Primer día encerrado en este lugar.
El doctor Min me informó que cada mañana va entrar una señora para agregar el cuarto así que tendría que salir a hacer actividades con los demás.
Para ser sinceros yo sólo saldría a la hora que se me es obligado, para comer. Pero como además de eso tenemos talleres, por lo que explicó en esos talleres se aplica una charla grupal en donde todos compartían sus experiencias contra "esto". O así fue como lo llamo el señor Min a lo que tenemos los que estamos acá.
Además de eso me dio una innecesaria charla sobre el sitio. Lo único que me quedo fue que este era un sector para todos los que padecían TCA y que en el único momento que nos cruzaríamos con los demás pacientes seria en el comedor, y también en algunos talleres.
Sentí un golpe en la puerta y siguiente a eso está siendo abierta dando paso a una señora un tanto joven, no tendría más de 22 a 25 años. Era muy bonita, tenia cara aniñada y pequeña que le daba un aspecto joven, era totalmente blanca y tenía un envidiable pelo gris. Su cuerpo era perfecto, ningún defecto surcaba por este. Era delgado, tenia los brazos flacos y una cintura bien marcada. El cuerpo que tenía era el mismo que yo aspiraba.
Literalmente ella me hizo sentir muy mal, pero no la culpo tuvo la maravillosa suerte de nacer con esos beneficios. Ella no tiene la culpa que yo de asco.
- Hola, Jimin. Soy SeunHee. - dijo en voz suave y dulce.
- Hola. Yo soy Jimin. Aunque creo que eso ya lo sabes porque dijiste mi nombre- me di un golpe mental por ser tan tonto.
- JAJAJ no pasa nada. Ahora necesito que te levantes, te bañes y todo eso en media hora. Ya que empieza el desayuno y nadie puede estar en las habitaciones.- solo pensar en tener que sentarme delante de un montón de personas para masticar comida hasta que se haga un bolo alimenticio que se va apegar a mi abdomen abultándolo y dejándome como un cerdo.
Sacudí mi cabeza tratando de disipar los recientes pensamientos. SeunHee todavía estaba parada delante de la puerta esperando que me levantara.
- Bueno...- dije en forma de susurro pero lo suficientemente fuerte para que la SounHee me escuchara agarre la mochila que me entregaron mis padres el día anterior. Camine en dirección al diminuto baño, era todo muy compacto. Había una ducha en una esquina la cual apenas entraba y a unos centímetros, al frente estaba el lavamanos que si te movías un poco de mas te golpearías con el inodoro.
Fui sacando la ropa que llevaba puesta lo más rápido que pude y entre a la ducha. Mientras estaba enjabonado mi pelo, me percate que enfrente de la ducha estaba el espejo el cual reflejaba mi horrible cuerpo. Mire atentamente este, no entiendo que parte esta mal en mi todavía tengo los brazos gordos y las piernas muy anchas, y gelatinosas en pocas palabras horrible. Horrible es la palabra que me describe internamente y externamente. Los pensamientos que atormentaban mi mente hicieron sentir pesado a mi corazón provocando que salgan rebeldes lagrimas mientras repetía una y otra vez las cosas que tenía que cambiar en mi para mejorar así permanecí hasta que termine de vestirme.
Al mirarme al espejo de nuevo note que mis ojos se habían inflamado un poco, pero podía pasar de desapercibido ya que recién desperté. Solo espero que nadie pregunte, odio dar explicaciones. Salí del baño, no sin antes de dar una onda respiración tratando de apaciguar el dolor que estaba sintiendo. Camine cruzando la habitación con un poco de dificultad porque SeunHee ya había pasado el trapo en el piso y si es como yo, no le gusta que le arruinen algo que acaba de hacer. Antes de salir del cuarto, me encontré con ella quien con dos palmadas en mi hombro se despidió de mi.
Seguí el camino hasta la recepción para recibir mi itinerario o horario o como sea. Del lado de la recepción estaba un apuesto joven, el cual resaltaba por sus grandes orejas y un muy llamativo color rojo en su pelo, en la tarjeta de identificación decía el nombre de Park Chanyeol.
- Emm... Disculpe- dije llamando su atención - El doctor Min me dijo que tenía que retirar mi itinerario - le dije cuando estuvo en frente mío. Él asintió con una sonrisa.
- Nombre y apellido... - dijo mientras caminaba hacía un escritorio para luego abrirlo y en este contenía muchos papeles ordenados de la A a la Z. - Nombre y apellido - dijo al ver que no contestaba.
- ¡Oh! Perdone. Jimin, Park Jimin - dije rápido avergonzándome sintiendo mis orejas quemar.
- No pasa nada. Acá tienes, pequeño- otra vez me llamaron pequeño. ¡¡No soy un niño!!. Bueno en fin, me despedí de él con una sonrisa y seguí mi camino por el pasillo que se dirigía sabe quien a donde. Solo quería salir de la vista de ese sujeto.
Pfff puras porquerías....
No tengo tiempo ni para mi y si lo tuviera mi itinerario lo impediría.
De 7 a 2 desayuno y almuerzo. De 3 de la tarde a 4 collage y macramé, a las 2 esta la primera revisión de peso la cual especificaba que iba a ser una vez por dos semanas. Solo los miércoles hay "terapia de grupo" puras idioteces. Ah, y desde las 4 hasta las 7 terapia con el doctor Min.
Ahora podría estar disfrutando de mi verano, disfrutar de el sol, salir con los traidores de mis amigos, pero no estoy en este feo lugar yendo a estar con personas que ya se que no voy a tolerar. Tratare de acercarme al primer boludo que me hable para pasar esta horrible estadía lo mejor posible.
Llegue al comedor y muchas -y cuando digo muchas MUCHAS- personas se voltearon a verme haciendo que me sintiera incomodo. Seguí caminando y de repente se paro un chico de pelo naranja delante mío.
- ¿Hola? - dije al ver que no pronunciaba palabra.
- Hola. Soy Jung Hoseok. ¿Eres nuevo? Y si claro no te había visto antes ¿Cómo te llamas? ¿Cuántos años tienes? ¿Qué te trajo acá? ¿Quieres ser mi amigo?- dijo todo eso en milésima de segundo apenas si había podido procesar todas las preguntas - Perdón si fui invasivo y entenderé si no me quieres hablar más - me sorprendí por su comentario y su repentino cambio de energía, al principio me hablo como si no tuviera que respirar y lo ultimo lo dijo como si fuera a llorar. Se estaba por ir cuando lo detuve agarrándolo del brazo. Si no queda de otra. No me gusta lastimar a las personas.