el camino a la inmortalidad

Capítulo 1 - El regalo

Todos los mortales han escuchado historias de personajes de cuentos como aquellos dioses lejanos místicos que están por encima de todo. Seres de luz, rectitud y bondad que ayudan a todo aquel que ora por ellos.

Pero ese no era el caso para Shoneyi Wen. En la terrible situación que se encontraba de niño y lo mucho que rezo y oró por la ayuda de estos autoproclamados dioses; sin tener respuesta pronta, las bestias mágicas acabaron con sus padres. La sangre caía de todas partes en su pequeña cabaña. La bestia mágica arrancaba cualquier árbol que estuviese cerca. Sus garras puntiagudas se acercaban al chico con sed de sangre, ella solo necesitaba alimentarse y esa familia era la presa. La bestia acababa con todo a su paso.

Shoneyi corría desesperado, trataba de huir a todo lo que sus pequeñas piernas de once años le permitían. El chico comenzaba a notar como sus músculos le gritaban que parase pero sabía que no era una opción.

Cuando el pequeño se dio cuenta de que ya no había escapatoria, se dispuso a tomar una rama del suelo. Con toda su fuerza, ímpetu y locura apuntó al hocico de la bestia sin lograr daño alguno «Todo se acaba aquí» su mente ya se había rendido.

La sangre comenzaba caer derramarse encima del chico, charco de sangre tomaba lugar donde antes se encontraba la bestia. A su vez Shoneyi, se veía bañado por una hedor asqueroso y una especie de líquido viscoso que solo le tomó algunos segundo para entender que era la sangre de la bestia mágica. Su rostro reflejaba emociones de impresión e incredulidad.

Al abrir sus ojos «Acabo de acabar con una bestia mágica con mis propias manos » sus gestos daban a entender que él creía que acababa de terminar con la vida de la bestia mágica.

Una figura se posaba delante del chico —Puedo reconocer que tienes actitud — negando con la cabeza —pero también deberías entender la realidad entre el cielo y la tierra — respondía un hombre de piel oscura y aire de rectitud.

Shoneyi al darse cuenta que enfrente de él se encontraba un inmortal no pudo aguantar gritar —Eres un Inmortal, no puedo creerlo — su rostro era un sin fin de emociones.

Al escuchar al pequeño niño gritar se sonrojo un poco mientras respondía — Bueno… Si, lo soy. No tienes que agrad… — justo en medio del discurso del hombre, el pequeño comenzó a insultar a diestra y siniestra.

— Eres un imbécil, un lento, un bueno para nada… Seguramente no sabes como colocar una piedra encima de la otra. Tus padres te dejaron caer boca abajo de pequeño — Mientras el chico seguía con sus insultos, pateaba y golpeaba el aire con rabia mientras intentaba sacarse la sangre de su cuerpo.

El inmortal al ver la actitud del niño quedó perplejo «Esta es la primera vez que alguien se molesta por salvarle la vida» pensaba para sí. Algo desconcertado, colocó la mano encima de la cabeza del chico. La energía en el aire lo rodeaba creando una pequeña silueta alrededor de su cuerpo; el cuerpo de Shoneyi se estremecía y como un fuerte golpe en seco, fue forzado a calmarse. Esto afectó a Shoneyi de una manera extraña; toda locura, rabia e incontrolable ira se había esfumado de su cuerpo y aunque quisiera enfurecerse por no poder sentirla más, era verdad que estaba agradecido por no perder la vida en contra de la bestia.

En ese momento el inmortal giró su cabeza de derecha a izquierda para ver el desastre que la bestia mágica había dejado a su paso y fue allí cuando pudo ver los cuerpo sin vida de una mujer y hombre que tenían semejanza con el chico —Oh pequeño, lo siento mucho por llegar tarde y no poder salvar a tus padres — luego, pausó un momento su boca para continuar — Te daré un regalo de recompensa y con el cual cambiarás tu vida en unos cuantos años — el hombre se acercó al oído del pequeño y le dijo.

—Mi nombre es Yi Jui. Tienes cuatro años para encontrar la secta del cielo y con solo decir mi nombre podrás entrar sin problema —.

Al salir de su ensimismamiento, Shoneyi tomo una larga bocanada de aire y seguido comenzó a buscar por todas partes al inmortal que hacía segundos estaba frente a sus ojos — Yi Jui, Yi Jui… Yi Ju… Yi J… Yi… — repetía el nombre una y otra vez cuando se percató que el conocimiento se desvanecía. El pequeño tomó un cuchillo del suelo y decidió grabarse el nombre en su muslo izquierdo; un indescriptible dolor comenzó a recorrer su cuerpo, mientras que entre gritos y sangre el nombre Yi Jui podía leerse claramente

— Seré un inmortal… Seré un Inm… Seré… — Desplomado se precipita al suelo con una sonrisa imposible de borrar de sus labios.



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En el texto hay: peleas, artesmarciales, magia aventura y fantasía

Editado: 18.02.2025

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