El Camino A La Inmortalidad

Capítulo 13 - Las bestias de ocho núcleos

Dentro de la secta del cielo, en el pico de la segunda montaña. Un anciano se sentaba a apreciar el cielo de piernas cruzadas. La energía que lo rodeaba era casi palpable, parecía estar en un momento crítico de su meditación cuando terminaba por salir de trance y decía —Dime joven discípulo ¿Qué necesitas de mí? — terminaba por levantarse lentamente —¿Sabes algo del chico? —.

El discípulo del segundo maestro hincaba una rodilla al suelo —¡Si! — se podía escuchar la emoción en su voz, pero, a su vez arrugaba la cara —Hace poco recibió una paliza por parte de los discípulos del señor Da Shi — su mirada bajaba al suelo.

El segundo maestro del cielo comenzaba a caminar de izquierda a derecha con las manos en la espalda —Así que lo están tratando de eliminar — cada palabra que decía tenía un peso indescriptible —¿Crees que deberíamos tomarlo bajo nuestro cuidado? — el segundo maestro se concentraba para escuchar la respuesta de su discípulo.

Antes de responder, el joven se levantaba, en su mirada se podía sentir la determinación —¡No! — decía mientras movía su cabeza de un lado a otro en tono de negación —No podemos dejar que esto siga pasando — el orgullo que emitían los ojos del segundo maestro solo podía ser descritos como aquel que enseña lo correcto de lo incorrecto a su hijo —Si sale de la secta lo protegeré — expresaba mientras esperaba la confirmación de su maestro.

Yi Jui volvió a retomar su posición —De acuerdo joven Kuan — termina diciendo mientras volvía a su estado de meditación —Protégelo y tráelo ante mi —.

La escena de las bestias siendo eliminadas por Shoneyi dejaba atónito al discípulo del segundo maestro —¿Pero… que acaba de pasar? — en lo que dudaba en si ir a ayudarlo o no, el chico había acabado con las bestias de tres núcleos en cuestión de segundos.

Entre las sombras, el discípulo se movía con sigilo. Necesitaba estar seguro que nada podría pasarle —Obviamente una bestia mágica podría acabar con su vida, pero me preocupa los secuaces del maldito viejo — pensaba para sí mismo mientras apretaba sus puños.

Un fuerte rugido aparecía frente al chico —Ocho núcleos… — el rostro del joven Kuan reflejaba preocupación —¡Tendré que ayudarlo! — mientras tomaba la decisión, otro rugido era acompañado del primero —Dos… no, tres — sus ojos perdían toda la amabilidad y un aura poderosa envolvía su cuerpo.

El sonido de unas garras golpeando contra el metal era casi ensordecedor. La onda expansiva mandó a volar al chico —¿Qué está pasando? — Shoneyi gritaba exaltado pero ileso —.

El joven Kuan blandía su espada de manera defensiva de un lado a otro —¿Qué esperas? — el sonido de las garras de la bestia contra el metal era impresionante —Vete! —.

Shoneyi miraba el joven blandir y los recuerdos de su infancia volvían —No dejare que nadie más muera protegiéndome — el chico se levantaba y buscaba por más piedras en los bolsillos —¡Comete esto, bestia asquerosa! — desesperado comenzó a lanzar algunas rocas.

—¿Qué haces? — el discípulo del segundo maestro gritaba —Te dije que te fueras… YA! — las otras bestias estarían allí en cuestión de minutos — Unas rocas no harán ningún dañ… — los ojos de Kuan se abrieron de par en par. Como diablos una simple roca podría hacer tanto daño.

Kuan miraba de reojo al chico —Están magnificadas — la sonrisa y la sangre volvían a su rostro —De acuerdo chico. Muéstrame de que estas hecho —.

La escena no tomó más de un par de segundos. El joven Kuan bloqueaba unas de sus garras, Shoneyi lanzaba sus rocas magnificadas. La bestia dejaba una apertura lo suficientemente grande para blandir una espada que cortara todo su pecho —Una menos, faltan dos —.

El rostro de Shoneyi era preocupante —Solo me quedan dos Gambi — sus manos buscaban más rocas en sus bolsillos, pero él sabía que no iban a ser suficientes —¡Ahora! —.

Dos rocas volaban por encima de la cabeza del joven Kuan. La acción se repetía y la bestia caía al suelo —Bien hecho chico — el orgullo en su voz era algo que Shoneyi no había sentido desde que sus padres estaban vivos.

El rugido de la tercera bestia de ocho núcleos se acercaba acechando con acabar la vida de los dos cultivadores —Repitamos lo que acabamos de hacer pequeño — mientras Kuan decía eso, un charco de sangre caía encima del Shoneyi.

—No… Sangre — la voz preocupada de Gambi se apoderaba de la mente en blanco de Shoneyi.

Kuan bloqueaba los dos primeros ataques de la bestia y gritaba — Ahora, lanza dos más — luego de unas milésimas de segundo Kuan decidió voltear para ver qué pasaba con el chico. En ese instante la bestia atacó y un fuerte sonido de piel desgarrándose tomaba el lugar por sorpresa —Mi brazo — entre quejas y gritos respondía con un movimiento de su espada.

Luego de un par de segundos Shoneyi volvía en sí, pero era algo tarde. El brazo de su compañero estaba totalmente destrozado y todos sus movimientos eran totalmente defensivos —Rápido, toma los dos núcleos de las otras bestias — Gambi expresaba angustiado —Solo haré esto una vez —.

El conocimiento del alma de la pluma y el tintero estaba siendo absorbido por Shoneyi como una esponja. Mientras todo esto sucedía, Shoneyi se movía rápida y sigilosamente por la maleza para hacerse con los núcleos, tomó el primero y corría velozmente para alcanzar el segundo deslizándose y terminaba en una posición de meditación.

La bestia atacaba con intenciones de desgarrar a su oponente, este bloqueaba y esquivaba mientras pensaba —¿Qué diablo está haciendo este niño? — una de las garras rozaba la costilla de Kuan.

La sangre corría por el suelo mientras Kuan seguía moviéndose y defendiendo cualquier golpe letal con su espada —No puede dejarlo —- el pensamiento de rectitud que le había infundido su maestro era notable —Supongo que este será el fin para los dos — terminaba con una sonrisa mientras cambiaba su modo a la ofensiva.

Al mismo tiempo, Shoneyi cerraba sus ojos para entrar en un trance. Esta vez, todo era diferente; las redes que comunicaban cada palabra con los puntos de conexión eran visibles y legibles para el chico —No tengo tiempo — pensaba —Dónde estás… —.



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En el texto hay: peleas, artesmarciales, magia aventura y fantasía

Editado: 03.11.2024

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