El camino de rosas

CAP2. LA GRAN BESTIA SE PRESENTA.

HACE 150 AÑOS: DÍA DE LA CORONACIÓN- HABITACIÓN DEL PRÍNCIPE WILLIAM.

“Majestad, ha llegado la sacerdotisa Ashjas”

“Hazla pasar, Roger”

“Su majestad”- El mayordomo se retira dejando al príncipe solo en sus aposentos. Por las dobles puertas hace su aparición una mujer con los cabellos blancos y la piel marcada por el paso de la edad, sus ojos ancianos parecían contar,  las batallas que había tenido que luchar.

“Su majestad, ¿me hizo llamar?”- Hace una breve reverencia al joven.

“Sí, me gustaría saber sobre mi futuro, ¿podrías decirme que me deparará?”

“Claro joven señor, déjeme una de sus manos”- William le cede una de sus manos; la sacerdotisa la toma y sus ojos se ponen totalmente blancos, sin vida; el rostro de la sacerdotisa se contrae con pavor y grita de dolor soltando la mano del príncipe, sus ojos vuelven a ser verdes.

“¿Ha visto algo malo?, ¿Está usted bien?- Pregunta acongojado el príncipe.

“Sí, estoy bien, pero señor su futuro está lleno de dolor y desdicha; este mismo día ocurrirá algo que lo marcará para siempre y me temo que yo no podré intervenir de lo contrario las vidas de todo el reino se verán comprometidas”

“¿Cómo de grave es para que esté de ese modo?”

“Muy grave señor, hoy mismo usted y todo el reino serán sometidos a una maldición”

“¿Esa maldición podrá romperse?”

“Mucho me temo que no, a menos que usted esté dispuesto a someterse a un conjuro antes”

“Lo haré, dígame qué he de hacer”

“Pues verá…”

Desde ese mismo instante la sacerdotisa Ashjas y William se prepararon para el conjuro. Justo antes del anochecer Ashjas ya había hecho el conjuro y logró que el príncipe William estuviese listo para la maldición.

La bruja llegó al palacio justo como la sacerdotisa le había advertido a William, vistiendo sus mejores galas y con el  rostro de una joven muy apuesta; sin embargo el príncipe no cayó en su vil trampa y la rechazó en el mismo instante que se acercó a él haciendo así que la bruja detripara su plan y maldiciendo a todo el reino. 

Muchos creen que saber el futuro es un punto a favor pero aquellos que pueden verlo te dirán que no es un punto a favor es un punto en contra, ya que sabes todo lo que ocurrirá pero no puedes modificarlo ni configurarlo si eres un ingenuo que quiere morir antes puedes intentarlo pero solo lograrías unas horas  más para aquellos que salen desfavorecidos en ese futuro.

Poder ver el futuro no te permite modificarlo si lo haces y hay alguna muerte en ese futuro el Dios de la Muerte y el  Dios del Destino se irían en tu contra y te quitarían años de vida y felicidad haciéndote más desdichado y en muchos casos un cadáver que nadie conoce, ni sus seres queridos le recordarán ya que los mismos Dioses se encargarían de borrar todo lo que dejó en vida. Por ese motivo la sacerdotisa no pudo hacer nada para evitar esa maldición ni el daño impuesto al príncipe.

Ese día marcó un antes y un después no solo para el reino de Stoiner sino también para el príncipe William Blandewin.

 

ACTUALIDAD- NOCHE DEL FESTIVAL ANTES DEL ENCUENTRO.

 

La bestia se alza entre las sombras de los grande pasillos de palacio, su pelaje oscuro es reflejado por la luz de la luna que entra desde los grandes ventanales. Se mueve pasiva ajena al exterior, indiferente. Hasta que algo llama su atención, las luces de los distintos farolillos que ahora se alzan en el cielo y es ahí donde la gran bestia toma un poco de conciencia humana. 

“Que hermosas luces, si solo pudiese verlas más de cerca”- pensó aquel gran monstruo o bueno un príncipe dentro de él.

Un segundo después sintió como alguien se acercaba a sus tierra; con un gruñido animal salió corriendo al exterior, cuando llegó al portón principal se detuvo a esperar a su víctima. Su víctima no se dió cuenta de su presencia hasta que vio sus afiladas garras y dejó salir de su garganta un fuerte gruñido. La joven alzó la vista miró a la bestia a los ojos y dijo:

“No puedo creer mi mala suerte”- La joven salió raudamente despavorida hacia el bosque.

La bestia no perdió ni un segundo más y fue detrás de ella, la alcanzó haciendo que ella se fuera de bruces contra el suelo, la bestia rápidamente abrió las fauces dispuesto a dar un sabroso bocado hasta que... 

“Príncipe que modales tiene”- gritó la joven desde el suelo. La bestia detuvo su ataque de inmediato.- “¿Es que no sabe como debe ser tratada una dama o que?”- Cuestiono.

El príncipe se apartó de ella y agachó la cabeza arrepentido, repentinamente sintió como la joven acariciaba delicadamente su cabeza como si él fuera un cachorro perdido que buscaba cariño. La gran bestia ronroneo ante dichas caricias y se acercó más a la joven. De repente se escuchó un grito de mujer por todo el bosque:

“AMELIA, ¿DONDE ESTAS?”

“Lo siento grandullón, pero debo irme o sino una bruja fea vendrá a cogerme de las orejas”- La bestia gruño encolerizado ante la mención de la bruja, Amelia río por su reacción.- “Nos vemos grandullón”- Se despide y desaparece de la vista de la gran bestia.




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