Al despertar, Ru se encontraba nuevamente sólo. Todo parecía estar calmado y sin ni una novedad además de que “las praderas de las sombras” había regresado. Ru, que sentía un ligero dolor de cabeza, sólo podía seguir pensando en cómo continuar su viaje de regreso a casa, pero había algo que sentía que debía de hacer.
En sí, los recuerdos de Ru habían vuelto a ser sellados y no podría recordar lo que sucedió anteriormente, sólo el hecho de que había estado intentando regresar “Las Praderas de las sombras” pero sin éxito alguno, sin embargo, ahora que había abierto los ojos encontró que todo se había resuelto de alguna manera.
Ru, tomando su espada que estaba a su costado izquierdo, se levantó y miro con suma confianza aquel lugar, para darse la vuelta mientras decía – bueno, te dejó el trabajo, vieja amiga – esto era un poco irónico, ya que se supondría que no había nadie junto a él como para que se despidiera. Pero, entre las copas de los árboles, ella se encontraba haciendo guardia en espera de que Ru recuperara la conciencia y así dejar aquel lugar que era demasiado peligroso para él.
Antes de desvanecerse con el viento, dijo – espero que puedas regresar y entiendas que no es necesario de un guardián y que yo podré solucionar todo esto sola. Así que espero que pueda verte bien algún día. Quizás – con un pequeño dolor en su pecho – con una familia con quien pases el resto de tu vida – y con ello el viaje de los dos continuó. Mientras Ru se dirigía a su casa, ella se ponía en marcha hacia las fronteras del reino de Elmm en busca de hacer frente a lo que se avecinaba, aunque el mismo reino parecía ser incrédulo ante lo que se vendría, la realidad era totalmente diferente. La simple sobrevivencia del reino de Elmm no se debía a puro suerte o casualidad, sino que ellos poseían un arma única que protegía a todo el reino y entre una de las barreras dejada para poder cumplir con este papel era “Las praderas de las sombras”, sin embargo, el poder manejar a “Las praderas de las sombras” no era algo que cualquiera pudiera hacer, es por ello que se había convertido como un lugar al que era completamente una locura el tratar de atravesar, mientras que en tiempos antiguos fue considerado como un refugio que protegía al pueblo del reino de Elmm
Ru que seguía caminando, sólo podía pensar – hay algo que he olvidado, pero siento que debía de hacer – en realidad, desde que había logrado liberarse del sello, al parecer este no logró terminar de restaurarse por completo, por lo que la memoria de Ru divagaba ahora entre lo que sabía en ese momento y lo que no debería de conocer.
Sin siquiera conseguir recordar nada más que una vaga ilusión, como si se tratara de un sueño, Ru decidió mejor seguir adelante y no preocuparse por eso en ese momento, ya que tendría oportunidad en otro momento de intentar recordarlo.
Mientras seguía su camino, Ru podía sentir que este viaje fue un buen comienzo y que la experiencia ganada le sería muy útil, aunque aún no había conseguido su objetivo de convertirse en un caballero. Sin embargo, había algo que había cambiado en la mirada de Ru ligeramente, al parecer aquella inocente y estúpida mirada había cambiado un poco y parecía ser un poco menos tonta de lo normal. Sin embargo, también podía sentir que ahora ya no podía continuar caminando un camino en el que no tendría ni la menor chispa de avanzar hacía adelante.
El haber perdido su oportunidad de convertirse en un caballero en el reino de Huet, le vino a la mente, al igual que la lucha que tuvo en ese momento. Por más chispudo que tratara de ser, de nada valía si su camino no era claro y sólo en las turbulencias de la misma ignorancia se mantenía. Antes de ese día, el no se había replanteado el motivo por el cual empezó a querer ser un caballero, además de que varias cosas de su pasado él había olvidado, lo que consideraba como algo que debía de suceder pro el tiempo que paso.
Ru, cruzando aquellos senderos antes de encontrar nuevamente el camino principal, sentía que algo le hacía falta. El sentirse completamente desorientado, miraba una que otra vez sus manos para tomar la espada de madera y balancearla una que otra con la intención de poder encontrar una respuesta a través de esto. Un sentimiento de melancolía también era lo que se apoderaba de Ru y le hacía querer detenerse por un momento y así ver el paisaje del camino mientras un aire que podría inspirar a cualquiera pasaba por Ru pero lo que traía consigo era sólo unos fragmentos en la que veía a un caballero, una niña, el bosque y ser atacado por un Viol (En el primer especial que saque pueden tener una mejor vista de esta parte para poder entenderlo o por pura curiosidad) sin embargo, todo era tan vago que no podía reconocer sus rostros.
Ru, en una de esas paradas que hacía para descansar, de pronto dijo – ahhh… no puedo creer que todo este viaje lo inicie con esa bolsa de aquella señorita, pero… – colocando sus dos manos atrás y usándolo como soporte al tirarse para atrás para ver el cielo azul – de verdad es todo un mundo misterioso, me parecía que la conocía de algún lugar y por eso no dude de ni una sola palabra de ella, sin embargo, también estoy seguro que no pude ver su rostro ni una sola vez, no… más bien… parece como si no quisiera reconocerla para nada y no lograra ver su rostro más que como si fuera un sueño que quería recordar. Esto era algo que no había sucedido antes, más que cuando inicio el viaje y terminó inconsciente. Ru, sintiendo que había muchas cosas en que pensar y reflexionar, se levantaba nuevamente mientras seguía sintiendo esa pequeña soledad y sentimiento de estar incompleto.
Mientras seguía pasando los días, Ru se daba cuenta de que en realidad había sucedido que los días habían transcurrido, todo este viaje al fin se podía ver que estaba llegando a su fin. Desde lo alto de una montaña, pudo divisar a lo lejos el pueblo al que pertenecía.
Ru, con una sonrisa en su rostro, podía sentir como una carga dejaba sus hombros, para luego decir – al fin he regresado – con un aire de felicidad y regocijo, siendo que el sentimiento de estar de vuelta en su hogar, luego de haberse encontrado en un país extranjero, ahora era algo mucho más grato el ver aquella cordillera que rodeaba su hogar, así como el aroma nostálgico y hogareño del frío viento. El hogar de Ru es de clima frío, pero a pesar de ello, se podía notar una hermosa luna durante la noche, además del alumbrado nocturno que deleitaba la vista de los visitantes. A pesar de que en realidad fueran de una época en la que la tecnología no había avanzado lo suficiente, el poder estar ahora más allá de lo que entenderían las demás naciones o pueblos, ellos se encontraban en un punto con una forma de vida más avanzada y en donde el reino podía jactarse de poder invertir en él, aunque en el pasado no fue así.