capítulo 4

— ¿POR QUÉ DEMONIOS TE LANZASTE A UN OSO ALESSANDRA? — me grita mi hermano al que Connor llamo completamente afanado después de que Coral y yo apareciéramos en la puerta. Al principio me siento muy mal puesto que él nunca me levanta la voz, pero luego me doy cuenta de que no está nada sorprendido después de que le dijeran que Coral se convirtió en un perro frente a mí, el enojo se apodera de cada parte de mi cuerpo.

— Ethan, por qué carajos no estas sorprendido— le digo pausadamente

— RESPONDEME, EN QUÉ ESTABAS PENSANDO— me dice ignorando lo que le acabo de decir

— NO, RESPONDEME TU A MI, QUÉ MIERDA ESTA SUCEDIENDO.

— DEJA DE SER TAN GROSERA E IMPULSIVA POR UNA PUTA VEZ EN TU VIDA— me quedo callada y lo miro con decepción.

— Oye, no, lo siento, no quería decir eso— dice Ethan intentando tocarme, me alejo rápidamente mirando a Connor e ignorando a mi hermano.

— Gracias a tú imprudencia y la incapacidad de mi hermana, tenemos que cambiar nuestros planes— dice Connor mirándome con calma— yo te voy a explicar.

— poniéndolo en palabras simples, mi hermana, mi madre y yo somos licántropos

— eso es obvio— le digo sarcástica

— por favor deja el sarcasmo y escúchame— dice sin mucha paciencia— hay una razón que explica tus actitudes medio raras y psicópatas. Eres una especie extraña que hace mucho tiempo no se veía, para ser más específico, eres mitad bruja y mitad lobo, eso es porque tu madre es licántropa y tu padre un brujo, tu hermano mellizo Ethan no es híbrido como tú, porque aunque son de padres de diferenetes especies, no es normal los hijos híbridos, aunque sí es brujo.

Mi madre, Coral y yo nos mudamos acá porque ustedes ya tienen la edad en la que sus poderes comienzan a manifestarse y Coral y yo somos sus guardianes, Coral era la tuya y yo el de tu hermano.

— ¿Era? — pregunto

— El plan era esperar hasta el otro año que cumplieras veinte para contarte lo que eras, pero gracias a lo que hizo hoy mi torpe hermana— la mira y ella baja la cabeza— las cosas cambian, ahora yo seré tu guardián y Coral la de Ethan.

— Acabas de decir que a nuestra edad ya se manifestaban nuestros poderes, sin embargo, yo no he sentido nada.

— Te equivocas, la noche que te encontré a la entrada del bosque te habías transformado, probablemente no recuerdes nada de eso y es normal no estar consciente las primeras veces— dice como si me leyera la mente.

— Entiendo, también dijiste que mis actitudes tenían una explicación

— Si, tu falta de saber identificar emociones y querer matar a todos cuando estas enojada es porque los híbridos son mentalmente desequilibrados.

— ¿estoy loca?

— No, no estas loca. Es algo que con practica puedes llegar a controlar, pero necesitas mucha fuerza de voluntad para no descontrolarte, dime, ¿por qué te lanzaste al oso?

— Bueno, en realidad no sé, sentía algo

— Sentías miedo, tenías adrenalina, esa es la palabra— me dice Connor— te lanzaste porque sentiste algo emocionante, no te preocupes, pronto vas a poder identificar las emociones.

— Entonces, el dibujo de cachorro que me diste ¿era un autorretrato? —le pregunto a Coral en broma

— Si, soy yo de pequeña

— ¿enserio?, yo solo bromeaba

— Obvio no, si está inspirado en mí, pero no soy yo no nos podemos transformar hasta los dieciocho.

— Pero yo tengo diecinueve.

— Contigo es distinto, y ya te has transformado solo que no te acuerdas

— Oye y ya que estamos, si te podías transformar en un perro gigante por qué dejaste que esos tipos te acosaran.

— Primero, no somos perros, somos lobos, y respondiéndote, estaba tan asustada ese día que olvide que era más fuerte que ellos, soy un lobo, sin embargo, sigo siendo una chica y todas sentiríamos miedo si nos acosaran seamos humanas o no.

— Tu lo sabias— le digo a Ethan mirándolo por primera vez desde que me grito

— Connor me lo dijo cuando se mudaron— responde lentamente sabiendo que me va a afectar ser la última en saber, aunque esta vez no voy a actuar como una niña y acepto las cosas tal y como son.

Aun así, me levanto del sofá y salgo al jardín trasero que a diferencia del nuestro está muy bien cuidado, nadie me detiene y es lo mejor, supongo que saben que quiero pensar.

Me siento en el piso y miro al cielo, no está nublado, pero igual el clima sigue sintiéndose frio. Pienso en todo lo que ha pasado, y me gusta, nunca me sentí parte de nada, ni en el colegio ni en ningún lado, los únicos que siempre me hicieron sentir parte de algo fueron mi padres, Ethan y Nicholas, aunque, seguía sintiéndome muy incompleta, ahora entiendo la razón.

Después de alrededor de una hora, me levanto y vuelvo a entrar a la casa de Connor a buscar a mi hermano, ya no estoy enojada con él, entiendo que solo estaba preocupado. Vuelvo a dentro por la puerta trasera y me doy cuenta de que no hay nadie en el primer piso, supongo que están en la habitación de Connor así que voy para allá, antes de llegar escucho voces, veo la puerta entrecerrada y me acerco lentamente.

— ¿qué fue lo que le ocurrió?, ella de pequeña siempre fue un poco despiada y se entiende por ser híbrida, pero no es solo eso, es extraño lo de sus emociones, es muy fría y dispersa— dice Connor. Están hablando de mí, pienso.

— Sabes que nos mudamos por una razón. El dolor que sintió en esa época la hizo suprimir sus recuerdos y sus emociones, desde sus seis años se alejó de todos, tomo mucho tiempo para que volviera a acercarse a mí y a mis padres, espero que puedas ayudarla con sus emociones— le dice Ethan, y Connor le va a responder, pero se quedo callado y lo siento girar en mi dirección.

Como no quiero que sepan que estaba escuchando me alejo rápidamente y me voy a mi casa con las palabras de mi hermano en la mente el dolor que sintió la hizo suprimir sus recuerdos, no tengo ni idea de lo que habla es evidente que estaban hablando de mí, pero no se explicar las palabras de Ethan. Comienzo a unir cabos y me doy cuenta de que no recuerdo mucho de mi infancia, en mi casa no hay muchas fotos de nosotros de pequeños, tendré que investigar qué está ocurriendo.