El Caballero Fantasma

11. Sacrificios

 

Habían pasado unos cuantos días después de que el segundo incidente de la preparatoria, las cosas parecían haberse calmado a pesar de que las clases aun no volvían a comenzar. Una tarde tranquila, Alan se encontraba con sus amigos en una reunión donde se divertían con sus pasatiempos nerds, todo transcurría normal, con muchas risas, botanas y juegos de mesa. Era algo que hacía que Alan se sintiera tranquilo, en paz, algo que le hacía olvidar todo lo que había tenido que pasar y todo lo que estaba callando. No se atrevía a decirle a nadie sobre su situación, le preocupaba que alguien comentara algo y eso llegara a malos oídos, o peor, que ese sujeto que llevaba ropa tan negra como la sombra se metiera con alguno de ellos si supieran lo que Alan era y lo que podía hacer. Era diversión sin fin que duró hasta que anocheció y con la intención de que continuara hasta que el sol volviera a salir.

Durante ese momento de diversión, Alan se retiró un poco para tomar aire en el techo de la casa, llegando a ese lugar a través de las escaleras, para ese entonces la noche ya se había apoderado del cielo. Ahí arriba, él comenzó a recordar...

—¿Demonizar? Tienes mucho que explicar

—‹‹Supongo... ¿Pero por dónde empezar? ›› —Decía la voz dentro de la cabeza de Alan.

—¿Qué tal si comenzar por responder tres preguntas? ¿Quién eres? ¿Por qué me pasó esto? ¿Y porque ese hombre de pronto se prendió en llamas?

—‹‹Bueno, primero... puedes llamarme Ruby... y soy la razón por la que no moriste ese día que recibiste un disparo. Mi trabajo es el de mantener tu potencial lo más controlado posible, tus emociones o descuidos pueden hacer que sin querer hagas un desastre, mi deber es el evitar que explotes como una estrella vieja, y también el de protegerte y mantenerte a salvo incluso de ti mismo, es por eso que a veces me he tomado la libertad de tomar el control de tus extremidades en algunas ocasiones. Para ello, he tomado una forma en la que pueda recorrer tu cuerpo a través de tus vasos sanguíneos, adherida a tu sangre. Para responder tu segunda pregunta debo explicarte sobre lo que hay más allá, el sujeto que te salvó la vida y el sujeto con el que peleaste antes, son Deaths, seres que mantienen un orden en el equilibrio de la vida y la muerte, ellos controlan el tiempo de vida de las personas y se encargan de que estos no excedan su tiempo de vida ni tampoco que lo pierdan antes de su hora, ellos están obligados a mantener ese equilibrio aun si deben dar su vida, lo que sucedió contigo, fue que ibas a morir en un momento que no era el que se te había designado, el death perdió su existencia a cambio de salvar tu vida, para rescatarte me envió a sanar tus heridas, por medio de su sangre pude abrirme paso hasta ti. Tu nueva fuerza, es solo el resultado de ser mi recipiente››

—Un momento... Estás diciendo que estos "Deaths" evitan que las personas mueran a destiempo, pero... ¿Aquellos que vi morir en serio estaban destinados a irse en ese momento?

—‹‹Por desgracia, ellos no son omniscientes ni omnipresentes, existe una cantidad de ellos, pero cada quien trabaja a su manera, tienen que estar en el lugar para mantener el orden, sin embargo, la vida de las personas es muy frágil que a veces es muy difícil de proteger y terminan muriendo antes de lo que deberían... o después ››

Estas palabras irritaban a chico, le molestaba no pudieran ser salvados sus compañeros y en especial su amiga. Entonces llego a si mente la imagen del monstruo con cabeza de toro y el tipo de cabellos rubios.

—¿Y que eran esas cosas que peleaban en ese momento? — Pregunto Alan exaltado.

—‹‹¿Crees en los ángeles, los demonios y su eterna guerra? Ambos bandos no pueden interactuar con tu mundo, pero eso no significa que no puedan liberar el caos de todas formas. Los Deaths también se encargan de mantenerlos a raya, pero a veces son muy escurridizos, tuviste la mala fortuna de toparte con un tiroteo y al mismo tiempo una pelea de fuerzas externas ››

—Eso aún no explica porque Julio se volvió un monstruo de fuego...

—‹‹Hay ocasiones donde las personas reciben tanta influencia por parte de los demonios que terminan, por decirlo de alguna forma, evolucionando, se vuelven más rápidos, más fuertes, a veces se vuelven menos inteligentes, pero adquieren un poder que no debe ser manejado a la ligera. ››

—Hablas como si pasara seguido

—‹‹No es algo común, pero son cosas que suceden, ya que los ángeles y demonios no pueden interactuar activamente en tu mundo, ellos influyen en las personas para que hagan el trabajo por ellos, no es normal, pero tampoco es tan raro que algunos humanos se conviertan en demonios o su contraparte "sagrada", por lo que, para evitar incidentes graves, los Deaths los exterminan lo más pronto posible ››

Estas palabras dejaron pensando a Alan, su visión del mundo y de lo que se encuentra oculto para las personas estaba cambiando, sus ojos se abrieron a conocimiento que tanto le dijeron que no debía tener, finalmente la verdad se revelaba ante sus ojos.

Volviendo al presente, Alan escuchaba las pisadas de alguien que se acercaba, al voltear vio a su amigo, Edgar... una persona que conoció en sus primeros días de preparatoria, pero que rápidamente se ganó su confianza.

—Orlando se va acabar la pizza si no regresas pronto, esa ballena es casi una aspiradora de comida — Dijo Edgar

—Que lo haga, siento que voy a reventar, pero que no se tome mi energizante

—Lo dudo, se toma una de esas y se le para el corazón

Ambos comenzaron a reír con esa broma.

—Como sea ¿Qué haces aquí? — Preguntó Edgar.

—Solo tomo un poco de aire, me dolieron los oídos con tanto ruido

—Me imagino que sí... — Edgar guardo silencio por unos segundos mientras en su rostro se podía apreciar un sentimiento que expresaba la lucha en su cabeza por si debía seguir la conversación o no, finalmente se decidió. —Sabes... puede que me equivoque, pero es altamente probable que me mude de la ciudad en unos días...




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