El caballero celeste

El caballero celeste

En una aldea del país de Elmm vive Ru, el es un muchacho que quiere convertirse en un gran caballero. 
Durante años se esforzó por hacer realidad sus sueños. Aunque nadie creía en él, ya que es un simple campesino.

Él admiraba mucho al caballero Ger, desde pequeño escuchaba sus grandes hazañas. Siempre luchando por la verdad y la justicia. Nadie era más fuerte que el caballero Ger.

Ru, siempre practicaba con un palo de madera que había hecho. Soñando con algún día tener una espada  de verdad. Un día, mientras caminaba por el bosque, empezó a escuchar que, entre los árboles, alguien se acercaba. - ¿Quién esta ahí? - dijo Ru, mientras miraba entre las copas de los árboles. -Hola. No temas - Ru inmediatamente mira hacia atrás. Era una mujer de pelo negro y largo. Tenía una mirada seria pero a la vez tierna. Tenía puesto un suéter color celeste como el cielo y, en su mano derecha, portaba una bolsa blanca. 
- No era mi intención asustarte -, Ru contesta inmediatamente, tratando de ocultar su asombro - No me asusté, solamente creí que eras un amigo que me quería hacer una broma... - Mientras decía esto, ella le contestó sarcásticamente  - Conque un amigo -, se río, - ¿Cómo puedes decir algo así?. Si sabes mejor que nadie que siempre estás solo - Ru se sorprende al escuchar esto y responde rápidamente, algo asustado  - ¿Có Cómo sabes eso?, ¿Quién eres? -.

Ella lo mira con una cara triste y le responde - no lo recuerdas, bueno no hay problema. De todas maneras, quisiera decirte el motivo, por el cual te he buscado. Siempre has soñado con algún día ser un caballero, así, que hoy te he venido a dar esa oportunidad. Justamente, deberás de demostrar que eres digno de portar una espada con honor y dignidad. - y, mientras ella decía esto, Ru pregunta con grandes ansias - dime, ¿qué debo de hacer? - y mirándola fijamente con una cara seria - haré todo lo que sea necesario para poder ser digno de convertirme en un caballero - Entonces, ella al escuchar ésto, respondió - miras esta bolsa que tengo en mi mano - Ru, mirando la bolsa, le contesta - Sí -. Entonces, ella le dice - está no es una bolsa cualquiera, conlleva adentro un gran poder, que solamente puede ser confiado a alguien que se lo merezca. - Ru, escuchando esto con gran asombro, preguntó - ¿Qué es ese poder del que me hablas? - ella mirándolo sonrió y le dijo - Éste ha sido confiado a ti para que lo lleves a través del reino de Huet, hacia una casa que se encuentra entre las montañas, donde deberás de entregarlo a un señor que se encuentra en esa casa. - y mirándolo, le pregunto -¿Realmente deseas ser un caballero? - Ru, sin dudar, contestó - Sí -. Entonces ella le dijo - Ésta será tu misión, ¡no permitirás que nadie tome posesión de ella y, tampoco, deberás de abrirla!. Si lo logras hacer, podrás empezar a convertirte en un verdadero caballero -. Ru, al escuchar ésto, no dudó ni un segundo y, con determinación y un gran entusiasmo, contesto - ¡Lo haré! y ¡no le voy a decepcionar! - y, con estas palabras, agarro la bolsa y se lo llevo.

Mientras Ru desaparecía del bosque, ella lo vio y dijo - Ve y demuestra tú verdadero potencial, que todo ese entrenamiento que hiciste sin que nadie se diera cuenta, todo por lo que has luchado pronto será recompensado -. 
Mientras tanto, Ru, reaccionando, se preguntó - ¡Ah!, eso me recuerda, ¿Quién era ella?. ¡Cierto!. Estaba tan emocionado por poder volverme un caballero que ya no le pregunté cómo se llamaba. Bueno, cuando la vuelva a ver le preguntaré. - Cuando vio, adelante estaba su casa. - Al fin llegué -. 
Entró a su casa y, preparo en su mochila todo lo que necesitaba para comenzar su viaje, abrió el ropero y sacó su espada de madera. Empuñando la espada de madera, dijo - muy pronto, tendré una de verdad, con la que seré capaz de proteger a los demás, con el que luchare por la verdad y sobre todo... Po podré  cumplir mis sueños y, además, cumplir la promesa que hice -. 
Entonces Ru emprendió su viaje. Cada vez, empezaba a alejarse más del pueblo. Cuando ya casi estaba muy lejos, vio al pueblo y sonrió, y con eso dijo - ¡volveré como un caballero! y, cuando ese día llegue, ¡cumpliré mi promesa! -. 
Y, de esta manera, empezó el viaje.  

 




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