Estando en este momento frente a esta flor de las leyendas, Ru y Julio estaban completamente felices de haber logrado conseguirlo. Pero no podían regresar de inmediato al pueblo, ya que debían de volver a reabastecerse, además de que debían de recuperar sus fuerzas para poder pasar por aquel lugar en donde estuvieron a punto de morir.
Así es, aún no han olvidado lo difícil que fue el poder ingresar a este lugar y como estuvieron luchando por poder caminar entre esta luz que consumía todo a su paso. Por otro lado, debían de encontrar una forma de poder evitar el enfrentarse contra esas personas con quienes se toparon los cuales aún no habían usado todas sus cartas, no es que supieran si aún tenían más cartas bajo su manga o no, pero algo les decía que debían de tener cuidado con ellos y no dejarse llevar por el simple hecho de que sólo los atacaron con armas simples y sin tener que utilizar nada más que les diera un mayor poder, aunque esto también significaba que ellos deberían de poseer una gran fuerza para poder vivir en este lugar.
Julio y Ru, acercándose a estas flores, notaron que esta, además de tener un aspecto de un lirio de agua, tenía consigo un contraste que lo podría diferenciar tan fácilmente. En el momento en que la sombra los tacaba, su color blanco cambiaba a uno azulado. Aunque este color cambiaba de forma progresiva conforme la oscuridad en la que se encontraba, sólo les quedaba esperar hasta que llegara la noche para poder conocer por completo su forma que tomarían al estar en completa oscuridad.
Como aún tenían un largo viaje que realizar, Ru y Julio buscaron un buen lugar en donde podrían descansar hasta el siguiente día para poder partir de regreso. Lo único que podían hacer en este momento era el bañarse en el río, turnándose para estar siempre alerta por si llegasen a ser atacados, y el pensar en una forma de lograr evadir los obstáculos que tenían por delante.
Mientras Julio se bañaba, al ser el primero en ir, Ru se sentó en una roca que estaba a unos cuantos metros del río mientras pensaba – el tiempo sigue pasando y no he logrado hacer ni un avance. No importa que tanto piense en que deseo ser un caballero, al final me terminé desviando un poco del camino por falta de recursos para continuar con mi viaje. Si hubiese aceptado aquella oportunidad que me surgió al tan sólo llegar a este país… – en voz baja – tal vez la historia sería diferente, pero esa no debía de ser la manera en que me tendría que convertir en caballero. Además, parece que hay algo mal en esa misión que tome del cual no me había dado cuenta en ese momento. Aunque aún no esté completamente convencido de que era eso, no puedo decir que haya algo bueno el haber tomado ese camino. También esta eso que vi en esa ocasión… – miró por un instante la palma de su mano izquierda – esa bolsa que me habían entregado tenía un gran poder dentro de ella, pero ese poder debe de ser de alguien tan importante y fuerte, como puede que sea uno de los objetos místicos que se rumoreaban en las historias, donde fue encarcelado la fuerzas de grandes personajes de la historia por diferentes razones, como el de que llegase a ver alguien que fuera capaz de heredar su legado y continuar con este una vez lograran desarrollarse, así como está el que fueron quitados a la fuerza a quienes hicieron demasiados estragos en la antigüedad al igual que por simple envidia y rencores – suspiro – no sé cuál sea la verdad, pero no creo que deba de intentar investigar sin tener cuidado, no quiero terminar metiéndome en graves problemas, lo cual sería malo en el momento en que me pueda convertir en un caballero –.
Ru, levantándose, empezó a dar una vuelta para verificar que no hubiera nada a sus alrededores que pudiera ponerlos en peligro. Entre los abundantes árboles frutales que habían logrado encontrar, Ru tomo unos cuantos frutos para comer mientras patrullaba el lugar.
Conforme iba caminando, escuchó unos pasos que provenían de unas personas a unos cuantos metros delante de él. Así que, poniéndose en guardia, escalo en lo alto de un árbol para poder tener una mejor vista de quienes podrían ser. Pero, por más que intento ver de dónde provenía, no logró encontrar ni una sola pista. Entendiendo que esto podría ser algo malo, en caso de que estos estuvieran camuflándose entre los árboles y arbustos, se dirigió rápidamente hacía donde se encontraba Julio para salir de ese lugar lo más antes posible.
Justamente, en el momento en que estaba regresando, Julio había terminado de bañarse y ahora estaba listo para relevar a Ru para que él pudiera bañarse también. Pero, en el momento en que vio que Ru se veía agitado, dijo – ¿Qué ha pasado? – Ru – no tenemos tiempo que perder, debemos de salir de aquí lo antes posible – Julio, justo antes de que pudiera decir algo, escuchó a lo lejos unos pasos y con esto entendió que se encontraban en peligro y que no debían de continuar estando en este lugar.
Empezando a correr, primero se dirigieron hacia donde se encontraban las flores para tomar unas cuantas y luego irse de ahí. Ru, a pesar de que se encontraba en completo peligro, tuvo el suficiente tiempo de lograr tomar dos de estas con mucho cuidado y poder guardarlo en una pequeña paja de madera que llevaba consigo.
Mientras empezaban a correr lejos de ese lugar, Julio y Ru habían dejado en claro que el encontrarse de frente contra estas personas, podrían terminar en serios problemas. Lo importante en este momento era encontrar una forma de poder alejarse sin que se dieran cuenta de ellos para evitar alertarlos.