Capítulo 11.- Una mala negociación

• “Ven mañana al café…” — recordé una y otra vez aquellas palabras.

Nerviosa me dispuse a dormir, arroje las sabanas en mi cara y me tire directamente a la cama, sin embargo, me fue imposible, estuve en vigía toda la noche.

Había tantas cosas que no era capaz de entender y aunque quisiera pasarlas por alto, ahora era tarde, la mañana llegó y la falta de sueño era evidente en mi rostro, mientras cepillaba mis dientes, asentí al reflejo de mi cansado rostro, estaba decidida a enfrentarlo.

Esa mañana me esforcé para evitar que mi agotamiento y preocupación se notaran, habría sido de gran ayuda poder hablar con mi madre, pero ella había salido fuera de la ciudad, dejó dicho que iría a ver a mi tía, la medio hermana de mi papá Leonardo, quien parecía tener un problema grave. Así que debía esperar su llamada para saber con exactitud lo que sucedía, por ello envié un mensaje a mi futuro asistente, le pedí que investigara un poco al respecto, más como un favor que como una orden, así que no estaba segura de sí me tendría noticias. De inmediato recibí un mensaje de él que decia simplemente: Entendido.

Durante el día atendí mi agenda programada, es decir, me presenté a mis clases extracurriculares, al terminar cumplí con mi obligación como heredera y fui a medirme los nuevos atuendos que estarían llegando un día antes para mí, la vestimenta era importante ahora que todo el mundo estaba pendiente de la aparición de la misteriosa hija del señor Fray, por fortuna, no hubo muchos ajustes que hacerle a los conjuntos y la modista concluyo la revisión pronto.

Para culminar mis actividades del día, me dirigí al despacho para atender un debate por video llamada con los futuros empleados de la empresa, que, como yo, eran hijos de los actuales trabajadores de mi padre (aquellos que serían mi equipo de trabajo cuando estuviera a cargo en un futuro), a penas los había conocido hace poco, pero el nivel de respeto y profesionalismo que tienen es impresionante.

Mientras la conferencia avanzaba, traté de mantenerme concentrada en lo que ellos estaban diciendo, pero el recuerdo de aquel mensaje llegaba a mi mente de vez en cuando, frustrándome y haciéndome preocupar.

• Sugiero que trabajemos desde ahora en una mejoría del sistema de análisis financiero, el que la compañía tiene hoy en día podría resultar ineficiente en el futuro — dijo Moisés, futuro analista financiero, cuyo cabello rizado se meneaba cada vez que él hablaba y me distraía.
• Concuerdo, hablando de sistemas, he explorado algunas alternativas que podrían hacer el proceso más rápido y más seguro — dijo oportuno Andrés, el recién graduado de Ingeniero en sistemas, quien prefería mantener controlado su rubio cabello, en ese peinado –– Además, la seguridad del sistema podría estar comprometida si continuamos así. — informó.
• La capacitación del personal en el futuro debería incluir revisiones psicológicas del personal más profundas, esto para garantizar un mejor desempeño — Agregó Luis, Psicólogo Organizacional recién graduado — he visto que varios empleados han desarrollado altos niveles de estrés en menos tiempo de lo que deberían. — dijo acomodando su cabello castaño, del que estaba muy orgulloso.
• ¿Alguna sugerencia presidenta? — cuestionó Rodrigo quien fungiría como mi mano derecha, especialista en empresas y quien dicho sea de paso ya se refería a mi como “presidenta”.
• Comencemos con elaborar un esquema de trabajo, agreguemos también los posibles cambios que se implementarían y los beneficios que representaría, así como también los gastos y riesgos. Rodrigo, entrégamelo cuando esté listo. — dije imperativa.
• Si presidenta. — respondió respetuoso, su cabello negro me recordaba un poco al de Jarid, pero a diferencia de el de él, el de Rodrigo era ondulado. — Los enviaré por separado a su correo personal — dijo nuevamente.

Pese a que todos ellos eran un par de años mayores que yo, siempre se referían a mí con decoro, supongo que se habían estado preparando para esto por mucho tiempo, no hay rastro de que yo les desagrade particularmente y hacen su trabajo a la perfección.

• Con esto doy por concluida esta junta. — dije y de forma simultanea asintieron y se despidieron, al finalizar, solo Rodrigo se quedó, parecía tener algo que decirme.
• Perdone que la demore, pero recibí noticias de lo que me pidió investigar con antelación — dijo, su seriedad que preocupó.
• Adelante — concedí entrelazando los dedos nerviosa.
• Efectivamente, su padre adoptivo tuvo un distanciamiento con su único pariente consanguíneo lejano, el motivo aparente es la adquisición de deudas de la mujer con un financiador de dudosa procedencia hace al menos 5 años, pagos que el profesor tuvo que solventar. — Recordé que ella había estado recientemente en contacto con mamá y eso me preocupó, de ahí la razón de que le pidiera investigar a mi futuro asistente.
• ¿Esa deuda fue cubierta en su totalidad? — pregunté preocupada.
• Efectivamente, se finalizó dos meses antes de la muerte del aval, es decir su padre adoptivo — dijo.
• ¿Sabes si continúa viviendo donde mismo? — dije.
• A si es, vive en las afueras de la ciudad, aunque parece que últimamente ha estado saliendo bastante. — me informó. 
• Muy bien, si sabes algo más, por favor llámame de inmediato — ordené.
• Entendido, presidenta — dijo, luego la video llamada finalizó.

Varias preguntas continuaron rondando por mi cabeza, el hecho de que mi madre fuera a verla me trajo un mal presentimiento. Decidí que me comunicaría con ella si no me llamaba en las próximas horas. Di un largo suspiro, era agotador, pero era algo que debía hacer, estiré un poco mi espalda para dejar ir la tensión y me puse de pie, aun me faltaba algo por resolver, el futuro de la empresa dependía de mi papel esta noche. Ojalá mamá estuviera aquí, necesito su consejo, pensé.