Capítulo 14: Ascenso de dios

Con aquel líder de los dioses en el suelo, Balthazar desenvainó su Mandoble renovado, le dejó caer un ataque a la criatura, pero  desapareció al instante, golpeando el suelo.

Inmediatamente avanzaba al castillo, detrás venía su esposa e hijo..

• Como sabrán, la mayoría de los monstruos han sido destruidos - exclamó - así que solo están ellos, los principales. Teoscelsio lanza tu hechizo ahora.
• Y tu armadura, ¿dónde está? - exclamó  el Mago - creí que lo habías llamado fuera, en este punto no podrás llamarla.
• Recién te das cuenta - respondió - obvio que no confié en tu collar, simplemente la porté como siempre.

 Cuando llegaron al castillo la armadura comenzó a aparecer envolviendo el cuerpo del guerrero, de la entrada forzada del castillo, salió la criatura con apariencia femenina.

• Veo que no tuvimos que llamarte - comentó con voz sensual - es un gusto tenerte de nuevo, querido Balthazar.
• Voy a acabar contigo de una vez por todas - vociferó - muere.

Le lanzó una estocada directo a l cuerpo, pero esta se movió evadiendo el ataque.

• Porque no te  entregas a nosotros - comentó con tristeza - podrías ser más fuerte de lo que imaginas y podríamos ser uno cuantas veces quieras.
• Que asco - respondió - preferiría coger con una vaca que contigo.
• Te aseguro que lo disfrutarás - comentó - voy a darte todo el pla…

Una flecha atravesó su cabeza por el ojo izquierdo.

• No te insinúes a mi esposo - exclamó Aislinn - entendido.

Hizo un ademán de tocar su cabeza y profirió un grito de dolor. Balthazar no perdió más tiempo y le dio un corte en el abdomen. Gritó aún más fuerte.

Comenzó a agitarse, el cabello comenzó a expandirse por todos lados, esto el joven lo había olvidado, pero un recuerdo llegó a su mente, de cuando lo encarceló con este.

• Apártense - exclamó nervioso - esto es peligroso.

Como hierbas  expandiéndose por todos lados, se aferró al suelo, a las murallas del castillo, a lo que alcanzará, mientras iban mostrando su extravagante figura desnudandose, Baltazar dió un salto hacia atrás y cubrió con su cuerpo su familia los cabellos chocaron con su armadura, pero no podían enterrarse, en cambio comenzó a envolverlo, lo importante era que su esposa e hijo no les pasara nada.

• En verdad estás poniendo tanta resistencia - exclamó furiosa - se han atrevido a dañar mi cuerpo, mi hermoso cuerpo…

Acto seguido fue levantado por los aires, para ser azotado contra los muros que traveso sin problema alguno.

• Así vamos a jugar, eh? - comentó el guerrero sonriendo.

Sintió un crujido a sus espaldas, se volteó para observar a quien era su pariente , sentada en el trono  perteneciente a la reina, donde siempre deseó estar, a unos diez metros de él, a su derecha había un bulto parecido de donde ella había salido, solo que este era más grotesco, con unas raíces que se conectaban con el sangriento suelo, este estaba siendo absorbido con todos los restos de criaturas y supuestos dioses, a su izquierda había una extraña figura que nunca había visto, esta levantó la cabeza, tenía un cuello largo, en ese momento la armadura comenzó a resonar, sintiendo su vibración por todo su cuerpo, más la palabra hijo.

• Tranquilo, lo vamos a salvar - comentó - ahora salvaré a mi familia, espera un poco.

Se levantó, para enfrentar a la mujer grande.

Andrew esquivaba los cabellos de manera magistral, era demasiado rápido, incluso para poseer una armadura tan pesada.

• Ese niño es sorprendente - exclamó sonriendo - pero así no conseguirá mucho.

De fondo estaba Paralio, siendo acosado por la criatura, este aparecía y  desaparecía a su alrededor, en las manos de eso tenía una de los frascos, con cada aparición este le realizaba un corte en el cuerpo, la situación se estaba complicando.

Se aproximó empuñando su mandoble a la gran mujer, pasando por entre los cabellos sin tocar ninguno, hasta que le dió un corte por la espalda.

• Así es la forma en la cual tratar a una dama - exclamó molesta - ningún hombre se me ha negado, a la gran Lucin y tú, no serás la excepción.
• Andrew, ayuda a Paralio, yo me encargo de este monstruo - ordenó - Aislinn quédate atrás y ten cuidado.
• No te dejaré de ayudar - exclamó - esta mujer….
• Necesito que me cubras - dijo - confío en ti, por eso mandé solo al niño.
• Que conmovedor - exclamó Wundar - creo que todos serán míos al final.

Balthazar seguía enterrando su arma en su cuerpo, pero este comenzaba a cubrirse poco a poco de sus cabellos, pero no solo eso, sino que él mismo estaba envuelto.

• Nunca vas a cortar mi cabello es más duro que el acero - exclamó riendo - estás atrapado en mi, otra vez.
• Suéltame maldita bestia - gritó furioso.

Comenzó a ejercer aún más fuerza, pero solo consiguió apartarse, lo que necesitaba.

Un zumbido pasó sobre él, otra flecha que se impactó en el cuello de esta.

• Eres una maldita zorra - vociferó - creo que disfrutaré con lo que te haré

Aprovechó de realizar una estocada al rostro de esta, logrando cortarle parte de la cara, un trozo de carne salió volando, cayendo pesadamente al suelo, sonando como un pedazo de carne esponjoso estrellándose.

Esta retrocedió, mientras los cabellos se fueron en esa dirección, derribando de paso los muros a los cuales estaba aferrado alguno de estos.

Lucin miraba hacia el suelo, sus cabellos comenzaron a envolver por completo su cuerpo.

• Creo que ya no jugaré con ustedes - comentó, su voz reflejaba enojo - los haré sufrir, van a suplicar para que seamos todos solos.

Sacó la enorme lengua que poseía, esta generaba mucha saliva.

• Vamos a disfrutar ese momento - comentó - si, será maravilloso, luego tendremos más que se unan a nosotros.