El caballero del tiempo

Capítulo 6: la llegada del infierno

Balthazar miraba expectante a la lunática de su prima mientras amenazaba a Aislinn con un cuchillo en su cuello, él sostenía su espada, estaba dispuesto a hacer lo requerido para salvarla a ella. En este reino sin leyes, ni jueces, un asesinato estaria excento de culpas.

  • Sueltala de inmediato - iordenó el príncipe - sino perderas tu mano.
  • Se que tanto énfasis das a las promesas - comentó sonriendo con malicia -  Prometeme que te casaras conmigo y tendré el reino para mi, yo tendría que ser la heredera, no un cretino como tú, si quieres tenerla a ella, dejala como tu amante, no me interesa relacionarme contigo.
  • Aún no se que clase de hechizo tienes - dijo a su prima - pero si tenias un cuchillo, ibas a matarme de todos modos.

Miró a su prometida, quien se estaba acomodando, ambos cruzaron miradas, con el tiempo que habían pasado juntos, le había enseñado qué hacer ante ciertas circunstancias, este momento no era más que una oportunidad para practicar lo aprendido.

Aislinn tiró el cuello hacia atrás, realizando un rápido movimiento empujó la mano de Lady Sophia,de inmediato se apartó, pues en ese momento Balthazar realizó un corte en el aire, la cuchilla saltó por los aires, con ella desarmada, la tomó del cuello y la azotó en el suelo, colocando la espada su garganta.

  • Por favor, perdóname la vida - exclamó asustada - me rindo, te lo suplico, nunca más volveré a hacerles algo.
  • ¿Cómo puedo creer en ti? - dijo el joven - has sido siempre una arpía y siempre lo serás, estoy seguro.

A medida que comenzaba a apretar el filo contra la piel de ella, poco a poco se marcaba una fina línea roja.

  • La próxima vez te mataré sin dudarlo - exclamó - acércate a Aislinn, dile puta u otra agresión verbal, te cortaré la lengua, acercate a mi de nuevo y las pagarás.

Comenzó a mover la cabeza muy rápido.

  • Como digas….
  • Dame lo que hayas usado en mi - ordenó - ¿lo tienes contigo?.

Vió como su prima dudó, antes de negar con la cabeza.

A lo cual comenzó a cortar el vestido, comenzó a gritar horrorizada, mientras las telas saltaban por lados, dejandola hecho un trapo, evitando darle un corte a ella, y evitando las zonas muy expuestas y delicadas, de un momento a otro, cayó otra cuchilla y una pequeña botella de vidrio, la cual rodó en el suelo hasta él, tenía un brillo plateado, el mismo que desprendía  de sus labios.

  • De donde sacaste esto - dijo Balthzar - dime o te arrepentirás.

La levantó del poco vestido disponible y la puso contra el muro.

Cruzaron sus miradas, ella miraba con un profundo terror, él con una rabia absoluta.

  • Se la compré a una mujer del pueblo - explicó - una bruja…
  • Ve a cambiarte de ropa y nos veremos por última vez - ordenó - me llevarás ante esa bruja, ¿de acuerdo?.
  • No creo que sea necesario - explicó - me dijo que vendría al castillo pasado el mediodía, en cualquier momento llegará.

Los ojos se tornaron completamtne negros. lo cual hizo que el joven diera un paso hacia atrás, algo no estaba normal con ella.

  • Ella se acerca, ellos se aproximan - comentó con la voz rasposa.

Al mirar por la ventana se dio cuenta que el cielo comenzó a oscurecer, como si el sol estuviera siendo bloqueando.

La mujer comenzó a caminar lentamente con la cabeza agachada, salió por la puerta y se encaminó por el pasillo, meneando su cuerpo.

  • Esto es extraño - dijo Blthazar - ponete algo más cómodo, iré a por comida, espérame aquí.

El joven fue corriendo a la cocina, tomó varios panes que los guardó en una bolsa y una jarra de agua, en ese momento el castillo se estremeció, como si fuera un temblor.

El ambiente se tensó aún más, la gente empezó a gritar, el viento se colaba por las ventanas, las puertas se abrían con gran fuerza. saliendo de la cocina, pasó por el gran comedor, la mesa se había dado vuelta, todas las cosas estaban desparramadas por el

 suelo, copas, manteles, platos y los cubiertos,  el gran salón de las reuniones donde su padre solía estar estar, era un completo caos, se paró al frente de la puerta que estaba abierta, a su izquierda sonó la entrada principal, al voltearse, estaba Sophia caminando, las puertas se abrieron de golpe, la luz del exterior era tenue, casi como si fuera un atardecer. Vió como su prima era tragada por las sombras, era como una masa gigante.Balthazar miraba atónito toda aquella situación, apareció una mujer joven que caminaba tranquilamente, mientras el viento se arrastraba a su lado, este era tan fuerte que comenzó a mover al joven principè.

  • Así que tu eras a quien esta niña quería dominar - exclamó, su voz demostraba mucha malicia y sensualidad - eres interesante, lograste romper mi hechizo, no como tu padre, que cayó ante el dolor y creo este momento para mi.
  • Quién eres tú, preséntate - ordenó Balthazar, resistiendo el viento. - que quieres en este lugar.
  • Si insistes tanto - exclamó - te sugiero que te inclines, ante un dios, soy quien envenenó a tu madre mientras estaba embarazada de ti, ahora la pregunta, es qué será de ti,  solo un sacrificio.

EL joven tomó la espada de su cintura, lista para desenvainar, sintió la mirada de aquella extraña mujer, le atemorizó por completo, esta se acercó, pero este retrocedió, la rodeó, para ver el salón detrás de ella, las sombras continuaron envolviendo el lugar, era como una oscuridad parecida a una nube, pero sólida, incluso podría asimilarse al aceite.

  • Que maravilloso aroma tenemos aquí - expresó aquella mujer - la lujueria, depreavión, los institntos humanos, convertidos en animales salvajes, violaciones, sodomias, incesto, lo mejor que podrian ofrecerme, lo han hecho.

La mujer dió un paso hacia adelante, solo para ser recibida por el Rey, junto a su hermano, ambos estando completamente desnudos.

  • Oye, tú eres la bruja del reino - exclamó - atendiste a mi hija, en su ayuda.
  • Así es, pero ha fallado, mira atrás mío - respondió - pero eso no importa, tu hija ya fue seleccionada por mi, para ser una reina, tiene deseos, depravación, maldad, todo lo que busco.
  • Me alegro - exclamó - solo deseo verla como una reina.
  • Eso no será posible -respondió - ahora vamos y destruyamoslo todo, tiene su sacrificios de la lujuria.




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