Ru, después de haber estado un tiempo intentando regresar Las Praderas de las Sombras a lo que eran antes, ya se encontraba nuevamente sentado mientras jadeaba debido al cansancio de estar tratando de probar aquello que sintió con su espada y que en realidad creía que podría ser la llave para hacer que esta volviese.
El sudor que goteaba de su frente y recorría por todo su cuerpo, sólo eran testigos de que esto no era algo únicamente de tener que emitir un poco de aquel poder, sino que era mucho más en el que la resistencia también era uno de sus factores. Sin siquiera encontrar una forma de mantener toda aquella concentración en la punta de la espada, pero no lograba tener por completa aquella gota que podría ser la respuesta a todo este problema.
Ru, después de unos intentos más, cayo sin fuerzas entre las flores que estaban en el lugar, ya que en sí no podría seguir por más tiempo y todo terminaba siendo en vano al no alcanzar ni un avance. Sin embargo, pensó – esto… acaso esto… ¿Acaso esto es todo lo que puedo hacer? O… será que en realidad todavía puedo hacer más, de ser ese el caso ¿Me estoy reprimiendo? – y con esto en mente, quedó completamente inconsciente debido a la fatiga que tenía en todo su ser.
En realidad, el lugar donde se encontraba actualmente, podría decirse que siempre había peligros a su alrededor, esto seguía siendo de así a pesar de que Las Praderas de las Sombras habían sido eliminadas con anterioridad. Es por ello que se considera como un verdadero tonto el que se quedara en el estado que estaba Ru sin haber contado con un compañero que lo pudiera cubrir en caso de que algo sucediera. Si Ru se encontrara en su mejor forma, entonces se podría decir que el defenderse y mantenerse alerta sería algo simple, pero en esta ocasión no lograría hacer eso por lo menos durante unas cuantas horas, quizás en unas seis horas o menos él podría haberse recuperado del estado en el que se encontraba.
Pasando las horas, varios de los monstruos y criaturas iban acercándose a su alrededor, por supuesto que no estaban en frente de él, más bien se encontraban a unos dos kilómetros a la redonda. Este no era un buen escenario en la que se tendría que enfrentar Ru.
El encontrarse inconsciente, no era lo suficientemente bueno para él, puesto que la muerte podría estar rodando a su alrededor. Sin lograr conocer su situación en la que se encontraba en ese momento, al parecer él podría tardar un poco más de tiempo en lograr recuperar su conciencia al ser que aquella aura de color celeste se mantenía recorriendo todo su cuerpo hasta llegar a la espada de madera que estaba empuñada en su mano derecha para luego regresar a él.
Todos los que lo rodeaban no hacían aún ni un tipo de ataque hasta que él bajara por completo su defensa que mantenía, pero eso no sería la respuesta en este gran enigma. En toda aquella zona el poder que había estado emanando en Ru era la demostración que en realidad había algo más que lo retenía en todo este tiempo y era ese el motivo por el cual no era capaz de volver activar lo que sería la forma de retornar a Las praderas de las sombras a su anterior estado.
Desde la lejanía del lugar, una mirada lo empezó a ver mientras pensaba – no puedo creer que este idiota de verdad haya pensado en tratar de alcanzar algo como “Las praderas de las sombras”, como para terminar en este estado. Sin embargo, si lo llegase a lograr, me temo que todo podría cambiar nuevamente. Pero… – apretó con fuerza su puño – de verdad ¡¿Qué necesidad tienes de llegar a esto?! ¡¿Acaso no te bastaba con haber logrado conseguir una forma de volverte un caballero de un reino que es demasiado fuerte?! Tuviste que regresar a un reino que puede caer en cualquier momento, como… aaggghhh… esto es muy molesto… todo por lo que he estado tratando de lograr se verá completamente destruido si lo logras, sin embargo, no puedo dejar que logres tu objetivo, aún no es tiempo de que suceda. Por lo menos, déjame ponerte fuera de peligro así será más sencillo para mí el poder verte fuera de todo esto. Si lo que deseas es mantenerte en este reino, entonces no me importa el tener que hacer todo lo posible por hacer que se mantenga en pie hasta que ya no pueda más – dejó salir una pequeña sonrisa en su rostro, mientras miraba a Ru con mucho cariño para murmurar – mi caballero celeste, eso eres desde hace mucho tiempo, pero espero que puedas seguir de pie. Así como fue en aquella ocasión cuando fuimos niños (Si desean saber que paso, en el especial 1 lo podrán encontrar. Si no mal recuerdo, lo coloque como la última historia de ese especial) – y con esto ella agarro con firmeza el tronco del árbol mientras se preparaba para saltar desde la rama en la que se encontraba parada y dirigirse hacia el lugar en que Ru se encontraba.
Pero justo cuando estaba por saltar, de pronto sintió como todo su cuerpo se paralizaba de un momento a otro y también que su poder era sellado por un breve momento. Ella, que trato de mantener el equilibrio y no caerse de la rama, dirigió nuevamente su mirada en dirección de Ru. En el momento en que prestó un poco más de atención, noto que algo estaba mal en todo esto, Ru había dejado de mantener su defensa y ahora se encontraba completamente indefenso. A pesar de que estaba inmovilizada, con el ojo izquierdo cerrado debido al dolor que sintió, su poder había vuelta a circular nuevamente, pero este se había incrementado más allá de lo que era antes, esto no podía ser algo bueno para ella, puesto que no podría ser capaz de controlar todo esto, por lo que también era parte del por qué había quedado inmóvil.