas en sus ojos.
-¿Neimon?, ¡¡Neimon apártate, está ahí!!- gritó empujándolo al piso.
-No Tai, no es cierto, escúchame, son ilusiones, no es real.
-¿Ilusiones?.
-Si, de verdad no está ahí, no existe.
Tai miro al frente, donde para el aún se encontraba aquel ser negro, de ojos amarillos, el causante de sus pesadillas cada noche. Estiró la mano para tocarlo, pero está lo traspaso. La figura continuó su camino hasta pasarlo de largo, Tai suspiró aliviado.
-Te lo dije, solo son ilusiones.
-Es verdad, pero... espera...¿Y el resto? Tal vez ellos no lo saben.
-Es cierto, vamos por ellos.
Buscaron en toda la casa, pero no había ni rastro de ellos, como si se hubieran esfumado, asustados salieron de la casa, como último recurso debían estar afuera.
-¿Por qué tardaron tanto?- preguntó Himun, mientras imaginaba que limaba sus uñas.
-¿Que?, ¿Hace cuanto están aquí?, ¿Como sabían lo de las ilusiones?.
-Himun lo descifró- hablo Izael- debieron verlo, fue increíble.
Flashbak:
Se encontraban caminado por la casa, cuando algo llamo la atención de Himun.
-¿Hueles eso?- cubriendo su nariz.
-¿Oler qué?- preguntó su compañero.
De repente Himun noto de dónde salía el olor putrefacto, frente a ellos se encontraba una pila de cuerpos sin vida.
-Hay santa María, p,pobrecitos, ¿Que le pasó?
-¿Que les pasó a quien?, Vamos- reprimió Izael caminando hacia la pila de cuerpos, de la cual uno de ellos se movió e intentó agarrar a Izael.
-Z,z,z,z, ¡¡ZOMBIES!!- gritó agudo, rompiendo uno de los vidrios del salón. Izael se cubrió lo oídos y se tiró al piso, mientras que Himun corría en círculos, con los brazos hacia arriba, gritando como loco.
Luego de unos segundos se cansó, sacó su escopeta y le disparó a uno de los zombies.
-¿Que haces?, No gastes balas, a menos que...- su frase se cortó cuando vio a un ser negro, con ojos amarillos acercarse.
-No puede ser, no tú- Himun se le acerco y le puso la mano en el hombro.
-Son ilusiones.
-¿Qué?.
-Sea lo que sea que veas no es real, es una ilusión, esta casa hace que veas ilusiones de tu mayor pesadilla.
-P,pero el está ahí- señalando al monstruo frente a él.
-No, no está ahí, mira- tocando el espacio que Izael había señalado.
-Es, es verdad, pero ¿Como te diste cuenta?.
-Me di cuenta cuando se me acabaron las balas y no había lastimado a uno sólo, entonces los toqué y los traspasé.
-Oh, que bien que solo sean ilusiones- dijo suspirando- Bien, entonces vámonos- ambos salieron de la casa y se quedaron esperando al otro equipo.
Fin del Flashback
-Oh, claro, es obvio- habló Izael.
-Bien, ya que logramos salir sigamos caminando, aún nos queda mucho por recorrer- habló Neimon.