Un mes, ese es el tiempo que tuvimos para crear un plan para desaparecer, un mes sin poder salir a ninguna parte, un mes ocultando mis golpes y cuidándolas para que disminuyeran, solo fue un mes, pero pareció una eternidad, nunca me sentí tan emocionada en toda mi vida, pero ahora que había llegado el gran día tenía miedo de que el plan no funcionara y Jonathan nos descubriera. El plan es sencillo, pero solo una persona que cometa un error hace que todo falle y la verdad no quiero fallar ahora, no estando tan cerca de poder salir de este lugar para luego solo volver cuando mi hermano se allá ido de casa, claro que para eso debe pasar mucho tiempo, lo primero en este momento es poder irme y crear un plan para derrocar a Jonathan. A pesar de todo aún quiero intentar convencer a Jonathan de mis ideas, sé que si todo va según lo planeado desde ahora en adelante no lo volveré a ver, después de todo sigue siendo mi hermano y no quiero hacerle daño.
Busque un vestido negro y me di cuenta de que solo tengo uno, pero de todas formas me sirve; es un vestido simple y largo que llega hasta el suelo, de hecho, es el único vestido que tengo de tirantes y no con mangas; me puse el vestido junto con unos tacones y me tome el pelo completamente en un moño alto, cuando termine de arreglarme fui una última vez al despacho de mi hermano para hablar con él sabiendo que no conseguiré nada más que un golpe de su parte, al llegar Eddie me abrió las puerta y los guerreros que se encontraban ahí custodiando la entrada me dejaron pasar sin decirme absolutamente nada, como es mi costumbre cada vez que vengo a este lugar fui directo al balcón para ver la ciudad, se ve hermosa desde esta altura a pesar de ser concreto, metal y cristal se ve hermoso, puedo sentir el aire soplar y chocar contra mi cara, muchas veces cuando pequeña pensaba que me gustaría ser un ave, poder ir donde tú quieras sin que nadie te frene, en ese sentido envidio un poco a las aves ya que me gustaría tener esa libertad que nunca he tenido y sé que no tendré.
– Cada vez que vienes aquí lo primero que haces es acercarte al balcón para mirar la ciudad – dijo Jonathan poniéndose al lado mío – no es buscarme si no solo observar el paisaje.
– Creo que lo hago porque no puedo ver tal paisaje desde mi habitación – hable tranquila sin dejar de mirar lo que hay frente a mí – te recuerdo que solo tengo una pequeña ventana, la cual no se puede abrir.
– Claro que lo recuerdo – dijo, está tranquilo por ahora – mamá te dio esa habitación para asegurarse que no te escaparas para ir a ver la ciudad como lo hacías cuando estaba papá, ambos salían bastante seguido a caminar y hablar con la gente, eras feliz en ese entonces, todo el tiempo sonreías nunca estabas triste pero ahora es diferente – pude ver de reojo que se giró para verme pero yo no lo hice, no lo quiero observar – si vienes aquí para decirme lo mismo que la otra vez créeme que no me detendré aunque entre todo un ejército de guerreros te seguiré golpeando hasta...
– Quería intentarlo una vez más pero parece que no será necesario – lo interrumpí – en verdad quería que cambiaras tu forma de pensar pero parece que Kyara Xammar te infundo mucho de sus pensamientos – decidí girarme para verlo una última vez – lo siento mucho por ti hermano, que seas tan parecido a ella no solo físicamente si no también psicológicamente; por años ella me dijo que nuestro padre mi infundo ideas que no servían pero creo que siempre fue al revés, ella tenía ideas que no sirven para constituir una sociedad como se debe – no me espere que me pegara una cachetada aunque en comparación a las otras esta fue más suave, no se veía enojado de hecho se veía decepcionado, de hecho, hasta podría decir que se veía intranquilo – antes de que me sigas golpeando te quiero decir que pensé mucho y creo que no quiero luchar contra ti Jonathan, eres mi hermano y a pesar de que no tenemos los mismos ideales me tragare los míos, no quiero luchar contigo es agotador en todos los ámbitos, además cada vez que quiero darte una idea me terminas golpeando y ya no quiero eso.
–¿Qué me estas tratando de decir Diana? – Jonathan se ve confundido y se podía ver que hasta había bajado la guardia, no está en modo amenazante por primera vez en mucho tiempo lo veo verdaderamente tranquilo.
– Estoy diciendo que si Kyara Xammar quería que te hiciera caso a ti pues lo hare no me interpondré más en tus ideales, como dije ya no quiero seguir luchando – podía ver su sorpresa, aunque trata de disimularla, pero de todas formas podía verla – solo me gustaría pedirte un favor antes – el solo asintió tranquilo, luego miro a su alrededor buscando algo – me gustaría salir una última vez y recorrer la ciudad, me da lo mismo si es un carro o a pie, quiero salir un última vez antes de ser la gobernadora oficialmente.
– Claro que no te dejare – esa respuesta me la esperaba – en tu salida podrías...
– Sabia que dirías eso – lo volví a interrumpir – no insistiré, mejor me iré a mi habitación para que te quedes más tranquilo – Jonathan estaba en shock y yo aproveche ese lapsus para irme y salir de su despacho. Al salir sola de ese lugar todos se sorprendieron ya que no estaba golpeada ni gritando como lo hacía la mayoría de las veces, le hice una señal a Eddie y me fui de ese lugar dejando a mi hermano al cual no lo volvería a ver después de mucho tiempo.
Cuando llegué a mi cuarto me encerré sin dejar pasar a Eddie, quiero estar sola y una gran pena me inunda por dentro, aún tenía esperanzas de que mi hermano pudiera cambiar su forma de pensar, pero claramente eso no sucedió, quiero llorar, pero no puedo, mis lágrimas no querían salir y eso no me gusta para nada. Jonathan siempre estuvo a mi lado protegiéndome no solo de nuestra madre sino de todo el mundo, para él siempre fui su hermanita quien debía ser protegida, eso en un momento eso fue verdad pero ya no ya que ahora no me protege sino que me hace daño, pienso que necesitaba algo así para darme cuenta que mi hermano, el Jonathan que conocí de pequeña ya no existe y ahora lo remplaza alguien cruel y malvado; aún tenía esperanzas de que fuera un poco de lo que fue antes pero me quedo más que claro que eso no es así, ahora a mi hermano no le importa nada más que el poder y eso es muy triste. Esta es la prueba que me faltaba para decidirme que lo que estoy a punto de hacer es lo correcto, lamentablemente tengo que destruir a mi propio hermano para construir un mejor lugar, tengo que hacer un sacrificio que me duele mucho, pero eso lo hare para que todo en este mundo mejore. Seguía en mis pensamientos sin importarme lo que pasara a mi alrededor, pero fui interrumpida cuando alguien toco la puerta, me levante y abrí la puerta encontrándome con Eddie quien al verme se ve muy preocupado.