El cuerpo ya estaba casi incapacitado, el estado que estaba, era más lamentable que la última vez, enesta ocascón, tenía carbonizado parte de su estructura, el brazo perorazo casi como un huevo forrado en piel, las piernas rotas, igual que notoriamente estaban sus costillas, tenia cortes en todos lados, un pulón perforado, su peso era liviano, aunque tenía parte de la armadura, que estaba desintegandose en el ambiente, en una humeada. sus puños rotos, los levantó en dirección a su amada mujer.
Su hijo dejó junto a su padre, su tan preciada arma que lo acompañó toda su vida.
Hasta que fue apoyada junto a ella, ambos se miraron fijamente y dieron la más cálida sonrisa, que nunca antes se habían dado, el Mago llegó sujetando su estómago.
El propio collar comenzó a desvanecerse, sin antes escuchar su voz.
Balthazar respondió con una sonrisa.
No alcanzó a terminar cuando la sangre salió de su boca, con un retorcijón, mientras las piernas de este comenzaban a esfumarse, tomó como pudo la mano de su mujer, quien hizo su último movimiento, darle un apretón.
Miró al mago, para hacerle una señal que se acercara, este lo hizo.
Encontró su mirada con su esposa, en ese momento la luna que ocultaba el sol que estaba atrapado se desvaneció, el domo desapareció, la luz había vuelto a ese lugar.
La primera persona que miró con cariño, es la última que vieron sus ojos, ambos cerraron los ojos al mismo tiempo, para siempre.
Balthazar y Aislinn murieron al mismo tiempo, dándole fin tras la gran maldición que toda su vida les cargó, sus cuerpos comenzaron a desvanecerse en un extraño humo blanco casi transparente, el cual subía hasta el cielo.
En Ese momento las tierra comenzó a crujir y moverse con furia, como si el tiempo atrapado comenzará a regresar en un instante, las nubes, el cielo giraba a su alrededor a gran velocidad, la tierra comenzó a partirse mientras agua salía del mismo, era el mismo océano que estaba surgiendo, hasta que el lugar quedó como una costa que poco a poco subía, para ese entonces ya los cuerpos de ellos había desaparecido.
Con el agua hasta las rodillas, casi, Andrew y Teoscelcio comenzaron a avanzar rápido por el mar que estaba surgiendo, antes que este los cubriera, el castillo estaba derrumbándose, el deterioro, junto a la falta de atención estaban cobrando factura. El joven envainó su espada, junto al hecho que llevaba el arma de su padre, mientras a su vez ayudaba al mago para caminar, quien casi se arrastraba por las múltiples heridas que tenía, entraron al castillo, para caminar en el suelo y no chocar tanto con el agua, dentro había una extraña pieza blanca y larga, como un hueso, pero con una extraña forma.
El joven pensativo miró el castillo, junto al mar que aparecia.
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Editado: 26.03.2022