Capítulo 7: Furia extrema

Con toda situación en contra, comenzó a correr entre los monstruos mientras cada degustaba sus alimentos o el abuso hacia la persona que tenía prisionera, era un momento terrible, mientras en las orgías de su padre este llegaba torturar a incluso niños por sus deseos, esta situación era absolutamente peor.

LAs criaturas los veian pasar, muchas con extrañesa, otros solo ojeaban para continuar en lo suyo, cuando llegaron frente a la salida, vieron que todo estaba completamente negro, de inmedaito a pareció una neblina de la cual salió aquella extraña mujer que invadió el palacio en un princiìo.

• Veo que son los únicos sobrevivientes - exclamó intrigada - eso es muy curioso.

La mujer vestía una larga túnica negra, la cual apretaba su cuerpo con un gran escote, marcando su figura, verla más de cerca podía apreciarse su cara era muy pálida con ojos grises, las escleróticas del ojo eran rojas.

Era muy alta, los jóvenes llegaban hasta debajo de su busto, aunque tenía una cara despreocupada, su presencia les causaba más temblores en las piernas, además de un frío que recorría su espalda junto al sudor, era peor que las criaturas recién enfrentadas.

Su mirada pasó de Balthazar a atrás de ellos, quien se pudo una mirada de sorpresa.

• Voy a ver en tu interior - comentó jubilosa - no te preocupes, nadie los dañará.

En ese momento la mente del príncipe se llenó de imágenes de ella, haciendo poses provocativas, incluso mostrando sus desnudes, como lo tocaba sin el poder defenderse, las femeninas manos le acariciaban los labios, a su vez metia el índice por su boca, su voz resonaba por todos lados mientras balbuceaba frases inentendibles, solo podía comprender:”Muy deliciosos”, “Que maravilloso”, “Lo necesito”, “Corromper”, “Igual será mío”,  muchas risas que venía de ningún lado, pero estaban por doquier, sintió como si algo lo golpeara en la cabeza, cayendo arrodillado mientras comenzaba a gritar, la imágenes comenzaron a ser peor, aquella mujer comenzó a desprenderse de su ropaje que venía de su cabeza, siendo que se vestía con su propio cabello, el cual parecía tener vida propia, pues al estar suelto se movían como serpientes sin ojos, al chocar separaban y continuaban un recorrido, su ropa comenzó a desvanecerse quedando desnudo trató desesperadamente de safarme, pero era inutol, los cabellos de ella lo había tomado por ambas mano, no se dió cuenta que su cuerpo había soltado la mano de su prometida.

LA mujer comenzó a tocar su cuerpo, bajando las garras por su cuerpo, mientras abría la piel de él, lo puso de espaldas, a lo cual ella se elevó, comenzó a manosear su entre pierna, a lo lejos escuchaba la voz de alguien que gritaba “Zar, erta or”, su miembro se erectó, de un momento a otro escuchó: “seré quien tu deseas”, su rostro pasó a ser la de su prometida, quien estaba sin ropa frente a él, la cual bajó la cintura hacia la suya y sintió como la penetraba, emitió un gemido, ella movía su cadera rítmicamente, le dió un beso, sintiendo la lengua de ellos unirse.

«Estoy con Aislinn, nunca creí pensar en esto, pero en verdad la deseaba, en este último año junto a ella ha sido maravilloso, en verdad, la amo… creo que todo fue una pesadilla hecha solamente para ver mis sentimientos por ella», pensó jubiloso.

Escuchó a lo lejos: “Thazar, pierta... mor”

En un momento abrió los ojos, cuando su prometida estaba abajo, era ella, levantarse era aquel monstruos con quien estaba teniendo relaciones, quien abusaba de su cuerpo, la lengua de ella era muy larga, a un metro de distancia, ella podía extenderla y lamer el cuerpo completo del príncipe.

Trató de zafarse de aquello, dando puñetazos a todos lados, pero los cabellos lo tenían atrapado, aun así no se rindió.

Una voz volvió a escucharse a lo lejos: «Balthazar, despierta mi amor», era Aislinn.

Profirió un grito a todo pulmón, todo cambió de un momento a otro, al recuperar la conciencia, tenía la mano sangrando, por golpear el suelo, pero eso no fue lo que más lo extraño, sino el hecho de que tenía sus pantalones mojados, pero no por orina.

• Ustedes dos me emocionan más a cada momento - exclamó excitada - destruyeron mi control mental , fascinante.

La mujer lo levantó usando los cabellos que lo envolvieron en el torso.

• Me has hecho pasar un momento inolvidable - comentó - quisiera que fuera así siempre, pero siempre tendrás a esta niña en tu mente.

Volvió a tocarlo igual a la visión.

• Suéltalo ahora - gritó Aislinn furiosa - no lo toques con tus asquerosas manos.

Balthazar tomó la espada con la izquierda y le dió un corte al cuello a la mujer, pero esta lo frenó con sus cabellos.

• Suéltame maldito Sucubo - exclamó molesto.
• Luego de hacerme sentir otra vez como una mujer - exclamó emocionada - aun tienes fuerzas para atacar, eso es maravilloso, guerrero santo.

Forcejeo con todas sus fuerzas, logrando alcanzar con su filo el cuello de ella, manteniendo la respiración concentrada al máximo. Pero no tenía la fuerza para degollarla.

• Mi ama, no le de chance a este humano - escuchó a sus espaldas - el señor Ardhuz, fue derrotado por este incauto, debió confiarse, mírelo aquí lo traje.
• Pero que impresionante - dijo más jubilosa - has destruido a uno de los cuatro pactados divinos, creo que te deseo más.

Lo tomó con sus propias manos y le besó los labios, el joven sintió asco, repulsión, aunque se sentía bien como lo hacía ella, aun así se resistió usandola disponible derecha.

• Suéltalo maldita - grito Aislinn - que mierda quieres.

En ese momento lo soltó cayendo pesadamente al suelo.

• Ya tengo todo lo que quería de ti - comentó - te aseguro que el pequeño, va a ser un gran aditamento a nosotros, me habría gustado que fueras tú, pero eres incorruptible, darte los poderes de dios, es lo último de debería.
• Me alegro escuchar sus palabras de razonamiento mi ama Lucin - decía la voz desagradable - por favor, permítame acabar con este inmundo, para que ninguno de ustedes se manche..
• Cállate, yo decido y no te permito que cuestiones mis palabras y pensamientos - exclamó molesta - pero si, te permito acabar con él, pero quiero su cuerpo, tráeme todas las partes, falte el más mínimo pelo y te destruiré.