-Es imposible, son muchos- gritó Neimon mientras golpeaba a una especie de ogro en la cara.
-No si ayudamos- hablaron dos chicos uniéndose a Neimon y Himun para la derrota de los monstruos.
-¿Y ustedes cómo se soltaron?- refunfuñó el asesino.
Tal parece que en esos días en los cuales tardaban en llegar con el sociópata este había capturado a otros dos jóvenes. Por suerte y quién sabe cómo, lograron soltarse e ir a ayudar a los chicos, que peleaban con esas creaciones macabras.
-Ahrg, bicho del demonio- escupió Neimon mientras cortaba la cabeza de uno de esas cosas.
Mientras Neimon se encargaba de los más fuertes, junto a uno de los chicos que se habían unido a la pelea, Himun intentaba acabar con la misma muñeca de la tienda de hace días.
-Se los dije, ustedes serán míos, jajajajaja-rio desquiciadamente la chica de trapo, en muy mal estado.
-No es posible, te...te matamos- habló Himun intentando quitarse a la muñeca, que en ese momento portaba una cuchilla, eh intentaba apuñalar lo en el corazón.
-¿Por qué no te quedas quieto y acabamos con esto?.
-¡¡Quítate, ya!!- gritó el otro tomándola de los pies y jalándola hasta que sus costuras se decidieron.
-No pueden conmigo- sonrió el asesino, antes de tomar al peli-rojo y colocarle una cuchilla en el cuello- un paso y lo mato.
-Por favor no- pidió el peli-negro.
-Dile a tus amigos que dejen de lastimar a mis criaturas.
Izael lo pensó un poco, pero luego obedeció la orden de aquel lunático sin sentimientos.
Sus amigos y los otros dos se detuvieron, al igual las cosas poseídas.
-¿Sabes algo?, Te engañe- río el asesino.
-¿Sabes algo?, También yo- soltó el joven intrépido, dejando perplejo al hombre que tenía en frente, antes de que su amigo se agachase, tirando a Carel por sobre su hombro. Este se sentó y quedó mirando a los 6.
-Izael, toma- advirtió Neimon antes de lanzarle un arma a las manos.
El adolescente le apuntó al maniático y colocó su dedo en el gatillo.
-P,por favor no. Seré bueno, cambiaré, no hay necesidad de llegar a estos extremos, a demás, no lo harías, no eres como yo, jamás jalarías ese gatillo.
-Tienes razón, no soy como tú- los otros quedaron atónitos con las palabras de su amigo, ¿Iba a darle otra oportunidad?, No podía ser posible- yo no maté a más de mil personas solo por placer, yo no cree esas cosas las cuales atormentaban a cualquiera que se cruzará por aquí, y por eso, no voy a dejar que está situación se repita... así que... dulces sueños amigo- terminó antes de jalar del gatillo, dejando salir una bala la cual quedó incrustada en la frente del sociópata. Sus ojos se tornaron blancos, y un río de sangre comenzó a salir del agujero provocado por la bala.
Los chicos se miraron entre si, ¿En verdad habrían acabado con la maldición?. En eso los monstruos tras ellos contestaron sus preguntas, ya que habían comenzado a disolverse, a desaparecer. Una onda expansiva rodeo todo el lugar, desechando la maldición, dejando ver un nuevo bosque. A los árboles les salieron hojas, la casa de las muñecas y de las ilusiones desapareció. La barrera invisible que rodeaba todo el lugar se difuminó.
Los adolescentes impresionados por sus actos y el echo de que habían quitado la maldición y podrían salir de ahí los conmocionó por completo, algunos lloraban, otros reían y otros saltaban...,hasta que llegó la hora de despedirse.
-Gracias por ayudarnos- habló Himun a los otros dos chicos- por cierto, ¿Cuáles son sus nombres?.
-No hay de qué, yo soy Turo y el mi primo
Coshioc.
-Hola- saludo el con la mano y una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Saben?, fue increíble conocerlos, no tengo palabras para describir el afectó que ahora les tengo por que me hayan ayudado a encontrar a mi amigo y salvarlo- agradeció Izael.
-No tienes que agradecer, sin su ayuda jamás hubiéramos descifrado el enigma y no podríamos salir de aquí- Neimon hizo una reverencia a ambos- aunque al principio los haya odiado ahora los extrañaré chicos- sonrió acariciando sus cabezas con afecto.
-Bueno...creo que es hora de tomar caminos distintos- anuncio Taion mirando a la carretera fuera del bosque.
-Es verdad, bueno igualmente no tiene por qué acabar aquí, ¿cual es tu número?- preguntó el más bajo al peli-negro. Este sonrió y se lo dictó.
Al terminar la despedida cada uno volvió a su hogar correspondiente, Tai e Izael se dirigieron a la casa del más joven de ellos, ya que la última vez sus madres estaban reunidas ahí.
Cuando llegaron sintieron como un aire de tristeza y anhelo los rodeaba. Giraron la perilla de la puerta lentamente, la abrieron y entraron con cuidado.
-¿Mamá?, ¿Papá?, ¿Están acá?- llamaban los dos mirando el lugar, en cuestión de segundos se escucharon pasos rápidos de las escaleras, sus padres quedaron petrificados al verlos, estaban pálidos como una hoja, parecía que hubieran visto fantasmas.
-¿T,T,Tai?- preguntó tartamudeando con miedo la madre del mencionado.
-Hola mami, volvimos- esa fue la palabra que desató la alegría en sus padres, corrieron a abrazarlos y mimarlos entre lágrimas.
Luego Taion y sus padres se marcharon a su hogar.
Esa noche los 6 hicieron una video llamada grupal, para hablar y recordar el tiempo en el bosque, las aventuras, los miedos, descubrimientos nuevos, emociones y valentías. Ahora con dos amigos nuevos.
-Pronto nos volveremos a ver...Izael- sonrío el asesino afilando una daga.
ℱⅈℕ