El caballero celeste

El pueblo de Chit

Después de lo sucedido en el bosque, Ru y Fabian continuaron con su viaje.

Empezaron a llegar, al fin, después de dos días de camino, al pueblo de Chit.
-Mira Ru, el pueblo está adelante -, dijo Fabian. 
Ru alzó la mirada para poder ver la ciudad. Ru no sabía que decir ante tal vista que tenía del pueblo y, además, estaba muy emocionado, por ser la primera vez que viaja a otro pueblo. Fabian miró a Ru y le dijo, con gran entusiasmo - Ésta es la gran ciudad de Chit. Aunque no se compara con mi hogar en las montañas.-
Ru pensaba, mientras empezaban a entrar a la ciudad, con una gran expresión, - ¡wuau!, que grandes casas, quién se hubiera imaginado que habría bastante gente en un lugar así -. Fabian, al ver la expresión que hacia Ru, le dijo - Hay bastantes personas. Bueno, eso es de esperar de una gran ciudad - , decía esto mientras alzaba sus brazos de una forma de “V” y hacía una expresión graciosa, - ¿Qué le parece Ru? -, Ru contestó, con una expresión de asombro - Tiene razón, nunca me imagine ver algo así -. 
Ru no podía creer que al fin pudiera estar en la ciudad de Chit - es tal y como había escuchado que era. Chit es una ciudad pintoresca, con grandes casas, extensas calles. Tiene un gran comercio, por lo que muchos aventureros y caballeros vienen para conseguir trabajo y poder tomar un descanso de su travesía -.

Ru estaba tan distraído, viendo la ciudad y sus alrededores, que no se daba cuenta por donde iba. En eso se tropezó con uno de los mercaderes que iban pasando - ¡Hey!, mira por donde pasas - Ru se levantó y, de una manera rápida, extendió su mano para ayudar a levantar a aquel mercader y al mismo tiempo decía - Discúlpeme señor por haberlo tirado - el mercader, aún molesto, contestó - Más te vale tener cuidado la próxima vez -. Continúo hablando con gran orgullo - si no lo sabes, soy un hombre reconocido por mis productos, así que, ¡si vuelve a suceder, no tendré piedad de ti! -, Ru se quedó pensando - no sabía que hubiera gente así. Bueno al fin aquí no es mi casa -.

Y con esto se fue aquel mercader. Una vez se había alejado el mercader, Fabian se rió, ya que se había aguantado la risa durante el incidente, - Ja, ja , ja ja no creí que llegáramos a encontrarnos con gente tan creída apenas entrando al pueblo -, Ru lo miró con extrañes, ya que no entendía por qué Fabian decía eso - que me dices Ru, ¿Quieres ver un poco la ciudad antes de seguir? - Ru contestó - Sí, además, debemos de encontrar un lugar donde pasar esta noche. Aunque - miró por los alrededores - al parecer todo aquí es muy costoso y no creo que podamos pagar alguno -. Fabian miró hacia un lado y dijo - Por eso no nos deberíamos preocupar. Además tengo unos amigos aquí, donde podremos pasar la noche. Así que vamos hacia allá -, Ru se sintió aliviado al escuchar esto y siguió a Fabian.

Empezaron a entrar a un lugar de la ciudad que hacía que Ru empezará a estremecerse. Los comercios de aquel lugar no parecían a los demás, con sus ventas de artículos que eran prohibido y curiosamente habían muchas cosas muy inusuales. 
Continuaron caminando hasta llegar a una posada pequeña, - Aquí es - dijo Fabian, Ru contestó, al ver la posada, con un poco de inseguridad - Esta es el lugar del que me había hablado - Fabian contestando, con una gran sonrisa - Sí. Aquí es donde me quedaba cuando venía a comprar algunos objetos y medicina -, y, entonces, entraron a la posada.

Una vez adentro, Ru no sabía que decir al entrar. Nada se parecía a como se miraba por fuera. Por dentro era más espacioso, había unas cortinas moradas de tela fina, era tan deslumbrante que Ru había quedado sorprendido - Wuau, no me imagine que fuera tan grande y elegante -, Fabian se rió, ante aquellas palabras que Ru decía, y contestó - eso es normal. Ya que no tiene una buena apariencia por fuera. Por eso no deberías de juzgar los lugares sin conocerlo antes -.

Llegaron hacia el mostrador, cuando escucharon atrás una voz que decía - ¡Fabian!. Al fin vuelves de visita, después de tanto tiempo - , Ru se volteó para ver quien era. La persona que les hablaba era una señorita de pelo rubio, parecía ser una persona muy alegre y animada.

Fabian intento no voltear y disimular que no había escuchado nada. Colocó una sonrisa tratando de ocultar su impresión y deseando desaparecer lo más antes posible - Oye Ru, que tal si nos registramos ya y luego te presento a mis amigos -. Ru, que había volteado para ver quién estaba llamando a Fabian, dijo - Fabian, creo que esa señorita le está hablando -, Fabian, con una expresión de irritación, pero a la vez tratando de ocultarlo, dijo - no juegues conmigo Ru. Yo no oigo nada -. Ru miró que se acercaba más y seguía llamando a Fabian, - ¿Estás seguro?, no escuchas nada -, Fabian, que cada vez más le costaba disimular, con un tono de voz, que ya delataba su enojo y frustración, dijo - Ru, ya le dije que no escucho nada. Así que no siga con eso -.

De pronto Fabian ya no escucho nada, ya no se oía la voz de Ru ni de la señorita que le estaba llamando, lo cual le daba un poco de tranquilidad, - Oye Ru. No se enoje, no era mi intención decir eso, - pero Fabian no escuchó una respuesta, por lo que empezó a preocuparse de que Ru se hubiese enojado demasiado y ya no quisiese quedarse - Ru no era mi intención, solamente que me sentía algo cansado por el viaje, no me daba cuenta de lo que decía -. De pronto Fabian sintió un escalofrío, apenas iba empezando a voltearse cuando sintió una mano en su hombro, entonces pensó algo asustado - no puede ser posible que.... No, no, no creo que sea - Apenas se le venía esto a la cabeza, pero de pronto reaccionó y se recordó - cierto debe ser Ru - y, terminando con esta conclusión, quitando la mano, cerrando los ojos y mientras terminaba de voltear, dijo - Ru, esto no es divertido. Ya deja de... - Aún no había terminado de voltearse, cuando sintió que la mano no era de Ru. Mientras tanto, Ru se encontraba atrás y al ver que la señorita que se había acercado a ellos, mientras Fabian estaba colocando sus pretextos de no escuchar nada, ella le hizo una señal con su dedo en la boca, dando a entender, a Ru, que hiciera silencio. Ru al ver esto se hizo a un lado y ya no dijo nada.




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