el camino de Alessandra

capítulo 35

— Está comenzando a hacer más frio estos días— le menciono a Connor, él me mira y me atrae más hacia si. Estamos sentados en el bosque, en el territorio de Asher, frente a un lago muy lindo que acabamos de encontrar.

— Es porque ya estamos entrando en invierno

— El castillo debe verse muy lindo cubierto de nieve.

Miro a Connor ante su silencio y lo encuentro pensativo, mirando hacia el cielo, aprovecho para detallarlo bien. Tiene dos bolsas bajo sus ojos, lo que evidencian lo cansado que esta, sé que se está quedando en mi habitación para asegurarse de que nada pase y también sé que no ha podido dormir muy bien todos estos días, se le comienza a notar la barba de dos días y sus ojos no tienen el brillo habitual, a pesar de eso, se sigue viendo muy guapo.

— ¿en qué tanto piensas? — lo abrazo y con cuidado nos recostamos en el suelo.

— Ya casi va a ser un año

— ¿a qué te refieres?

— Desde que te encontré, ya casi va a ser un año desde que te encontré— sonríe, aunque esa sonrisa no llega a sus ojos

— ¿y por qué no te ves feliz? —comienzo a preocuparme

— Me da miedo que este año haya sido solo una ilusión o que de repente te vuelva a perder— sonrío con ternura ante sus palabras.

— No te preocupes por eso, no vas a volver a perderme, además yo no lo voy a permitir, vas a tener que aguantarme toda la vida, pobre de ti— Connor curva sus labios en una media sonrisa y me abraza aún más fuerte.

— ¿toda la vida? —asiento— eso va a ser complicado, los licántropos vivimos mucho tiempo.

— Pues pobre de ti, vas a tener que aguantarme por mucho tiempo— le digo mirándolo a los ojos, él hace una mueca.

— ¿de verdad quieres que este contigo toda la vida? —asiento y su gesto se hace más evidente.

— ¿tú no quieres? —le pregunto preocupada

— ¿por qué lo dices?

— No te ves muy emocionado— sonríe

— No es eso, solo estaba pensando que sería maravilloso estar para siempre contigo— su comentario me deja sin palabras, así que no digo nada. — oye

— ¿sí?

— ¿te quieres casar conmigo? —me atoro con mi propia saliva y me levanto tan rápido del suelo que el movimiento tan brusco hace que pierda estabilidad y vuelva a caer, y sigo tosiendo porque siento que aún no puedo respirar bien.

— Digo…yo…n..no importa si no quieres…somos jóvenes y— Connor comienza a balbucear y yo sigo en el suelo un poco más calmada, pero con la respiración algo agitada.

— No, no es eso, es solo que me tomaste por sorpresa— él me mira esperando un respuesta y me comienzo a poner nerviosa y sé que él también lo hace ante mi silencio.

— No me refiero a ahora mismo podemos… 

— Si

— ¿qué? —

— Si me quiero casar contigo— lo miro dudosa — Solo que no ahora

— Entiendo… — la desilusión comienza a teñir su mirada

— No me malinterpretes, si me gustaría pasar toda una vida contigo, es solo que ahora mismo tenemos que concentrarnos en entrenar, además esta Coral y es mi responsabilidad asegurarme de que ella y su bebe estén bien.

Connor se ríe, asiente y se acerca hasta donde estoy, me ayuda a levantar y luego me alza, el movimiento hace que enrolle mis piernas en su cintura y ponga mis brazos sobre su cuello, nos quedamos mirándonos unos segundos en completo silencio hasta que él finalmente me besa. Es un beso suave, lento y muy tierno, sus labios se mueven al compás de los míos, estamos así hasta que nos tenemos que separar para tomar algo de aire. Connor, con suavidad, me vuelve a posar en el suelo y me abraza.

— Tienes razón, lo siento, fue algo apresurado

Niego con la cabeza y lo abrazo, aspirando el aroma masculino que desprende. Los dos volvemos a tomar asiento cerca del lago y nos quedamos mirándolo en completo silencio, al principio es algo incomodo, pero el silencio y la paz que se siente en el lugar hace que poco a poco vaya cerrando los ojos hasta quedarme completamente dormida.

(..)

 

Despierto en uno de los elegantes muebles del castillo, me desperezo como un gato y tallo mis ojos intentando enfocar la vista, lo último que recuerdo es a Connor y a mi en el bosque, su beso…su propuesta. Un ruido a mi derecha me hace voltear y encontrarme con todos reunido en el centro del salón, mis padres tienen unas hojas extendidas en la gran mesa de madera, la cara preocupada de Laura hace que me preocupe.

— Hasta que por fin despiertas dormilona. — Connor se acerca hasta mí y me da un beso en la coronilla, tiene una media sonrisa, aunque ésta no llega a sus ojos, lo cual hace que me preocupe un poco más.

— ¿Qué ocurre? — es lo único que puedo decir, Ethan suspira y se acerca lentamente hasta donde estoy, para finalmente sentarse a mi lado.

— Por fin pude descubrir algo de información sobre los brujos— menciona Nicholas.

— eso es bueno ¿no? —pregunto sin entender la razón de sus rostros preocupados.

— Nos van a atacar en tres días— miro a Samanta con los ojos abiertos sin procesar del todo la información, me toma unos segundos comprenderla, al hacerlo siento que termino de despertarme por completo.

— ¿cómo dices?

— Uno de los amigos infiltrados de Nicholas le informo que en tres días los brujos piensan atacarnos para llevarte— dice Asher

— ¿y ese amigo si es confiable?

— Completamente— asegura Nicholas.

Doy un suspiro de frustración, termino de levantarme del sofá y voy hasta el centro del lugar, donde se encuentran todos, me poso al lado de Connor y miro por un rato los papeles que están sobre la mesa, me rindo al no entender nada, aunque creo que son planos.

— Pero eso es algo bueno— lleno el silencio que se había instalado desde hace un rato

— ¿cómo dices? —pregunta Laura con el ceño fruncido.

— Vamos a acabar con esto de una vez por todas y ya que son ellos los que van a venir pues mejor—me encojo de hombros— nosotros los estaremos esperando— mi madre sonríe



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En el texto hay: romance, suspenso, hibrida

Editado: 31.08.2021

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